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viernes, 17 de mayo de 2019

A ver si me entiendes Pablo Iglesias

A ver, Pablo Iglesias, si soy capaz de explicarme para que  me entiendas. Si yo fuera diputado y me hubiera encontrado en un ascensor con un fascista, mi cortesía parlamentaria, por coherencia, habría sido más limitada. 

Yo seguramente no le habría escupido y me habría limitado a darle los buenos dias como persona educada que soy. Pero nada mas. Porque de lo contrario habría ofendido a los millones de mujeres que ese fascista considera ciudadanas de segunda clase, a los millones de trabajadores que piensa que hay que bajarles el salario, a la mayoría social que ve como piensa, ese fascista, bajarle los impuestos drásticamente a los poderosos y a continuación privatizar sanidad, educación, dependencia, a los millones de pensionistas a lo que reduciría y privatizaría su pensión,... Es decir eliminar lo que queda del estado del bienestar.


A mi me importa un bledo si este fascista se ha caído o no del caballo o se ha lesionado la pierna haciendo deporte. Me importa un bledo si ese fascista va al fisio o no, si se le cura la pierna o no o si tiene que ir a rastras al parlamento. Y me importa un bledo lo que le pase, porque si llegara al poder no tardaría en ilegalizar a los partidos de izquierda y perseguir y encarcelar a sus dirigentes políticos y sindicales, lo mismo que hizo Hitler en la década de los 30 del siglo pasado. A él le importaría bien poco la vida de los demás. 

Y me importa un bledo porque de lo contrario estaría ofendiendo a  los cientos de miles de republicanos que dieron su vida por defender la legítima República y la democracia y que elementos como este fascista, con el asesino Franco a la cabeza, se encargaron de eliminar.

Y yo les odio. Odio al fascismo y a los fascistas. Reivindico mi derecho a odiarlos aunque haya algún soplapollas que diga que estoy cometiendo un delito de odio. Y los odio por coherencia política que es lo que nos falta últimamente a la izquierda. Los odio porque algunos mantenemos la memoria y sabemos lo que fueron y lo que hicieron y sabemos que es lo que serían y lo que harían si tuvieran la oportunidad de llegar al poder. 

Es decir coherencia, coherencia y coherencia y de paso reflexionar sobre el porque Unidas Podemos nos hemos dejado por el camino la mitad de los votantes desde las dos últimas elecciones generales. Y no solucionarlo todo con la simpleza de "nos hubiera gustado un mejor resultado". Y a mi tener 25 años menos. 

Salud, República y Socialismo. 


viernes, 30 de junio de 2017

Los mosqueos reales son solo peleas familiares

De la conmemoración parlamentaria de los 40 años de democracia después de 40 años de dictadura, lo que más se ha destacado es la no invitación del rey emérito a dicho acto.

Como decía hoy Antón Losada el protocolo fantasma no lo ha hecho nadie. Todos silbando como si no fuera con ellos, el Parlamento, el Gobierno y la Casa Real. A mi me importa un bledo quien sea el responsable de la inasistencia del rey emérito porque su asistencia hubiera ninguneado aún mas a los verdaderos protagonistas del cambio político, la ciudadanía.

Un acto en el que se homenagea a un exministro franquista y no se hace lo mismo con quienes dieron su libertad e incluso su vida por luchar contra la dictadura y defender los principios democráticos, dice mucho de talante de nuestros gobernantes. Mientras muchos de estos sigan enterrados en las cunetas y tapias de los cementerios de nuestdra España, no se habrá pasado la paina más negra de nuestra historia reciente.

Lo que se conmemoró esta semana en el Congreso de los Diputados fue el resultado lógico de la lucha antifascista de muchos años. Para algunos, ahora, insuficiente casi un error y para otros un modelo de transicion democrática. Ni lo uno ni lo otro. Para los hijos de la dictadura, que dejaron y dejamos, parte de la juventud luchando por las libertades, el resultado fue produto de la correlación de fuerzas existente en ese momento. Que se podria haber estirado m´a la cuerda, es posible. Pero el resultado de ello era incierto. La situacion política del momento era tremendamente dificil y las posibilidades de un nuevo golpe de estado eran más que real. Se llegó hasta donde creimos que era prudencial llegar.

Los hijos de la democracia, los que se encontraron la democracia regalada, piensan que la transición democrática fue un error y que se debería haber hecho más. Me parece que criticar, a posteriori, lo mal que lo hicimos, es simplemte oportunismo y demagogia. La mejor pueba de que no lo hicimos tan mal es que desde el principio se procedió a desmantrelar lo conseguido. Porque una vez conseguida una Constitución, un Estatuto de los Trabajadores y todas las normas básicas que configuran un estado moderno, al menos de aquella época, los siguientes gobiernos desde Felipe González hasta Rajoy y pasando por Aznar y Zapatero se pusieron  manos a  la obra para desmantelar lo conseguido con nuestras luchas sociales y obreras.  

Con la excusa de la modernidad y la crisis economica se privatizaon las grandes empresas públicas que pasaraon a manos de los amiguetes de los gobernantes de turno. Se desmantelaron los grandes sectores industriales del pais como la siderurguia y naval y nos convertimos en un país de servicios. Se comienzaron a realizar reformas del Estatuto de los rTabajadores, de la ley de pensiones, de la Seguridad Social, se recortaron las libertades con la ley Corcuera y la ley Mordaza, se recortaron y se privatizaron las pensiones, la educación, la sanidad, etc. Es decir que el estado que hoy tenemos no se parece en nada a aquel que tan malamente construimos los hijos de la dictadura. 

Hoy es necesario reformar este estado seudodemocrático que nos ha quedado. La Constitución, porque después de 40 años se ha quedado obsoleta y nuestras leyes básicas y de proteccion social porque los sucesivos gobiernos se han encargado de devaluar y recortar las conquistas sociales y democráticas conseguidad por los hijos de la dictadura.

La conclusion es que no debimos haberlo hecho tan mal, sino no hubiera sido necesario destruir despues lo consegudio con mucho esfuerso y mucha luchas laborales y sociales. Por todo esto, que el debate principal de la conmemoración sea si estuvo bien o mal si el rey emérito no fuera invitado al acto, me parece miserable y mezquino.

Salud, República y Socialismo.


miércoles, 29 de marzo de 2017

La injusticia de la justicia

Un año de cárcel y una vida destrozada por 13 tuits sobre Carrero Blanco, expresidente del gobierno de la dictadura franquista. En un país que se dice democrático. 

Nos quieren volver locos. España se está volviendo un país de locos, donde solo los corruptos y los delincuentes de guante blanco se puede sentir seguros ante las injusticias. Esto no es un problema de jueces que aplica de manera torticera la legislación. El problema es de quien aprueba una legislación que permite a determinados jueces cargar sobre los mas débiles todo el peso de la ley. Unos jueces y fiscales que son blandos con lo poderosos pero tremendamente fuertes contra los débiles. 

El gobierno del Partido Popular en su paranoia para reducir la contestación social, ante las políticas de recortes y  austeridad impuestas con la excusa de la crisis, modificó el Código Penal para que se metiera el miedo en el cuerpo a los trabajadores y ciudadanos de a pie a través de la amenaza de sanciones administrativas o penas de prisión por el simple hecho de criticar y defenderse de las políticas antisociales del PP. El resultado ha sido la persecución del "delito" de libertad de expresión, encarcelamiento de dirigentes sindicales y sociales y utilización partidista de la fiscalía del estado. 

