Mostrando entradas con la etiqueta Historia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historia. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de junio de 2017

Los mosqueos reales son solo peleas familiares

De la conmemoración parlamentaria de los 40 años de democracia después de 40 años de dictadura, lo que más se ha destacado es la no invitación del rey emérito a dicho acto.

Como decía hoy Antón Losada el protocolo fantasma no lo ha hecho nadie. Todos silbando como si no fuera con ellos, el Parlamento, el Gobierno y la Casa Real. A mi me importa un bledo quien sea el responsable de la inasistencia del rey emérito porque su asistencia hubiera ninguneado aún mas a los verdaderos protagonistas del cambio político, la ciudadanía.

Un acto en el que se homenagea a un exministro franquista y no se hace lo mismo con quienes dieron su libertad e incluso su vida por luchar contra la dictadura y defender los principios democráticos, dice mucho de talante de nuestros gobernantes. Mientras muchos de estos sigan enterrados en las cunetas y tapias de los cementerios de nuestdra España, no se habrá pasado la paina más negra de nuestra historia reciente.

Lo que se conmemoró esta semana en el Congreso de los Diputados fue el resultado lógico de la lucha antifascista de muchos años. Para algunos, ahora, insuficiente casi un error y para otros un modelo de transicion democrática. Ni lo uno ni lo otro. Para los hijos de la dictadura, que dejaron y dejamos, parte de la juventud luchando por las libertades, el resultado fue produto de la correlación de fuerzas existente en ese momento. Que se podria haber estirado m´a la cuerda, es posible. Pero el resultado de ello era incierto. La situacion política del momento era tremendamente dificil y las posibilidades de un nuevo golpe de estado eran más que real. Se llegó hasta donde creimos que era prudencial llegar.

Los hijos de la democracia, los que se encontraron la democracia regalada, piensan que la transición democrática fue un error y que se debería haber hecho más. Me parece que criticar, a posteriori, lo mal que lo hicimos, es simplemte oportunismo y demagogia. La mejor pueba de que no lo hicimos tan mal es que desde el principio se procedió a desmantrelar lo conseguido. Porque una vez conseguida una Constitución, un Estatuto de los Trabajadores y todas las normas básicas que configuran un estado moderno, al menos de aquella época, los siguientes gobiernos desde Felipe González hasta Rajoy y pasando por Aznar y Zapatero se pusieron  manos a  la obra para desmantelar lo conseguido con nuestras luchas sociales y obreras.  

Con la excusa de la modernidad y la crisis economica se privatizaon las grandes empresas públicas que pasaraon a manos de los amiguetes de los gobernantes de turno. Se desmantelaron los grandes sectores industriales del pais como la siderurguia y naval y nos convertimos en un país de servicios. Se comienzaron a realizar reformas del Estatuto de los rTabajadores, de la ley de pensiones, de la Seguridad Social, se recortaron las libertades con la ley Corcuera y la ley Mordaza, se recortaron y se privatizaron las pensiones, la educación, la sanidad, etc. Es decir que el estado que hoy tenemos no se parece en nada a aquel que tan malamente construimos los hijos de la dictadura. 

Hoy es necesario reformar este estado seudodemocrático que nos ha quedado. La Constitución, porque después de 40 años se ha quedado obsoleta y nuestras leyes básicas y de proteccion social porque los sucesivos gobiernos se han encargado de devaluar y recortar las conquistas sociales y democráticas conseguidad por los hijos de la dictadura.

La conclusion es que no debimos haberlo hecho tan mal, sino no hubiera sido necesario destruir despues lo consegudio con mucho esfuerso y mucha luchas laborales y sociales. Por todo esto, que el debate principal de la conmemoración sea si estuvo bien o mal si el rey emérito no fuera invitado al acto, me parece miserable y mezquino.

Salud, República y Socialismo.


miércoles, 29 de marzo de 2017

La injusticia de la justicia

Un año de cárcel y una vida destrozada por 13 tuits sobre Carrero Blanco, expresidente del gobierno de la dictadura franquista. En un país que se dice democrático. 

Nos quieren volver locos. España se está volviendo un país de locos, donde solo los corruptos y los delincuentes de guante blanco se puede sentir seguros ante las injusticias. Esto no es un problema de jueces que aplica de manera torticera la legislación. El problema es de quien aprueba una legislación que permite a determinados jueces cargar sobre los mas débiles todo el peso de la ley. Unos jueces y fiscales que son blandos con lo poderosos pero tremendamente fuertes contra los débiles. 

El gobierno del Partido Popular en su paranoia para reducir la contestación social, ante las políticas de recortes y  austeridad impuestas con la excusa de la crisis, modificó el Código Penal para que se metiera el miedo en el cuerpo a los trabajadores y ciudadanos de a pie a través de la amenaza de sanciones administrativas o penas de prisión por el simple hecho de criticar y defenderse de las políticas antisociales del PP. El resultado ha sido la persecución del "delito" de libertad de expresión, encarcelamiento de dirigentes sindicales y sociales y utilización partidista de la fiscalía del estado. 