Es una ironía que sea precisamente ahora cuando, en España, hay  menos violencia terrorista, se esté encausando y condenando a más personas por delito de apología del terrorismo que cuando el terrorismo era un peligro real en este país. Pero además son algunos jueces los que aplican sus criterios personales al juzgar situaciones similares, lo que pone en evidencia que es ese criterio de ellos lo que determina lo que es delito y lo que no lo es, a pesar del literal de la ley. A Guillermo Zapata se le absuelve del delito de apología de terrorismo mientras que a Casandra Vera se la condena a un año de prision y a la reducción de sus derechos civiles, en casos prácticamente iguales. O que los insultos de Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, hacia las víctimas del franquismo las archive la fiscalía 

Pero además en el caso de Cassandra Vera concurren otros aspectos. Por un lado, una de las nietas de Carrero Blanco dijo públicamente que consideraba “desproporcionada y un absoluto disparate la decisión de la fiscalía de la Audiencia Nacional de pedir dos años y medio de cárcel y tres de libertad vigilada para Cassandra Vera". Y por otro lado la contradicción de perseguir una ofensa hacia alguien asesinado hace más de 40 años y que durante ese tiempo hayan sido numerosos los chistes o bromas que se han hecho sobre ese asesinato sin que se haya procedido judicialmente contra nadie por ese hecho. Tip y Coll o Juan Luis Cebrian están entre los ilustres personajes que se han atrevido a hacer chiste de ese asesinato sin que haya pasado nada . 

Estamos ante una involución democrática promovida por el Partido Popular con el único objetivo de amordazar y atar de pies y manos las protestas de la ciudadanía. Porque sí hablamos de apología del terrorismo hay otras cosas peores que pueden llegar a calificarse como terrorismo de estado. Como habría considerar el que las políticas de un gobierno hagan que muchos ancianos tengan que decidir entre comer o tomarse la medicación, que personas se suiciden por no sufrir la vergüenza de ver expulsadas de sus casas porque el gobierno protege a los bancos en lugar de las personas o que personas pierdan la vida al no tener una atención medica adecuada a causa de los recortes de un gobierno austericida. 

Para este gobierno hay víctimas y víctimas, unas que merecen respeto y otras que no. Las de la dictadura franquista no merecen ningún respeto, las de sus ejecutores si. No olvidemos que Carrero Blanco fue cuando menos complice de los crímenes  de la dictadura franquista. Llegó a ser presidente del gobierno de Franco. Y por si alguien no se acuerda se le apodó como "Carnicerito de Málaga" por su implicación en la represión franquista en Málaga durante al guerra civil. 

Con demasiada frecuencia se evidencia que en España la justicia no es igual para todos y que algunos jueces y fiscales tratan de manera desigual a infantas floreros, políticos corruptos, delincuentes de guante blanco que a tuiteros, titiriteros, sindicalistas y defensores de los derechos civiles y sociales. De nuevo la España de charanga y pandereta.

Salud República y Socialismo.

lunes, 23 de enero de 2017

Atocha, la equidistancia imposible

Hace 40 años el fascismo español intentó frenar el imparable proceso a la democracia que las fuerzas de izquierda estaban forzando desde la muerte del dictador. En ese intento se llevaron la vida de 4 abogados laboralista y un trabajador despedido de Telefónica.

Fueron ellos, pero pudieron ser otros porque el objetivo era desestabilizar el proceso democrático. 1976 había sido un año de tremendas luchas laborales y sociales y en el camino fueron quedando muchos compañeros asesinados por elementos fascistas e incluso por la policía política del régimen. El atentado de Atocha pretendía ser el punto culminante del proceso desestabilizador.

Los asesinos y sus colaboradores eran pistoleros de la extrema derecha afiliados a Fuerza Nueva o próximos a ella. Detrás del atentado estaba el Sindicato oficial del Transporte dirigido por el ultraderechista Albadalejo. Y detrás de todo esto la necesaria trama civil que dio apoyo y medios para realizar el atentado. Esta jamás se investigó sobre todo gracias a las trabas impuestas por el juez Gomez Navarro, que llevo sus trabas hasta posibilitar la huida de unos de los pistoleros, Lerdo de Tejada, al facilitarle un permiso penitenciario que aprovechó para desaparecer. Nunca fue juzgado y hoy en día se desconoce su paradero.

Los abogados laboralistas, relacionados con CCOO y el PCE, jugaron un papel fundamental durante la lucha por las libertades políticas y el proceso de la transicion democrática. Sin ellos miles y miles de trabajadores habrían quedado indefensos ante la represión laboral y política que ejercía el régimen fascista de Franco por sus luchas en favor de las libertades civiles, políticas y laborales. A pesar de ello ha costado trabajo que los políticos herederos del franquismo fueran reconociendo su contribución a la consecución de las libertades y la democracia. El propio monumento al atentado, que reproduce el cuadro de "El abrazo" de Juan Genovés, estuvo vetado por el Partido Popular gobernante del Ayuntamiento de Madrid. Al final solo la presión popular y la contribución económica privada posibilitaron la construcción del  monumento.

A pesar de ello 40 años después siguen habiendo personajes, que desde una falsa equidistancia, pretende ignorar  la contribución democrática  de "los abogados de Atocha" al proceso democrático. Como el caso del Alcalde de Casasimarro, Juan Sahuquillo del Partido Popular, lugar de nacimiento de Ángel Rodriguez Leal, trabajador de Telefonica asesinado ese día. Este personaje pretende dar lecciones de equidistancia negando la posibilidad de colocar una placa en homenaje a Ángel para no herir sensibilidades. Pero esto no es equidistancia, esto es tomar partido por uno de los bando,  el de los asesinos. Porque no se puede ser equidistante entre las víctimas y sus asesinos. Las víctimas son inocentes y los asesinos culpables. Defender esa equidistancia es simplemente ponerse de parte de los asesinos.

Tampoco es de recibo, como hace este personaje, asimilar el atentado de Atocha con los muertos de la guerra civil. Los muertos de la guerra civil tuvieron su origen en el golpe de estado fascista contra la legitimidad repulicana, los asesinatos de Atocha fueron consecuencia del intento de hacer perpetuar la dictadura franquista después de Franco. Se les ve demasiado el plumero a estos reductos de un negro pasado que siguen añorando a esa horrible "España,  una, grande y libre", aunque sin libertad.

Yo estuve junto con otros muchos  compañeros de Telefónica, creo  que hace 15 años, en un homenaje que se realizó a Ángel en Casasimarro y allí no hubo más que sentimientos de solidaridad hacía Ángel y su trayectoria de lucha y no se vió sensación alguna de "herir sensibilidades ". Esas sensibilidades que solo deben estar heridas en la mente del retrógrado Alcalde de Casasimarro y de los añorantes de le negra dictadura cómo él.

Conmemoramos y recordemos a nuestros compañeros abogados y trabajadores asesinados hace 40 años y a todos los que cayeron y sufrieron la represión por el único motivo de defender las libertades democráticas.  Olvidemos a los añorantes de un pasado dictatorial que si que hería las sensibilidades de todos los demócratas. La historia  los pondrá en el lugar que les corresponde.

Salud, República y Socialismo.

lunes, 18 de julio de 2016

La culpa no fue de la República, fue de los golpistas

Todavía pretenden engañarnos y tratan de justificar el golpe militar del 18 de julio de 1936. Porque en todo caso lo errores democráticos se resuelven con más democracia, no cortando de raíz la democracia. 

Hace hoy 80 años que los militares fascistas al mando el asesino Francisco Franco cortaron de raíz la ilusiones democráticas de todo un pueblo. Pretendían justificar su ignominia con el argumento del desorden y el caos a que estaba llevando España el legitimo gobierno de la República. Es el mismo argumento que algunos reescribidores de la historia y políticos de esta derecha nuestra, nos vienen a contar para justificar el hecho más luctuoso de nuestra historia reciente. 

Nunca se puede justificar un golpe militar para resolver problemas democráticos. Estos se resuelve solo con más democracia y con decisiones democráticas. Solo los que no creen de verdad en la democracia pueden llegar a decir semejantes barbaridades. Y en ese grupo están los partidos, como el PP, que se niegan sistemáticamente a condenar los crímenes del franquismo con la excusa de no reabrir heridas. El problema es que no se trata de reabrir heridas.  Se trata de cerrar las que todavía están abiertas. Algunos de estos demócratas de última hora no se recatan, no solo en justificar con falsos argumentos el golpe militar, si no que lo aplauden sin ningún pudor. Como el caso de la concejala del ayuntamiento de Granada del PP, Telesfora Rodríguez, que denomina al golpe militar como "glorioso alzamiento nacional".  Este personaje eso solo una fascista mas, cómplice de los crímenes del franquismo. Pero para ella no hay castigo, no  hay fiscales que la lleven a los tribunales por apología del franquismo. Tampoco habrá, como no ha habido nunca, depuración de responsabilidades por parte del Partido Popular. ¿Para que? si ellos siguen sin condenar los crimenes del franquismo. Sus palabras deben ser libertad de expresión. Para esos mismos fiscales otras palabras se convierten en apología del terrorismo.

Para que haya un verdadero punto y final  es necesario el reconocimiento del daño producido a la democracia y a los que lucharon por defenderla. Es necesario la devolución de la dignidad arrebatada a los miles y miles de republicanos que cayeron en defensa de la legalidad republicana y a los otros miles y miles de demócratas asesinados por el franquismo, simplemente por luchar por los derechos democráticos que se negaban. Mientras que esto no ocurra seguirán habiendo heridas abiertas.

No se trata de un acto de revanchismo, se trata de un acto de justicia. Se trata de que no haya asesinados en las cunetas. Se trata del derecho de los familiares a dar un entierro digno a sus victimas. Se trata de que todos los muertos tenga la misma dignidad. Se trata del reconocimiento institucional de que la guerra civil no la provocó el gobierno de la República, sino el golpe militar de unos militares fascistas. Se trata de condenar los crímenes cometidos por la dictadura franquista. Y mientras eso no se soluciones habrá que seguir reivindicando justicia y reparación, para que de esa manera se cierren definitivamente todas las heridas. Se trata en definitiva de sentar la bases para que nunca más haya un nuevo 18 de julio.

Salud, República y Socialismo.

miércoles, 4 de mayo de 2016

1976 Historia de una lucha obrera


En estos días los telefónicos conmemoramos el 40 aniversario de unas movilizaciones que, junto a otras muchas en ese periodo, impulsaron el cambio político en España. Porque a pesar de que algunos se empeñen en reescribir la historia, la democracia no nos vino dada porque un día un Borbón y un presidente de gobierno se acostaran con la camisa azul y se levantaran con el pijama de demócratas de toda la vida. La democracia no fue un regalo, no la ganamos a pulso esa casta obrera y ciudadana del 76. Esta es la historia de una de aquellas luchas que impulsaron en cambio político.
1976 fue el año de las grandes movilizaciones obreras. El dictador Franco  había muerto unos meses antes y los  anhelos de democracia y libertad de los españoles se expresaban en las movilizaciones en los centros de trabajo y la calle.
En junio de 1975 se habían convocado elecciones sindicales en el sindicato vertical franquista, único permitido que integraba obligatoriamente a todos los trabajadores junto a sus empresarios. Las clandestinas Comisiones Obreras decidieron participar organizadamente en las mismas para utilizar las mínimas posibilidades legales para avanzar en la conquista de las reivindicaciones concretas y de las libertades democráticas. En la entonces Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) los miembros de CC.OO. no podían estar al margen de ese proceso y decidieron participar en las elecciones sindicales bajo la cobertura de las Candidaturas Unitarias y Democráticas (CUD).
A pesar de las muchas trabas, que tanto la dirección de la empresa como  del régimen, impusieron para impedir la presentación de los/as candidatos/as de las CUD, así como notables injerencias durante la campaña electoral para favorecer a los candidatos oficialistas, los resultados de las CUD fueron excelentes. Sobre todo en Cataluña, País Vasco, Dirección Regional Centro y Dirección Regional de Levante. Los resultados obtenidos permitieron que el nuevo Jurado Único de Empresa (JUE) pasara de ser un órgano al servicio de la empresa a ser un órgano de reivindicación y defensa de los intereses de los trabajadores de la CTNE.
El detonante de las movilizaciones fue la negociación del VII Convenio Colectivo, aunque no se puede substraer el componente político de todas las movilizaciones realizadas en aquella época, la consecución de un estado libre y democrático. Desde el inicio de la negociación los miembros de las CUD imprimieron un carácter distinto a la negociación potenciando la participación de los trabajadores en las asambleas de centro de trabajo. Producto de ello fue la elaboración de la plataforma reivindicativa de 12 puntos y presentada por el nuevo JUE en la comisión negociadora con la empresa.
Las movilizaciones tuvieron tres fases. La primera en el otoño de 1975 para conseguir un plus de carestía de la vida, la segunda durante el mes de enero en defensa de un adelanto a cuenta del convenio colectivo y la tercera y más álgida, desde mediados de marzo a finales de abril, en defensa de la plataforma del convenio colectivo.
La cerrazón de la dirección de la empresa provocó que durante esa última fase se produjeran paros, asambleas masivas dentro y fuera de la empresa, manifestaciones  y concentraciones de trabajadores en la calles, muchas de ellas con enfrentamiento con las fuerzas del orden público e incluso bloqueo de las comunicaciones telefónicas. La contundencia de las movilizaciones y su prolongación en el tiempo, estuvieron apunto de provocar el colapso de las comunicaciones telefónicas en España.
Las movilizaciones y huelgas de aquel periodo tuvieron un carácter especial, el asambleario. Aunque el JUE, controlado por los miembros de las CUD, marcaba unas pautas de movilización, las acciones finales se decidían en asambleas provinciales e incluso de centro de trabajo. Por esta razón casi nunca hubo homogeneidad en las acciones que se llevaron a cabo. Lo que por otro lado no dejó de ser ventajoso, porque durante casi un mes y medio hubo movilizaciones y paros en algún lugar de la empresa.
La cerrazón de la empresa estaba en perfecta sintonía con las autoridades laborales del régimen para romper las movilizaciones y la huelga. El 12 de abril de 1976 la Dirección General de Trabajo dictaba Decisión Arbitral Obligatoria con lo que se ponía fin a la negociación colectiva. Esto, evidentemente, motivo que las movilización fueran decayendo, siendo las propias asambleas de los trabajadores las que determinaron el fin de las movilizaciones.
La movilización se tradujo en una rotunda victoria en el terreno reivindicativo, aunque se tuviera que pagar un alto precio en sancionados y despedidos; y en la credibilidad de cientos y cientos de hombres y mujeres, que bajo las siglas de la CUD se sacrificaron por el conjunto de los trabajadores y trabajadoras de Telefonía, dando ejemplo de honestidad, responsabilidad y ética sindical.
Y también significó la derrota del modelo sindical antidemocrático de la dictadura, basado en la conciliación de interés con los empresarios, corrupto y al margen de la participación de los trabajadores y el despegue del sindicalismo de clase, defensor de los intereses de los trabajadores a los que representa.
Luego vino la lucha por la amnistía laboral de los/as 51 despedidos/as, 74 trasladados/as y 124 sancionados/as. Una larga lucha en la que CC.OO. no iba a dejar en la cuneta a las/as compañeros/as que dieron lo mejor que tenían en defensa de todos los trabajadores. Hasta que el 30 de diciembre de 1981 se alcanzó el acuerdo escalonado de amnistía plena en la empresa. El último de los despedidos reingresaría el 19 de abril de 1982
La huelga de Telefónica sirvió para que el incipiente movimiento obrero en la Empresa sentara las bases del futuro sindicalismo en Telefónica. Un huelga que combinó la lucha por las reivindicaciones más inmediatas con las más políticas de democracia y libertad y significó la puesta en práctica de un sindicalismo asambleario, con sus lógicas deficiencias. La principal de ellas, la falta de coordinación de las acciones y de dirección sindical homogénea del proceso de negociación y presión.
El tiempo ha demostrado que el desarrollo de la lucha de aquellos días y su desenlace, con sus aciertos y sus errores, fue, en términos generales, acertado. Sobre todo porque constituyó un impulso para la consecución de las libertades sindicales y democráticas de este país.
Salud República y Socialismo