Es una ironía que sea precisamente ahora cuando, en España, hay  menos violencia terrorista, se esté encausando y condenando a más personas por delito de apología del terrorismo que cuando el terrorismo era un peligro real en este país. Pero además son algunos jueces los que aplican sus criterios personales al juzgar situaciones similares, lo que pone en evidencia que es ese criterio de ellos lo que determina lo que es delito y lo que no lo es, a pesar del literal de la ley. A Guillermo Zapata se le absuelve del delito de apología de terrorismo mientras que a Casandra Vera se la condena a un año de prision y a la reducción de sus derechos civiles, en casos prácticamente iguales. O que los insultos de Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, hacia las víctimas del franquismo las archive la fiscalía 

Pero además en el caso de Cassandra Vera concurren otros aspectos. Por un lado, una de las nietas de Carrero Blanco dijo públicamente que consideraba “desproporcionada y un absoluto disparate la decisión de la fiscalía de la Audiencia Nacional de pedir dos años y medio de cárcel y tres de libertad vigilada para Cassandra Vera". Y por otro lado la contradicción de perseguir una ofensa hacia alguien asesinado hace más de 40 años y que durante ese tiempo hayan sido numerosos los chistes o bromas que se han hecho sobre ese asesinato sin que se haya procedido judicialmente contra nadie por ese hecho. Tip y Coll o Juan Luis Cebrian están entre los ilustres personajes que se han atrevido a hacer chiste de ese asesinato sin que haya pasado nada . 

Estamos ante una involución democrática promovida por el Partido Popular con el único objetivo de amordazar y atar de pies y manos las protestas de la ciudadanía. Porque sí hablamos de apología del terrorismo hay otras cosas peores que pueden llegar a calificarse como terrorismo de estado. Como habría considerar el que las políticas de un gobierno hagan que muchos ancianos tengan que decidir entre comer o tomarse la medicación, que personas se suiciden por no sufrir la vergüenza de ver expulsadas de sus casas porque el gobierno protege a los bancos en lugar de las personas o que personas pierdan la vida al no tener una atención medica adecuada a causa de los recortes de un gobierno austericida. 

Para este gobierno hay víctimas y víctimas, unas que merecen respeto y otras que no. Las de la dictadura franquista no merecen ningún respeto, las de sus ejecutores si. No olvidemos que Carrero Blanco fue cuando menos complice de los crímenes  de la dictadura franquista. Llegó a ser presidente del gobierno de Franco. Y por si alguien no se acuerda se le apodó como "Carnicerito de Málaga" por su implicación en la represión franquista en Málaga durante al guerra civil. 

Con demasiada frecuencia se evidencia que en España la justicia no es igual para todos y que algunos jueces y fiscales tratan de manera desigual a infantas floreros, políticos corruptos, delincuentes de guante blanco que a tuiteros, titiriteros, sindicalistas y defensores de los derechos civiles y sociales. De nuevo la España de charanga y pandereta.

Salud República y Socialismo.

lunes, 23 de enero de 2017

Atocha, la equidistancia imposible

Hace 40 años el fascismo español intentó frenar el imparable proceso a la democracia que las fuerzas de izquierda estaban forzando desde la muerte del dictador. En ese intento se llevaron la vida de 4 abogados laboralista y un trabajador despedido de Telefónica.

Fueron ellos, pero pudieron ser otros porque el objetivo era desestabilizar el proceso democrático. 1976 había sido un año de tremendas luchas laborales y sociales y en el camino fueron quedando muchos compañeros asesinados por elementos fascistas e incluso por la policía política del régimen. El atentado de Atocha pretendía ser el punto culminante del proceso desestabilizador.

Los asesinos y sus colaboradores eran pistoleros de la extrema derecha afiliados a Fuerza Nueva o próximos a ella. Detrás del atentado estaba el Sindicato oficial del Transporte dirigido por el ultraderechista Albadalejo. Y detrás de todo esto la necesaria trama civil que dio apoyo y medios para realizar el atentado. Esta jamás se investigó sobre todo gracias a las trabas impuestas por el juez Gomez Navarro, que llevo sus trabas hasta posibilitar la huida de unos de los pistoleros, Lerdo de Tejada, al facilitarle un permiso penitenciario que aprovechó para desaparecer. Nunca fue juzgado y hoy en día se desconoce su paradero.

Los abogados laboralistas, relacionados con CCOO y el PCE, jugaron un papel fundamental durante la lucha por las libertades políticas y el proceso de la transicion democrática. Sin ellos miles y miles de trabajadores habrían quedado indefensos ante la represión laboral y política que ejercía el régimen fascista de Franco por sus luchas en favor de las libertades civiles, políticas y laborales. A pesar de ello ha costado trabajo que los políticos herederos del franquismo fueran reconociendo su contribución a la consecución de las libertades y la democracia. El propio monumento al atentado, que reproduce el cuadro de "El abrazo" de Juan Genovés, estuvo vetado por el Partido Popular gobernante del Ayuntamiento de Madrid. Al final solo la presión popular y la contribución económica privada posibilitaron la construcción del  monumento.

A pesar de ello 40 años después siguen habiendo personajes, que desde una falsa equidistancia, pretende ignorar  la contribución democrática  de "los abogados de Atocha" al proceso democrático. Como el caso del Alcalde de Casasimarro, Juan Sahuquillo del Partido Popular, lugar de nacimiento de Ángel Rodriguez Leal, trabajador de Telefonica asesinado ese día. Este personaje pretende dar lecciones de equidistancia negando la posibilidad de colocar una placa en homenaje a Ángel para no herir sensibilidades. Pero esto no es equidistancia, esto es tomar partido por uno de los bando,  el de los asesinos. Porque no se puede ser equidistante entre las víctimas y sus asesinos. Las víctimas son inocentes y los asesinos culpables. Defender esa equidistancia es simplemente ponerse de parte de los asesinos.

Tampoco es de recibo, como hace este personaje, asimilar el atentado de Atocha con los muertos de la guerra civil. Los muertos de la guerra civil tuvieron su origen en el golpe de estado fascista contra la legitimidad repulicana, los asesinatos de Atocha fueron consecuencia del intento de hacer perpetuar la dictadura franquista después de Franco. Se les ve demasiado el plumero a estos reductos de un negro pasado que siguen añorando a esa horrible "España,  una, grande y libre", aunque sin libertad.

Yo estuve junto con otros muchos  compañeros de Telefónica, creo  que hace 15 años, en un homenaje que se realizó a Ángel en Casasimarro y allí no hubo más que sentimientos de solidaridad hacía Ángel y su trayectoria de lucha y no se vió sensación alguna de "herir sensibilidades ". Esas sensibilidades que solo deben estar heridas en la mente del retrógrado Alcalde de Casasimarro y de los añorantes de le negra dictadura cómo él.

Conmemoramos y recordemos a nuestros compañeros abogados y trabajadores asesinados hace 40 años y a todos los que cayeron y sufrieron la represión por el único motivo de defender las libertades democráticas.  Olvidemos a los añorantes de un pasado dictatorial que si que hería las sensibilidades de todos los demócratas. La historia  los pondrá en el lugar que les corresponde.

Salud, República y Socialismo.

lunes, 18 de julio de 2016

La culpa no fue de la República, fue de los golpistas

Todavía pretenden engañarnos y tratan de justificar el golpe militar del 18 de julio de 1936. Porque en todo caso lo errores democráticos se resuelven con más democracia, no cortando de raíz la democracia. 

Hace hoy 80 años que los militares fascistas al mando el asesino Francisco Franco cortaron de raíz la ilusiones democráticas de todo un pueblo. Pretendían justificar su ignominia con el argumento del desorden y el caos a que estaba llevando España el legitimo gobierno de la República. Es el mismo argumento que algunos reescribidores de la historia y políticos de esta derecha nuestra, nos vienen a contar para justificar el hecho más luctuoso de nuestra historia reciente. 

Nunca se puede justificar un golpe militar para resolver problemas democráticos. Estos se resuelve solo con más democracia y con decisiones democráticas. Solo los que no creen de verdad en la democracia pueden llegar a decir semejantes barbaridades. Y en ese grupo están los partidos, como el PP, que se niegan sistemáticamente a condenar los crímenes del franquismo con la excusa de no reabrir heridas. El problema es que no se trata de reabrir heridas.  Se trata de cerrar las que todavía están abiertas. Algunos de estos demócratas de última hora no se recatan, no solo en justificar con falsos argumentos el golpe militar, si no que lo aplauden sin ningún pudor. Como el caso de la concejala del ayuntamiento de Granada del PP, Telesfora Rodríguez, que denomina al golpe militar como "glorioso alzamiento nacional".  Este personaje eso solo una fascista mas, cómplice de los crímenes del franquismo. Pero para ella no hay castigo, no  hay fiscales que la lleven a los tribunales por apología del franquismo. Tampoco habrá, como no ha habido nunca, depuración de responsabilidades por parte del Partido Popular. ¿Para que? si ellos siguen sin condenar los crimenes del franquismo. Sus palabras deben ser libertad de expresión. Para esos mismos fiscales otras palabras se convierten en apología del terrorismo.

Para que haya un verdadero punto y final  es necesario el reconocimiento del daño producido a la democracia y a los que lucharon por defenderla. Es necesario la devolución de la dignidad arrebatada a los miles y miles de republicanos que cayeron en defensa de la legalidad republicana y a los otros miles y miles de demócratas asesinados por el franquismo, simplemente por luchar por los derechos democráticos que se negaban. Mientras que esto no ocurra seguirán habiendo heridas abiertas.

No se trata de un acto de revanchismo, se trata de un acto de justicia. Se trata de que no haya asesinados en las cunetas. Se trata del derecho de los familiares a dar un entierro digno a sus victimas. Se trata de que todos los muertos tenga la misma dignidad. Se trata del reconocimiento institucional de que la guerra civil no la provocó el gobierno de la República, sino el golpe militar de unos militares fascistas. Se trata de condenar los crímenes cometidos por la dictadura franquista. Y mientras eso no se soluciones habrá que seguir reivindicando justicia y reparación, para que de esa manera se cierren definitivamente todas las heridas. Se trata en definitiva de sentar la bases para que nunca más haya un nuevo 18 de julio.

Salud, República y Socialismo.