domingo, 6 de diciembre de 2015

La burrada de la semana, Esperanza Aguirre

A algunos, en este caso a algunas, les gusta añorar nuestro oscuro pasado reciente, porque cada vez que tienen oportunidad pretenden reescribir la historia de ese periodo negro. Si alguien se destaca en esa actitud, es Esperanza Aguirre. 

A Aguirre, tan defensora ella de hacer cumplir la ley, no le gusta que se cumpla la ley de Memoria Historia. Aunque eso de cumplir la ley es un decir, porque a ella lo que verdaderamente le gusta es que las leyes, sobre todo las que ellos imponen, las cumplan otros. Ella opina que la ley de Memoria Histórica fue una malhadada ley y  que por lo tanto lo mejor que se puede hacer es no cumplirla o ponerle palos en las ruedas. Por si no lo sabe, o no lo quiere saber, con esa ley tan solo se pretende devolver la dignidad robada a los defensores de la legalidad republicana asesinados por la dictadura franquista.

Todo esto viene a cuento de la intención del Ayuntamiento de Madrid, a propuesta de grupo Socialista, de hacer cumplir la ley de Memoria Histórica y revisar el callejero eliminando todos los nombres de calles que tengan relación con el franquismo, tal como se explicita en dicha ley. Pero ella considera, en su articulo de El Confidencial "Las calles de Madrid", que eso es restaurar en Madrid la Inquisición y  que "Cuando los socialistas se quedan sin propuestas y quieren llamar la atención de los ciudadanos, desempolvan el fantasma de Franco en alguna de sus formas". Ni se trata de desempolvar el fantasma de Franco, esta muy bien en el infierno, ni de llamar la atención. Se trata simplemente se hacer cumplir la ley, esa misma ley que allí donde gobierna el Partido Popular no se cumple o se dan largas para cumplirla.

Pero esto no es lo mas grave que la lideresa, en sus agónicas horas de capa caída, ha dicho en su apología del franquismo. Dice Aguirre que “Los socialistas de hoy pretenden explicar la Guerra Civil como una guerra entre los buenos y los malos, en la que los buenos fueron muy buenos y los malos fueron muy malos, y, además, ganaron”. Y añade: “Esta explicación de la Guerra Civil implica dos consecuencias: que la II República fue un régimen idílico, y que el Franquismo fue impuesto por la fuerza a todos los españoles”.

Lo que Aguirre se niega a reconocer es que lo historiadores ya han explicado la  historia de manera objetiva. Y casi nadie habla de buenos, buenísimo y de malos malísimos. Pero si se habla de los que defendieron la legalidad republicana y de los que con un golpe de estado derrocaron esa legalidad e impusieron una sangrienta dictadura. La II República posiblemente no fue un régimen idílico, pero si un régimen que posibilitó los mayores logros sociales y políticos hasta ese momento y permitió la alternancia democrática en el poder. La derecha gobernó también en un periodo, que la historia ha denominada como el "bienio negro", por algo será. Un periodo que se distinguió por desmontar todos los logros sociales conseguidos con el anterior gobierno. Algo parecido a lo que ha estado haciendo Rajoy y el PP en estos últimos cuatro años con nuestra querida España. Se ve que es consustancial a  la derecha de nuestro país.

Que ahora pretenda Esperanza Aguirre reescribir la historia negando que "el Franquismo fue impuesto por la fuerza a todos los españoles”, denota dos cosas: la primera las veleidades y connivencias de Aguirre con la dictadura franquista y la segunda una gran mentira para justificar el franquismo. No parece que los españoles republicanos recibieran el golpe de estado de Franco con los brazos abiertos, ya que de ser así no hubieran hecho falta 3 años de guerra fratricida, ni se tuvieran que haber exiliado más de medio millón de españoles o lo peor haber asesinado a cientos de miles de españoles en la posguerra. A Esperanza Aguirre posiblemente le gusten las dictaduras, pero solo las de un signo, las que imponen contra la voluntad de los pueblos los militares golpistas.

La dictadura franquista solo fue asumida de buen grado por los grandes empresarios que financiaron el golpe o la clase alta española, que esperaban recoger los beneficios si el golpe triunfaba. Sus descendientes como Mayor Oreja, del PP, estaban muy complicados con el franquismo cuando sostenía que "la dictadura fue una época de extraordinaria placidez". De extraordinaria placidez para quienes no necesitaban para nada las libertades democráticas, ni de prensa, ni sindical, ni religiosa, ni de ningún otro tipo. Para los que como Aguirre estaban entre esa privilegiada minoría que vivía desahogadamente y protegidos por el régimen.

Esperanza Aguirre, a la que tanto le gustan las democracias anglosajonas debería tener en cuenta que en esos países una declaraciones como las suyas le hubiera significado el abandono de la política. Que en Alemania o en Italia sería impensable para un político justificar ni minimamente el nazismo  de Hitler o el fascismo de Mussolini, pero por desgracia España es diferente. Tan diferente que a estas alturas de la historia el Partido Popular sigue sin condenar el franquismo y sus crímenes.