miércoles, 4 de mayo de 2016

1976 Historia de una lucha obrera


En estos días los telefónicos conmemoramos el 40 aniversario de unas movilizaciones que, junto a otras muchas en ese periodo, impulsaron el cambio político en España. Porque a pesar de que algunos se empeñen en reescribir la historia, la democracia no nos vino dada porque un día un Borbón y un presidente de gobierno se acostaran con la camisa azul y se levantaran con el pijama de demócratas de toda la vida. La democracia no fue un regalo, no la ganamos a pulso esa casta obrera y ciudadana del 76. Esta es la historia de una de aquellas luchas que impulsaron en cambio político.
1976 fue el año de las grandes movilizaciones obreras. El dictador Franco  había muerto unos meses antes y los  anhelos de democracia y libertad de los españoles se expresaban en las movilizaciones en los centros de trabajo y la calle.
En junio de 1975 se habían convocado elecciones sindicales en el sindicato vertical franquista, único permitido que integraba obligatoriamente a todos los trabajadores junto a sus empresarios. Las clandestinas Comisiones Obreras decidieron participar organizadamente en las mismas para utilizar las mínimas posibilidades legales para avanzar en la conquista de las reivindicaciones concretas y de las libertades democráticas. En la entonces Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) los miembros de CC.OO. no podían estar al margen de ese proceso y decidieron participar en las elecciones sindicales bajo la cobertura de las Candidaturas Unitarias y Democráticas (CUD).
A pesar de las muchas trabas, que tanto la dirección de la empresa como  del régimen, impusieron para impedir la presentación de los/as candidatos/as de las CUD, así como notables injerencias durante la campaña electoral para favorecer a los candidatos oficialistas, los resultados de las CUD fueron excelentes. Sobre todo en Cataluña, País Vasco, Dirección Regional Centro y Dirección Regional de Levante. Los resultados obtenidos permitieron que el nuevo Jurado Único de Empresa (JUE) pasara de ser un órgano al servicio de la empresa a ser un órgano de reivindicación y defensa de los intereses de los trabajadores de la CTNE.
El detonante de las movilizaciones fue la negociación del VII Convenio Colectivo, aunque no se puede substraer el componente político de todas las movilizaciones realizadas en aquella época, la consecución de un estado libre y democrático. Desde el inicio de la negociación los miembros de las CUD imprimieron un carácter distinto a la negociación potenciando la participación de los trabajadores en las asambleas de centro de trabajo. Producto de ello fue la elaboración de la plataforma reivindicativa de 12 puntos y presentada por el nuevo JUE en la comisión negociadora con la empresa.
Las movilizaciones tuvieron tres fases. La primera en el otoño de 1975 para conseguir un plus de carestía de la vida, la segunda durante el mes de enero en defensa de un adelanto a cuenta del convenio colectivo y la tercera y más álgida, desde mediados de marzo a finales de abril, en defensa de la plataforma del convenio colectivo.
La cerrazón de la dirección de la empresa provocó que durante esa última fase se produjeran paros, asambleas masivas dentro y fuera de la empresa, manifestaciones  y concentraciones de trabajadores en la calles, muchas de ellas con enfrentamiento con las fuerzas del orden público e incluso bloqueo de las comunicaciones telefónicas. La contundencia de las movilizaciones y su prolongación en el tiempo, estuvieron apunto de provocar el colapso de las comunicaciones telefónicas en España.
Las movilizaciones y huelgas de aquel periodo tuvieron un carácter especial, el asambleario. Aunque el JUE, controlado por los miembros de las CUD, marcaba unas pautas de movilización, las acciones finales se decidían en asambleas provinciales e incluso de centro de trabajo. Por esta razón casi nunca hubo homogeneidad en las acciones que se llevaron a cabo. Lo que por otro lado no dejó de ser ventajoso, porque durante casi un mes y medio hubo movilizaciones y paros en algún lugar de la empresa.
La cerrazón de la empresa estaba en perfecta sintonía con las autoridades laborales del régimen para romper las movilizaciones y la huelga. El 12 de abril de 1976 la Dirección General de Trabajo dictaba Decisión Arbitral Obligatoria con lo que se ponía fin a la negociación colectiva. Esto, evidentemente, motivo que las movilización fueran decayendo, siendo las propias asambleas de los trabajadores las que determinaron el fin de las movilizaciones.
La movilización se tradujo en una rotunda victoria en el terreno reivindicativo, aunque se tuviera que pagar un alto precio en sancionados y despedidos; y en la credibilidad de cientos y cientos de hombres y mujeres, que bajo las siglas de la CUD se sacrificaron por el conjunto de los trabajadores y trabajadoras de Telefonía, dando ejemplo de honestidad, responsabilidad y ética sindical.
Y también significó la derrota del modelo sindical antidemocrático de la dictadura, basado en la conciliación de interés con los empresarios, corrupto y al margen de la participación de los trabajadores y el despegue del sindicalismo de clase, defensor de los intereses de los trabajadores a los que representa.
Luego vino la lucha por la amnistía laboral de los/as 51 despedidos/as, 74 trasladados/as y 124 sancionados/as. Una larga lucha en la que CC.OO. no iba a dejar en la cuneta a las/as compañeros/as que dieron lo mejor que tenían en defensa de todos los trabajadores. Hasta que el 30 de diciembre de 1981 se alcanzó el acuerdo escalonado de amnistía plena en la empresa. El último de los despedidos reingresaría el 19 de abril de 1982
La huelga de Telefónica sirvió para que el incipiente movimiento obrero en la Empresa sentara las bases del futuro sindicalismo en Telefónica. Un huelga que combinó la lucha por las reivindicaciones más inmediatas con las más políticas de democracia y libertad y significó la puesta en práctica de un sindicalismo asambleario, con sus lógicas deficiencias. La principal de ellas, la falta de coordinación de las acciones y de dirección sindical homogénea del proceso de negociación y presión.
El tiempo ha demostrado que el desarrollo de la lucha de aquellos días y su desenlace, con sus aciertos y sus errores, fue, en términos generales, acertado. Sobre todo porque constituyó un impulso para la consecución de las libertades sindicales y democráticas de este país.
Salud República y Socialismo

miércoles, 16 de marzo de 2016

¿De que libertad nos hablan los taurinos?


Este fin de semana los amantes de las tortura animal desfilaron desafiantes por las calles de Valencia. Reivindicaban poder seguir torturando y asesinando toros en nombre de una mal entendida libertad.

Desfilaban todos ellos muy machotes y cargados de testosterona detrás de una pancarta que reivindicaba: "Los toros: Cultura, Raíces y Libertad de un Pueblo". Usan, mejor dicho mal usan, la palabra libertad para justificar poder torturar a un noble animal como es el toro bravo. Porque están hablando de la libertad de los amantes de la tortura animal para ir o no ir a ver las corridas de toros. Olvidando que el sujeto principal, el toro, de esa barbarie no es libre. Nadie habla del poder de decisión del toro, porque no la puede tener, a ser torturado  o no. No es como la decisión de ver o no un partido de fútbol. Como tampoco son libres las niñas que sus padres someten a la mutilación genital. 