Salud, República y Socialismo.

domingo, 22 de noviembre de 2015

La burrada de la semana, Bertín Osborne

La derecha española esta obsesionada con el olvido, pero solo con el olvido de los otros. Cada vez que se les pregunta por la memoria histórica siempre acuden al mismo argumento, el olvido. Es lo que le ha pasado esta semana a Bertín Osborne.

Ante el comentario de Gemma Nierga, en referencia a la entrevista que él hizo a Carmen Martínez Bordiu de "¿Pero cómo vamos a olvidarnos de que mató a familiares de gente que ahora está escuchando?", la respuesta de Bertín fue: "A mí me mataron a siete tíos carnales en Paracuellos. Yo sí me he olvidado y si me olvido yo, se pueden olvidar los demás".

Bertín no se quiere dar cuenta de que  hay una gran diferencia entre unos muertos y otros. Mientras unos, los suyos, han sido merecedores por el régimen franquista de honores y reconocimientos, los otros, los que defendían la legalidad republicana, siguen enterrados en las cunetas o en las tapias de los cementerios. No sabe, o no quiere saber, que todavía hay en España más de dos mil fosas comunes donde están los restos de esos defensores de la legalidad republicana. 

Bertín no quiere enterarse de que los familiares de los asesinados por el franquismo no podrán olvidar mientras sus familiares no recuperen la dignidad arrebatada, mientras sigan abandonados en cunetas y tapias de cementerios. No pueden olvidar que este gobierno, el de Mariano Rajoy y el Partido Popular, enterró la ley de Memoria Histórica al retirar todos los medios económicos para su desarrollo. Porque este gobierno parece que se siente muy cómodo  siguiendo sin condenar los crímenes del franquismo.

Tampoco quiere interesarse de que los familiares de los asesinados no tienen ámino alguno de reabrir heridas. Ellos lo único que pretenden es que todos los muertos de la guerra civil tengan la misma dignidad. Es muy fácil decir que “¡No podemos sacar esto otra vez, cincuenta años después, ha habido muertos por todos los lados, no podemos estar otra vez con las dos Españas! ¡Que estaba superado ya, hace muchos años!”. Superado ¿por quienes? ¿Por los que desde el primer día han podido honrar a sus muertos mientras negaban que los otros pudieran hacer lo mismo? Lo terrible es que cuarenta y menos años después se siga impidiendo que los asesinados por los golpistas salgan de las cunetas y  las tapias de los cementerios en que se encuentran. Una realidad motivada porque el PP retira los medios que deberían desarrollar la ley de Memoria Histórica.

Se olvida también Bertín que unos muertos son consecuencia de la venganza de los vencedores, mientras que los suyos, los que se sublevaron,  son solo la consecuencia de un enfrentamiento bélico. Las dos Españas solo la mantienen quienes pretenden que siga habiendo diferencias entre unos muertos y otros. Aunque esas diferencias honren a los que defendían la legalidad republicana y las libertades democráticas y no dejen en buen lugar a los que pretendían conculcar esa legalidad e imponer un régimen de terror.

Son muchas las discriminaciones y agravios como para que se pueda olvidar tan fácilmente como pretende Bertín Osborne.

Salud, República y Socialismo.

viernes, 20 de noviembre de 2015

40 años después de 40 años

Tal día como hoy, 40 años después de 40 años de dictadura (aunque no fueron 40 años, con esta cifra se simbolizó la duración de la dictadura), moría en la cama el sangriento dictador Francisco Franco.

En este día no hay nada que celebrar ni que conmemorar, al menos cualquier demócrata que se digne, pero si que recordar para no perder la memoria de lo que fue la más sangrienta y terrorífica dictadura sufrida por españoles. Han nacido dos generaciones de españoles/as después de la muerte del dictador. La mejor cura para que no se repita la historia es el conocimiento de saber en que consistió la terrorífica dictadura. 

Los que pretenden reescribir la historia ponen en plano de igual responsabilidad al gobierno republicano y los golpistas. Pero eso es la gran mentira, la única responsabilidad es la de los militares golpistas encabezados por Franco que se levantaron contra la legalidad republicana, y que una vez ganada la guerra civil impusieron una sangrienta dictadura que se saldó con 200.000 asesinados y medio millón de exiliados forzosos.

Lo que vino después fue un estado represivo y policial donde las más elementales libertades y derechos civiles fueron suprimidas. Vigilados permanentemente por una policía política y tribunales de excepción, el Tribunal de Orden Público (TOP), que juzgaba y condenada a durísimas penas de cárcel y de muerte a quienes tuvieran la osadía de oponerse a los dictados del dictador. Y además nos impusieron el nacionalcatolicismo, la supremacía de la iglesia católica sobre todos los ámbitos sociales y políticos de la sociedad. Por eso siento tristeza cuando los nuevos políticos menosprecian a los políticos que se jugaron su libertad y su vida por conseguir la libertades democráticas y hacen tabla rasa de todos, llamándoles la casta del 78. Políticos a los que no reconocen que gracias a ellos, los nuevos han alcanzado un nivel educacional y político que les permite hoy estar en política.

Luego vino la otra gran mentira, la democracia nos la regalaron el Borbón padre y Suárez. El Borbón padre solo tuvo el merito de jurar los Principios Fundamentales del Movimiento (fundamentos ideológicos del franquismo) dos días después de la muerte del dictador, para así asegurarse la corona del reino de las Españas. Suárez tampoco nos regaló la democracia, aunque tuviera un papel importante en el proceso de la transición democrática. La democracia vino dada por el esfuerzo previo de muchos militantes progresistas y sobre todo del PCE que se jugaron la libertad y la vida para sentar las bases del futuro estado democrático español. Y sobre todo fueron determinantes las grandes movilizaciones obreras y sociales de los años 1976 y 1977. Unas movilizaciones que fueron aglutinadas por las heroicas y clandestinas Comisiones Obreras. Movilizaciones que fueron posible por la victoria de las Candidaturas Democratizas y Unitarias impulsadas por las Comisiones Obreras en las elecciones sindicales de 1975, sobre todo en las grandes empresas del país. Ese estado de movilización casi permanente de los años 1976 y 1977 fue lo que dio el gran impulso al cambio político en España.

Hoy en cualquier país minimamente democrático estaría prohibido hacer exaltación del franquismo y de Franco como esta prohibido hacer exaltación del nazismo y de Hitler en Alemania o del fascismo y de Mussolini en Italia. Pero nosotros tenemos que ser diferente y permitimos que se hagan cenas en homenaje al dictador. Un país que institucionalmente no ha hecho una condena de la dictadura y su crímenes no es un país serio y comprometido con la libertades democráticas, como tampoco lo es que el partido que nos gobierna siga sin hacer una condena expresa de la dictadura y sus crímenes, y reduzca a papel mojado la ley de Memoria Histórica por dejarla sin medios económicos para su desarrollo.

Mientras no rompamos definitivamente con ese nuestro negro pasado reciente, mientras no restituyamos la dignidad de los asesinados por defender la legalidad republicana y las libertades democráticas, no podremos pasar esa pagina de nuestra historia y reconciliarnos con nosotros mismos.

 Salud, República y Socialismo.

domingo, 8 de noviembre de 2015

La burrada de la semana, Albert Rivera

La derecha española lo tiene muy claro, que no le toquen sus orígenes. Da igual que sea la derecha azul o la derecha naranja y si no que se lo pregunten a Albert Rivera, líder de Ciudadanos.