Se olvidan, los taurinos, que la libertad que ellos reivindican está sujeta a una libertad mucho mayor, la libertad de las urnas. La ciudadanía es soberana con su voto en las urnas. Con ese voto expresan su apoyo a determinados programas que si son respaldados por una mayoría están legitimados para llevar a cabo esas propuestas. Y por eso a través de ese mandato  popular en algunos lugares de esta España nuestra se prohíben los festejos taurinos y en otros se subvencionan esos crueles espectáculos en lugar de invertir en educación y cultura. Ese es el verdadero y democrático sentido de la libertad. Las sociedades avanzan y todos debemos aceptar que lo que ayer era socialmente bien visto hoy puede ser lo contrario. Porque de lo contrario el mundo sería un caos.

Reivindican los festejos taurinos en nombre de la cultura. ¿pero cuando la cultura  ha implicado la tortura de un animal? Eso puede ser cualquier cosa pero jamás cultura. Los animales también tienen derechos y el principal de ello es el de no hacerles sufrir innecesariamente y especialmente por divertimento de las personas. Lo mismo que no es cultura las peleas de perros o de gallos. Cualquier diversión que esté basada en el sufrimiento de una animal no puede ser considerado cultura y como seres humanos y racionales debería avergonzarnos.

Aluden a las raíces  para justificar la tortura de los toros. Como si eso fuera un argumento. Las sociedades evolucionan y en su mayoría positivamente y hacia valores sociales mas elevados. Lo que hace años pudo ser bien visto socialmente hoy puede no ser considerado de la misma manera. Por esa evolución social, desaparecieron los gladiadores, los juegos romanos, los torneos, los duelos, la inquisición, la quema de brujas y múltiples costumbres que tenían sus raíces en la incultura, la intolerancia y la barbarie. Por esa misma razón combatimos la ablación genital femenina, la xenofobia, la homofobía y muchas otras raíces basadas en la intolerancia y la barbarie. Además lo hacemos con la mayor de las razones, la de aunar la voluntad de la mayoría de la ciudadanía que está en contra de esas practicas. Y poco a poco irán desapareciendo esa prácticas barbaras de nuestra geografía hasta que en un futuro no muy lejano desaparezcan indefinidamente

Solo había que ver la cara de esos machitos llenos de exceso de testosterona, que justifican su "hombría" torturando y asesinando toros. Pues, mal que les pese, su fiesta se va a acabar, porque esta caduca, pertenece a un pasado que no tiene nada que ver con el momento actual. Y como todo se tendrán que reciclar o morirán por inanición.

Salud, República y Socialismo 

domingo, 24 de enero de 2016

39 aniversario de los asesinatos de Atocha 55

Hoy se ha cumplido el 39 aniversario de los asesinatos del despacho de abogados laboralistas de CC.OO. de Atocha 55. La barbarie fascista quería acabar con el incipiente camino hacia la democracia pero no lo consiguieron.

Para mi y para muchos otros compañeros de la entonces Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), este aniversario tienen un significado espacial. Este año es también el 40 aniversario de la mayor movilización obrera realizada en Telefónica en su historia. Lo es porque uno de los asesinados, Ángel Rodríguez Leal, administrativo del despacho de abogados, fue uno de los lideres destacados de esa lucha y por eso fue despedido de la empresa. Ángel, mientras se trabajada por su readmisión y la de los otros 53 compañeros y compañeras despedidos, comenzó a trabajar en ese despacho.

Por eso en este 39 aniversario de la matanza de Atocha mi recuerdo y el de los que fueron sus compañeros va en espacial hacia él.  Porque si el no se hubiera destacado en la lucha de abril de 1976 y despedido por eso, quizá no hubiera entrado en la carambola que condujo a su asesinato. Ese año de 1977 fue un año convulso, venia precedido por las grandes movilizaciones obreras y sociales de 1976, que forzaron el proceso democratizo. Un año y un mes, enero, en el que, ademas de los asesinatos de Atocha 55, se produjeron los secuestros de Oriol y Villaescusa por parte de ETA y la muerte a manos de la policía de dos estudiantes, Arturo Ruiz y María Luz Najera. Un año y un mes que acababa con el asesinato de 4 abogados y un administrativo.

Quiere recordar a Ángel y la situación política y social de ese momento recuperando la editorial del primer número de la revista de las Comisiones Obreras de Telefónica, editada en febrero de 1977.

"Ángel Rodríguez Leal, compañero de Telefónica. Despedido por luchar en favor de la libertad. Sin más defectos ni virtudes que cualquiera de nosotros.

Has encontrado la muerte en plena lucha y te has convertido a la vez en una causa que no es la venganza, sino la repulsa contra la violencia y contra toda traba para la libertad."

"Temprano levantó la muerte el vuelo
Temprano madrugó la madrugada
Temprano estás rodando por el suelo."
Sirvan estos versos para recordar a nuestro compañero Ángel Rodríguez Leal asesinado, junto con cuatro abogados en el despacho laboralista de Comisiones Obreras de la calle Atocha, 55.
Todas las organizaciones democráticas de la oposición, así como las centrales sindicales han condenado unánimemente estos atentados, así como los secuestros (Oriol y Villaescusa) y los asesinatos posteriores de miembros de la Policía Armada y Guardia Civil. Deseamos aclarar que no es nuestro deseo ensalzar a las fuerzas del llamado Orden Público, pues muchos de nosotros hemos sufrido las consecuencias de la actuación de estas fuerzas en manifestaciones, detenciones, disolución de asambleas, etc.
Pero nos vemos en la obligación de condenar estos hechos:
Porque no es el terrorismo la forma de mejorar esta sociedad y estos actos perjudican principalmente a la clase trabajadora, principal motor y protagonista del movimiento democrático surgido en nuestro país.
Porque el objetivo de estos actos está muy claro, provocar, primero con el secuestro del Teniente General Villaescusa al Ejército; segundo, a la Policía Armada y tercero, a la Guardia Civil, en suma, el intento de crear un clima de violencia y miedo para provocar la intervención de las Fuerzas Armadas, para poner paz, una paz represiva al modo de Chile o Argentina, que ha costado la vida a decenas de miles de trabajadores, demócratas, socialistas o comunistas chilenos.
Si llegamos a la conclusión de que la finalidad de que estos asesinatos es alterar el proceso democrático como el mismo Gobierno ha reconocido, la solución sólo puede ser una, la aceleración del proceso, legalizando las organizaciones sindicales y partidos, pues sólo en la demora y lentitud está la baza de estas bandas armadas.
De igual manera, la represión del Gobierno únicamente debe ir orientado hacia la desarticulación de estos grupos armados sean del signo que sean, y no hacia las organizaciones de trabajadores que tantos años han estado duramente perseguidos y que ahora precisamente las perspectivas de legalización están cercanas.
A pesar de todo, la mayoría de los españoles, hemos comprendido el objetivo y la reacción ha sido firme, más de dos millones de trabajadores en huelga y doscientas mil personas en la concentración de duelo ante el Colegio de Abogados. (10.000 según la T.V.E.).
Es de destacar para nosotros la actitud de repulsa y condena del Colegio de Abogados, la suspensión de juicios en la Magistratura en señal de duelo y el cierre de la Universidad por la muerte de dos estudiantes. (Arturo Ruiz y Mª Luz Nájera).
Pero también merece comentario aparte la actitud de la Dirección de la C.T.N.E., quien ni siquiera ha transmitido el pésame a la familia de Ángel Rodríguez Leal, y ha hecho caso omiso de la petición del Jurado de un día de luto, así como a la petición de que se considere a Ángel readmitido a fin de que su familia, en no muy buenas condiciones económicas, los derechos que en activo pudieran corresponderle.
No es que nos importe demasiado el protocolo, pero hubiera sido un detalle por su parte, haber puesto la bandera del edificio de Gran Vía a media asta, más ni siquiera esto. A todas las peticiones, incluida la AMNISTÍA LABORAL, los Sres. Presidente y Consejero Delegado, respondieron con negativas y risitas burlonas. Lamentable actitud la de aquéllos que tienen la obligación de dar ejemplo y no de hacer aún más difícil la convivencia en nuestra Empresa.
Salud, República y Socialismo.

domingo, 6 de diciembre de 2015

La burrada de la semana, Esperanza Aguirre

A algunos, en este caso a algunas, les gusta añorar nuestro oscuro pasado reciente, porque cada vez que tienen oportunidad pretenden reescribir la historia de ese periodo negro. Si alguien se destaca en esa actitud, es Esperanza Aguirre. 

A Aguirre, tan defensora ella de hacer cumplir la ley, no le gusta que se cumpla la ley de Memoria Historia. Aunque eso de cumplir la ley es un decir, porque a ella lo que verdaderamente le gusta es que las leyes, sobre todo las que ellos imponen, las cumplan otros. Ella opina que la ley de Memoria Histórica fue una malhadada ley y  que por lo tanto lo mejor que se puede hacer es no cumplirla o ponerle palos en las ruedas. Por si no lo sabe, o no lo quiere saber, con esa ley tan solo se pretende devolver la dignidad robada a los defensores de la legalidad republicana asesinados por la dictadura franquista.

Todo esto viene a cuento de la intención del Ayuntamiento de Madrid, a propuesta de grupo Socialista, de hacer cumplir la ley de Memoria Histórica y revisar el callejero eliminando todos los nombres de calles que tengan relación con el franquismo, tal como se explicita en dicha ley. Pero ella considera, en su articulo de El Confidencial "Las calles de Madrid", que eso es restaurar en Madrid la Inquisición y  que "Cuando los socialistas se quedan sin propuestas y quieren llamar la atención de los ciudadanos, desempolvan el fantasma de Franco en alguna de sus formas". Ni se trata de desempolvar el fantasma de Franco, esta muy bien en el infierno, ni de llamar la atención. Se trata simplemente se hacer cumplir la ley, esa misma ley que allí donde gobierna el Partido Popular no se cumple o se dan largas para cumplirla.

Pero esto no es lo mas grave que la lideresa, en sus agónicas horas de capa caída, ha dicho en su apología del franquismo. Dice Aguirre que “Los socialistas de hoy pretenden explicar la Guerra Civil como una guerra entre los buenos y los malos, en la que los buenos fueron muy buenos y los malos fueron muy malos, y, además, ganaron”. Y añade: “Esta explicación de la Guerra Civil implica dos consecuencias: que la II República fue un régimen idílico, y que el Franquismo fue impuesto por la fuerza a todos los españoles”.