La organización de Ciudadanos en Calatayud se ha negado a quitar la medalla de oro de esa ciudad al dictador Francisco Franco. Una actitud que ha sido respaldada por el presidente de Ciudadanos,  Albert Rivera, con el argumento de que "no está a favor de abrir un debate sobre la memoria histórica". La justificación con la que defiende  su posición es que acepta “que la Transición sea el punto de partida donde hubo un acuerdo entre los españoles según el cual no había vencedores ni vencidos”.

No se donde le habrán contado a Albert Rivera la historia de la transición española. Seguramente habrá sido en algún curso de verano de las Nuevas Generaciones de PP. Porque la Transición española no finiquitó el debate de vencedores y vencidos. Siguió habiendo vencedores porque ellos continuaron con los honores y las glorias de sus partidarios, vivos o muertos. Mientras que los vencidos continuaron con el estigma de su condición  y con sus muertos en las cunetas y sin recuperar la dignidad que, como luchadores por la libertad, merecían.

No se trata de de abrir nuevos debates sobre la memoria histórica que el parece desconoce cuando afirma que “la historia de los españoles la escriban los españoles, y no que cada ayuntamiento se dedique a poner o quitar calles, bustos y medallas”. Con esta afirmación el líder de ciudadanos demuestra un rotundo desconocimiento de la ley de Memoria Histórica que en su Art 15 dice taxativamente que las autoridades “retirarán (no dice, “procurarán”, o “intentarán”) esas placas, símbolos, medallas u honores". Por tanto él, que se jacta tanto del deber de cumplir la ley, lo que debería hacer es no poner piedras en el camino y hacer cumplir la ley, en este caso la ley de la Memoria Histórica

Pero es que la posición de Rivera y Ciudadanos no es producto de calentón verbal alguno o un desliz pasajero. Días después en el programa La Sexta Noche un ciudadano le hizo la siguiente pregunta: "Yo soy nieto de don Paulino Gómez Ruiz, labrador, ¿qué va a hacer usted para que mi bisabuelo salga de la fosa común?" la contestación del líder de Ciudadanos fue clarificadora: "Lo que voy a hacer es que usted pueda reivindicar eso como ciudadano español" ¡Faltaría mas! Que ahora venga el bueno de Albert a decirnos que es lo que podemos reivindicar o no. Lo que viene a significar que, si, si, usted reivindique que yo haré lo que me de la gana. O sea dejar las cosas como están.

Todo esto indica que o Albert Rivera desconoce la ley o que piensa igual que el PP. Porque no se traba de reabrir debates ni heridas, que, quiera él o no, siguen estando abiertas, al menos las de una parte. Se trata de algo tan simple como devolver la dignidad de todas las personas que lucharon y fueron asesinadas defendiendo la libertad y la legalidad republicana. Porque los otros nunca perdieron la dignidad. Porque, lo quiera o no Albert Rivera, no se cerrarán las heridas hasta que todos, vencedores y vencidos, tengan igualdad de trato y sobre todo mientras siga habiendo republicanos asesinados y enterrados en las cunetas.

Albert Rivera, la gran esperanza blanca de la derecha española, está demostrando día a día que las diferencias entre su partido y el Partido Popular se hacen cada vez más estrechas. La marca blanca del Partido Popular no solo quiere disputar el centro político, si no que pretende adentrarse en la tenebroso senda de la derecha española más rancia, la que representa el Partido Popular.

Salud, República y Socialismo.

viernes, 19 de junio de 2015

Rajoy va por el buen camino

No me queda mas remedio que reconocerlo, Rajoy va por el buen camino. Los cambios acometidos en su partido llevan ese fin. El problema, para él, es que los beneficios de esos cambios solo los va a capitalizar la izquierda.

Rajoy se empeña en que su problema es una problema de maquillaje, que se soluciona con ir a un esteticista, por eso ha quitado a lo más casposo de su anterior equipo, el Floriano, y ha puesto al frente a un grupo de pijos niños bien. El sigue empeñado en que su problema es de comunicación y por eso cambia al comunicador. Aunque parece que empieza a darse cuenta de que el problema de la corrupción generalizada de su partido le ha pasado factura.

Pero el problema, para él,  no es que empiece a darse cuenta de que la corrupcion pasa factura. El problema es que piensa que la corrupcion se soluciona comunicando mejor y no combatiéndola de raíz, siendo intolerante con la corrupción. El problema, para él, es que ha reaccionado demasiado tarde y ya no le queda margen de maniobra ni credibilidad. No es nada creíble que durante tres año y medio haya sido complaciente con la corrupción generalizada de su partido y ahora en unos pocos meses pretenda, mediante la comunicación, convertirte en adalid contra la corrupcion. 

La política de recortes aplicada contra la mayoría social no se soluciona explicándolo mejor. Porque la ciudadanía de a pie no quiere que le expliquen mejor porque ellos han sido los exclusivos pagadores de una crisis de la que no tienen responsabilidad. Quieren que se rectifique y se restituya los derechos robados. Y como Rajoy no quiere cambiar su policía económica y social, porque está muy orgulloso de haberle apretado las tuercas a los españoles de a pie, entonces el problema no tiene solución, por mucho que nos lo explique mejor.

Y cuando vemos que el cambio a la caspa son unos niños pijos bien, entre los que hay un imputado y un bocachanclas, pues el problema se le complica un poco mas. Porque no se puede ser un hipócrita de la política. No se puede criticar y exigir la dimisión, que si hay que criticar y exigir la dimisión, de alguien que, como el concejal Zapata, se burla del holocausto judío -aunque sea en el contexto de un debate sobre el humor negro. Hay limites que no se pueden traspasar.- y luego poner de Vicesecretario de Comunicación a Pablo Casado que dijo cosas como que la gente de izquierdas son "unos carcas" porque están "todo el día pensando en la guerra del abuelo" y "en la fosa de no se quién", Porque en esas fosas están los que un día defendieron la legalidad republicana y fueron fusilados por ello. Y esos comentarios hieren la dignidad de esas personas y los sentimientos de sus familiares y de todos los que nos consideramos herederos de la II República. O más reciente poner en su twiter "Metes a un moro, un negro y un gitano en un coche, ¿quien conduce?... La policía." Eso como se denomina, ¿chiste malo o xenofobia?

No se puede tener doble vara de medir, porque si a Zapata  se le exigió dimitir, y dimitió, se disculpó y pidió perdón a los ofendidos, al pijo de Casado le está faltando tiempo para dimitir, disculparse y pedir perdón a los ofendidos. Por eso los cambios de Rajoy en la dirección del PP, no son ni tan siquiera una operación de maquillaje, porque no han aguantado ni las últimas lloviznas primaverales. Pero nada, que Rajoy siga convencido que todo es un problema de comunicación y todo lo fie a que su cuarteto de pijos le lleve a la victoria en las próximas elecciones generales. Lo del 24 de mayo se va a quedar pequeño como sigan así.