Lo que Aguirre se niega a reconocer es que lo historiadores ya han explicado la  historia de manera objetiva. Y casi nadie habla de buenos, buenísimo y de malos malísimos. Pero si se habla de los que defendieron la legalidad republicana y de los que con un golpe de estado derrocaron esa legalidad e impusieron una sangrienta dictadura. La II República posiblemente no fue un régimen idílico, pero si un régimen que posibilitó los mayores logros sociales y políticos hasta ese momento y permitió la alternancia democrática en el poder. La derecha gobernó también en un periodo, que la historia ha denominada como el "bienio negro", por algo será. Un periodo que se distinguió por desmontar todos los logros sociales conseguidos con el anterior gobierno. Algo parecido a lo que ha estado haciendo Rajoy y el PP en estos últimos cuatro años con nuestra querida España. Se ve que es consustancial a  la derecha de nuestro país.

Que ahora pretenda Esperanza Aguirre reescribir la historia negando que "el Franquismo fue impuesto por la fuerza a todos los españoles”, denota dos cosas: la primera las veleidades y connivencias de Aguirre con la dictadura franquista y la segunda una gran mentira para justificar el franquismo. No parece que los españoles republicanos recibieran el golpe de estado de Franco con los brazos abiertos, ya que de ser así no hubieran hecho falta 3 años de guerra fratricida, ni se tuvieran que haber exiliado más de medio millón de españoles o lo peor haber asesinado a cientos de miles de españoles en la posguerra. A Esperanza Aguirre posiblemente le gusten las dictaduras, pero solo las de un signo, las que imponen contra la voluntad de los pueblos los militares golpistas.

La dictadura franquista solo fue asumida de buen grado por los grandes empresarios que financiaron el golpe o la clase alta española, que esperaban recoger los beneficios si el golpe triunfaba. Sus descendientes como Mayor Oreja, del PP, estaban muy complicados con el franquismo cuando sostenía que "la dictadura fue una época de extraordinaria placidez". De extraordinaria placidez para quienes no necesitaban para nada las libertades democráticas, ni de prensa, ni sindical, ni religiosa, ni de ningún otro tipo. Para los que como Aguirre estaban entre esa privilegiada minoría que vivía desahogadamente y protegidos por el régimen.

Esperanza Aguirre, a la que tanto le gustan las democracias anglosajonas debería tener en cuenta que en esos países una declaraciones como las suyas le hubiera significado el abandono de la política. Que en Alemania o en Italia sería impensable para un político justificar ni minimamente el nazismo  de Hitler o el fascismo de Mussolini, pero por desgracia España es diferente. Tan diferente que a estas alturas de la historia el Partido Popular sigue sin condenar el franquismo y sus crímenes.

Salud, República y Socialismo.

domingo, 22 de noviembre de 2015

La burrada de la semana, Bertín Osborne

La derecha española esta obsesionada con el olvido, pero solo con el olvido de los otros. Cada vez que se les pregunta por la memoria histórica siempre acuden al mismo argumento, el olvido. Es lo que le ha pasado esta semana a Bertín Osborne.

Ante el comentario de Gemma Nierga, en referencia a la entrevista que él hizo a Carmen Martínez Bordiu de "¿Pero cómo vamos a olvidarnos de que mató a familiares de gente que ahora está escuchando?", la respuesta de Bertín fue: "A mí me mataron a siete tíos carnales en Paracuellos. Yo sí me he olvidado y si me olvido yo, se pueden olvidar los demás".

Bertín no se quiere dar cuenta de que  hay una gran diferencia entre unos muertos y otros. Mientras unos, los suyos, han sido merecedores por el régimen franquista de honores y reconocimientos, los otros, los que defendían la legalidad republicana, siguen enterrados en las cunetas o en las tapias de los cementerios. No sabe, o no quiere saber, que todavía hay en España más de dos mil fosas comunes donde están los restos de esos defensores de la legalidad republicana. 

Bertín no quiere enterarse de que los familiares de los asesinados por el franquismo no podrán olvidar mientras sus familiares no recuperen la dignidad arrebatada, mientras sigan abandonados en cunetas y tapias de cementerios. No pueden olvidar que este gobierno, el de Mariano Rajoy y el Partido Popular, enterró la ley de Memoria Histórica al retirar todos los medios económicos para su desarrollo. Porque este gobierno parece que se siente muy cómodo  siguiendo sin condenar los crímenes del franquismo.

Tampoco quiere interesarse de que los familiares de los asesinados no tienen ámino alguno de reabrir heridas. Ellos lo único que pretenden es que todos los muertos de la guerra civil tengan la misma dignidad. Es muy fácil decir que “¡No podemos sacar esto otra vez, cincuenta años después, ha habido muertos por todos los lados, no podemos estar otra vez con las dos Españas! ¡Que estaba superado ya, hace muchos años!”. Superado ¿por quienes? ¿Por los que desde el primer día han podido honrar a sus muertos mientras negaban que los otros pudieran hacer lo mismo? Lo terrible es que cuarenta y menos años después se siga impidiendo que los asesinados por los golpistas salgan de las cunetas y  las tapias de los cementerios en que se encuentran. Una realidad motivada porque el PP retira los medios que deberían desarrollar la ley de Memoria Histórica.

Se olvida también Bertín que unos muertos son consecuencia de la venganza de los vencedores, mientras que los suyos, los que se sublevaron,  son solo la consecuencia de un enfrentamiento bélico. Las dos Españas solo la mantienen quienes pretenden que siga habiendo diferencias entre unos muertos y otros. Aunque esas diferencias honren a los que defendían la legalidad republicana y las libertades democráticas y no dejen en buen lugar a los que pretendían conculcar esa legalidad e imponer un régimen de terror.

Son muchas las discriminaciones y agravios como para que se pueda olvidar tan fácilmente como pretende Bertín Osborne.