Porque además de la poca visión política que demuestra Rajoy, en el medio año que queda para las próximas elecciones, el cambio político que se ha producido en ayuntamientos y comunidades autónomas, se va a empezar a materializar. Los ciudadanos, esos a los que Rajoy ha puteado en su legislatura, empezarán a ver la diferencia existente entre la política y las formas de hacer política del Partido Popular y la de los que él llama izquierdistas radicales y antisistemas. Ya estamos viendo que hay una nueva forma de hacer política, alejada de los privilegios en los que se movían los peperos y se irán viendo que las nuevas instituciones se ponen al servicio de los problemas de las gentes más desfavorecida, aunque luego haya dificultades para resolverlos. Pero al menos hay voluntad de llevar un cambio profundo en las instituciones. Y a poco que eso se materialice, de nada de va a valer  a Rajoy el pretendido lavado de cara que intentaran llevar a cabo su troupe de niños piojos bien. 

Rajoy sigue así que vas por el buen camino. Para mayor gloria de la izquierda.

Salud, República y Socialismo.

lunes, 11 de mayo de 2015

Albert Rivera, ese chico bien al que se le va viendo el plumero

Hoy se nos ha desatado Albert Rivera, el líder de C's y nos ha marcado el pedigrí que tienen que tener aquellos que pretendan liderar la regeneración democrática.

Dice Albert Rivera que la regeneración democrática "sólo puede ser encabezada por los que han nacido en democracia". Es decir que solo los que han nacido después de 1978 están en condiciones de regenerar el país. Esto no es solo un despropósito, sino que además irreal. Es un despropósito porque ser joven es tan solo sinónimo de tener menos años. Y esto es a la vez una ventaja y un problema, porque si bien cuanto menos años se tenga es menos probable ser un corrupto, también es cierto que tener menos años significa tener menos experiencia en todos los ámbitos de la vida. Por tanto es una tontería, por no decir otra cosa, menospreciar a una parte de la ciudadanía para el ejercicio de la política solo por haber nacido antes de 1978.

Es irreal porque defender y luchar por la regeneración democrática no tiene nada que ver el cambio generacional. Es cierto que hay muchos jóvenes que al grito de "no nos representan" repudian las corrupciones en las que se ven inmersos un parte de nuestros políticos y reniegan de la falta de participación en la política que esos políticos imponen a la ciudadanía. Pero también hay jóvenes a los que la corrupción política les parece algo normal, como yo supongo les debe parecer a todos aquellos jóvenes o los nacidos después del 78, que a pesar de la enorme losa de corrupcion que aplasta al Partido Popular continúan votándoles. Del mismo modo hay muchos políticos que luchan día a día de forma activa y con su ejemplo contra la corrupcion política. El problema está en la permisividad que determinados partidos políticos tienen con la corrupción. Esos partidos que tan solo se levantan contra la corrupción cuando pillan en un renuncio a alguien ajeno a su organización, mientra que los suyos son simples manzanas podridas que ya no están en su organización.

Dice, además, el líder de C's que la regeneración la tienen que liderar personas sin mochila. Eso no es solo una tontería sino falta de visión política. La mochila esta llena de lo que cada uno ha hecho a lo largo de su vida y tenerla vacía no es ningún merito, porque en el mejor de los casos solo significa que no has hecho nada de valor en la vida. Yo estoy orgullo de ser de la generación predemocrática. Porque es gracias a esa gente como Marcelino Camacho, la Pasionaria, Cayo Lara y muchas más que se ha hecho posible que personas como Albert Rivera hoy puedan estar en política. Porque toda esa gente que pusieron en juego su libertad e incluso su vida por la defensa de las libertades democráticas, tienen una mochila muy grande, llena de valores democráticos. Esos valores y esas convicciones ideológicas son las que les hacen seguir luchando por profundizar esta democracia imperfecta en la que vivimos. De igual manera que ayer dedicaron su vida a luchar por las libertades democráticas hoy trabajan para profundizar en la democracia que entre todos construimos y luchan contra esa lacra que es la corrupcion política.

No nos equivoquemos, Albert Rivera es tan solo un chico bien representante de la burguesía catalana y que defiende, bajo ese lustre de moderno, a los que representa y para ello tan solo hay que analizar sus propuestas económicas. Yo lo tengo claro ser joven no es ningún valor en si mismo, lo que si es un valor, un gran valor, es tener una enorme mochila llena de valores democráticos, de un gran bagaje de compromiso social y político a favor de los más desfavorecidos, de lucha contra las desigualdades sociales y de un gran compromiso de hacer de la política lo que debería ser, una función social y no un medio para hacerse rico. Esa última forma de entender la política es lo que genera la corrupcion.

Entre la mochila vacía de Albert Rivera y la llena de Cayo Lara, Coordinador General de IU, yo, sin pensarlo, me quedo con la de Cayo. Y por supuesto con la mochila medio llena, por aquello de la edad, de Alberto Garzón.

Salud, República y Socialismo.

martes, 14 de abril de 2015

14 de abril, ¡Viva la República!

Un nuevo 14 de abril, una nueva conmemoración de la instauración de la II República española. Con cada nueva conmemoración se hace más evidente el deseo de un cambio del modelo de estado español.
 
La Constitución del 78 está agotada y solo un nuevo proceso constituyente puede dar solución a ese agotamiento. Un proceso constituyente que debe abrir sin complejos el debate del modelo de estado. Y en ese proceso no se puede ser equidistante entre los dos modelos de estado posibles, monarquía o República. Porque el debate no es baladí, una opción representa lo viejo, lo antidemocrático, la pervivencia de la sociedad desigual y el mantenimiento de los privilegios de los poderosos y la iglesia católica, la otra opción representa un mundo nuevo, un nuevo país, la democracia participativa la lucha contra las desigualdades sociales y la eliminación de los privilegios de los poderosos y la iglesia católica.
 
Yo e IU apostamos sin complejos por un proceso constituyente que tenga como objetivo un nuevo país y un nuevo modelo de estado, la República de mujeres y hombre libres e iguales. Libres e iguales ante la ley y ante los derechos democráticos. Porque me niego a seguir siendo un ciudadano de segunda por el hecho de no haber nacido en el seno de la familia Borbón.
 
No quiere un estado donde la figura de su jefatura sea inviolable ante la ley, donde sus ingresos no puedan ser fiscalizados y donde la opacidad sea la norma de su gestión. Y sobre todo no quiere una jefatura del estudia en la que su único mérito para acceder a la misma sea el haber nacido en el seno de una determinada familia, la familia Borbón. Una familia que no se ha caracterizado, a lo largo de la historia precisamente por la buena gestión ni por su buena conducta ética y moral.
 
Reivindico el derecho a equivocarme y también a poder rectificar. Porque a un jefe de estado corrupto elegido democráticamente se le puede destituir, a un monarca no. Ya tenemos bastante experiencia en nuestra historia patria. Las monarquías son instituciones obsoletas y no vale el argumento, el único, de que las monarquías dan estabilidad institucional. Lo que da verdadera estabilidad institucional es la posibilidad de elegir y poder de revocación de los elegidos.
 
Porque la República no significa exclusivamente un cambio en el modelo de estado. Desde el espíritu republicano significa mayor democracia, justicia social, igualdad efectiva ante la ley, estado laico, separación efectiva iglesia-estado y derechos civiles plenos para toda la ciudadanía. Por eso no se puede ser equidistante entre monarquía y República porque una representa la sociedad de los privilegios y la otra representa la sociedad de la igualdad efectiva de todos los ciudadanos. Por eso yo me reclamo republicano y por eso aspiro a que más pronto que la III República Española sea una realidad.
 
Salud, República y Socialismo.

miércoles, 18 de junio de 2014

Y será rey, pero empieza mal

A partir de las doce de la noche el Borbón padre dejará de ser rey de España y su hijo Felipe heredará la corona y la inviolabilidad de la que gozaba su padre, como otros heredan el cortijo de su padre. Pero eso no les da derecho a ostentar una responsabilidad institucional, como al Borbón hijo.
 
Todos los monárquicos le alaban lo profesional que es y lo bien preparado que está. Pero no parece que eso no le sirva para empezar de manera diferente. Cuando a alguien tienen que protegerle 7.000 policías y tiene que desfilar en coche cerrado y por supuesto blindado, no da mucho  la imagen de proximidad, de complicidad con la ciudadanía.
 
Cuando se prohíben la exhibición de banderas y otros signos republicanos, cuando se prohíben concentraciones republicanas, en el día de la proclamación real, ante un falso e hipotético peligro de altercado público, no se esta dando un ejemplo de convivencia y de respeto democrático ante el que piensa diferente y lo quiere  expresar de manera pacífica en la calle.
 
 
Cuando se amenaza con identificar  todo aquel ciudadano que huela mínimamente a republicano, se esta conculcando el derecho a la libre circulación y la libertad de expresión de los ciudadanos y se están empleando actitudes mas propias de un régimen autoritario que de una democracia parlamentaria. En definitiva se está utilizando la legislación para meter miedo en el cuerpo a la ciudadanía y evitar que expresen su rechazo a una forma de estado en la que no creen.
 
Cuando se va a acudir a la proclamación real con el uniforme de Capitán General de las fuerzas armadas, en lugar de ir con traje civil, se está dando una imagen autoritaria de lo que representa la jefatura del estado. Porque debería recordar el heredero que el será Capitán General de las fuerzas armadas porque será el jefe del estado español y no al contrario, es decir que será jefe del estado porque será Capitán General.
 
Por estás y otras razones no empezará bien su reinado, porque a pesar de toda su "profesionalidad y magnifica preparación", no ha sabido sustraerse de los vicios pasados e influir en que la jornada de la proclamación sea una jornada de libertad de expresión, tan derecho constitucional como el suyo a ser rey, aunque a algunos no nos guste. Tampoco ha sabido estar a la altura de las circunstancias ante el padecimiento de los españoles ante la política de recortes del Partido Popular. Jamás se le ha escuchado un reproche a esas políticas  a pesar de lo que ha supuesto para millones de españoles. Parece que no va con él la desigualdad social, los recortes en los servicios públicos, la actitud del BCE o el FMI, por poner unos pocos de ejemplos. Ha actuado como cualquier otro privilegiado de la sociedad. De un jefe del estado se debería esperar mas.
 
Mañana será proclamado rey, pero yo seguiré sin reconocerle como no reconocí al que hoy ha abdicado, porque todo será legal pero en ambos casos se carece de legitimidad, de la legitimidad que da el ser elegido por sufragio universal. Será rey pero empezará mal, como cuando se burlaba de una ciudadana que le pedía que promoviese un referéndum sobre la forma de estado y el concluyó el tema con un irónico "Desde luego, ya has conseguido un minuto de gloria". 
 
Hoy mas que otros días,
 
Salud, República y Socialismo.

lunes, 16 de junio de 2014

IU y el Borbón boicotean la proclamación

Como no creo que en IU nos hayamos vuelto monárquicos de la noche a la mañana, cabe pensar que el Borbón, tras su abdicación, se haya vuelto republicano, dado que va a hacer lo mismo que los diputados de la Izquierda Plurar: boicotear el acto de proclamación del Borbón hijo.
Bromas aparte lo de IU es una cuestión de coherencia, lo del Borbón es una cuestión de imagen.
Rápidamente los defensores de la monarquía y sus voceros han salido al ataque y acusan a IU de deslealtad institucional. Eso en tan solo un formalismo hipócrita que pretende que se visualice la actitud de IU como de rabieta testimonial. Pues no, no es una rabieta testimonial, la actitud de IU es producto de su coherencia sobre unos de sus principio fundacionales, el republicanismo militante.
Cuando una organización política como IU toma la decisión de cuestionar la forma de estado de este país por coherencia política, eso tiene que tener consecuencias posteriores y la primera consecuencia debe ser no dar carta de naturaleza a una institución que está en contra de los más elementales principios democráticos. La monarquía, como forma de estado, es la menos democrática de las instituciones políticas. Sencillamente no es democrática porque su legitimidad no se basa en el sufragio universal sino el derecho de sangre, en la herencia genética.
El acto de proclamación es algo más que una acto institucional, significa la acatación de una forma de estado con la que IU y una gran parte de la ciudadanía española tiene una actitud de confrontación y rechazo. Por eso, por coherencia política, está mas que justificado que los diputados y senadores de la Izquierda Plural no asistan a ese acto, porque no pueden ni deben dar carta de naturaleza a una institución que rechazan, que rechazamos, por antidemocrática.
También acusan a IU de que su posición ante la proclamación del próximo Borbón supone la ruptura del pacto constitucional, en el que el PCE participó de forma muy destacada. Ante esto caben tres objeciones importantes.
La primera que el PCE es tan solo una parte de lo que representa IU y una parte mas pequeña de lo que representa la Izquierda Plural, por tanto no puede ser exigible a un conjunto lo que le implicaría tan solo a una parte.
La segunda es que el pacto constitucional de 1978 no atañe solo al modelo de estado, sino al conjunto de la Constitución española. Pero esta es pisoteada de manera permanente por los defensores de la teoría del pacto constitucional. El pacto constitucional es algo mas que el pacto sobre una forma de estado. Es el derecho al trabajo, el derecho a una vivienda digna, a la salud, al bienestar social, a la educación, etc. y estos derechos son pisoteados todos los días, sobre todo desde el inicio de la crisis económica, por los gobernantes que reclaman el cumplimiento del pacto constitucional y a la vez cambian el articulo 135 de la constitución para garantizan el pago de la deuda a los inversores, en contra de garantizar el bienestar de la ciudadanía. ¿Con que argumento se le puede exigir a IU el cumplimiento de una parte de ese pacto y no se le exije a los partidos monárquicos, PP y PSOE, el cumplimiento de la mayor parte del mismo?
Y la tercera es que la vigencia de un pacto constitucional, no escrito, no puede ser eterna. La sociedad cambia y con ella deben cambiar también los principios de convivencia que han servido de base durante un determinado espacio de tiempo. Por tanto una parte de la sociedad tiene el perfecto derecho de poner en cuestión lo que durante un tiempo fueron los ejes de ese pacto. La respuesta no puede ser el "ahora no toca", porque toca cuando la ciudadanía pone en cuestión las bases de convivencia social que en ese pacto se contemplaban.
Por tanto como dice Cayo Lara “Si estamos hablando de monarquía o urna y de derecho de sangre o urna, y si estamos hablando de democracia profunda y de dar la palabra al pueblo para que decida en referéndum la forma de Estado, no parece razonable que estemos ese día en la proclamación. Sería una contradicción profunda”. Además si el Borbón actual no existe ¿por qué razón debe asistir IU a la proclamación del futuro Borbón?

Salud, República y Socialismo.

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