Salud, República y Socialismo.

viernes, 20 de noviembre de 2015

40 años después de 40 años

Tal día como hoy, 40 años después de 40 años de dictadura (aunque no fueron 40 años, con esta cifra se simbolizó la duración de la dictadura), moría en la cama el sangriento dictador Francisco Franco.

En este día no hay nada que celebrar ni que conmemorar, al menos cualquier demócrata que se digne, pero si que recordar para no perder la memoria de lo que fue la más sangrienta y terrorífica dictadura sufrida por españoles. Han nacido dos generaciones de españoles/as después de la muerte del dictador. La mejor cura para que no se repita la historia es el conocimiento de saber en que consistió la terrorífica dictadura. 

Los que pretenden reescribir la historia ponen en plano de igual responsabilidad al gobierno republicano y los golpistas. Pero eso es la gran mentira, la única responsabilidad es la de los militares golpistas encabezados por Franco que se levantaron contra la legalidad republicana, y que una vez ganada la guerra civil impusieron una sangrienta dictadura que se saldó con 200.000 asesinados y medio millón de exiliados forzosos.

Lo que vino después fue un estado represivo y policial donde las más elementales libertades y derechos civiles fueron suprimidas. Vigilados permanentemente por una policía política y tribunales de excepción, el Tribunal de Orden Público (TOP), que juzgaba y condenada a durísimas penas de cárcel y de muerte a quienes tuvieran la osadía de oponerse a los dictados del dictador. Y además nos impusieron el nacionalcatolicismo, la supremacía de la iglesia católica sobre todos los ámbitos sociales y políticos de la sociedad. Por eso siento tristeza cuando los nuevos políticos menosprecian a los políticos que se jugaron su libertad y su vida por conseguir la libertades democráticas y hacen tabla rasa de todos, llamándoles la casta del 78. Políticos a los que no reconocen que gracias a ellos, los nuevos han alcanzado un nivel educacional y político que les permite hoy estar en política.

Luego vino la otra gran mentira, la democracia nos la regalaron el Borbón padre y Suárez. El Borbón padre solo tuvo el merito de jurar los Principios Fundamentales del Movimiento (fundamentos ideológicos del franquismo) dos días después de la muerte del dictador, para así asegurarse la corona del reino de las Españas. Suárez tampoco nos regaló la democracia, aunque tuviera un papel importante en el proceso de la transición democrática. La democracia vino dada por el esfuerzo previo de muchos militantes progresistas y sobre todo del PCE que se jugaron la libertad y la vida para sentar las bases del futuro estado democrático español. Y sobre todo fueron determinantes las grandes movilizaciones obreras y sociales de los años 1976 y 1977. Unas movilizaciones que fueron aglutinadas por las heroicas y clandestinas Comisiones Obreras. Movilizaciones que fueron posible por la victoria de las Candidaturas Democratizas y Unitarias impulsadas por las Comisiones Obreras en las elecciones sindicales de 1975, sobre todo en las grandes empresas del país. Ese estado de movilización casi permanente de los años 1976 y 1977 fue lo que dio el gran impulso al cambio político en España.

Hoy en cualquier país minimamente democrático estaría prohibido hacer exaltación del franquismo y de Franco como esta prohibido hacer exaltación del nazismo y de Hitler en Alemania o del fascismo y de Mussolini en Italia. Pero nosotros tenemos que ser diferente y permitimos que se hagan cenas en homenaje al dictador. Un país que institucionalmente no ha hecho una condena de la dictadura y su crímenes no es un país serio y comprometido con la libertades democráticas, como tampoco lo es que el partido que nos gobierna siga sin hacer una condena expresa de la dictadura y sus crímenes, y reduzca a papel mojado la ley de Memoria Histórica por dejarla sin medios económicos para su desarrollo.

Mientras no rompamos definitivamente con ese nuestro negro pasado reciente, mientras no restituyamos la dignidad de los asesinados por defender la legalidad republicana y las libertades democráticas, no podremos pasar esa pagina de nuestra historia y reconciliarnos con nosotros mismos.

 Salud, República y Socialismo.

domingo, 8 de noviembre de 2015

La burrada de la semana, Albert Rivera

La derecha española lo tiene muy claro, que no le toquen sus orígenes. Da igual que sea la derecha azul o la derecha naranja y si no que se lo pregunten a Albert Rivera, líder de Ciudadanos.

La organización de Ciudadanos en Calatayud se ha negado a quitar la medalla de oro de esa ciudad al dictador Francisco Franco. Una actitud que ha sido respaldada por el presidente de Ciudadanos,  Albert Rivera, con el argumento de que "no está a favor de abrir un debate sobre la memoria histórica". La justificación con la que defiende  su posición es que acepta “que la Transición sea el punto de partida donde hubo un acuerdo entre los españoles según el cual no había vencedores ni vencidos”.

No se donde le habrán contado a Albert Rivera la historia de la transición española. Seguramente habrá sido en algún curso de verano de las Nuevas Generaciones de PP. Porque la Transición española no finiquitó el debate de vencedores y vencidos. Siguió habiendo vencedores porque ellos continuaron con los honores y las glorias de sus partidarios, vivos o muertos. Mientras que los vencidos continuaron con el estigma de su condición  y con sus muertos en las cunetas y sin recuperar la dignidad que, como luchadores por la libertad, merecían.

No se trata de de abrir nuevos debates sobre la memoria histórica que el parece desconoce cuando afirma que “la historia de los españoles la escriban los españoles, y no que cada ayuntamiento se dedique a poner o quitar calles, bustos y medallas”. Con esta afirmación el líder de ciudadanos demuestra un rotundo desconocimiento de la ley de Memoria Histórica que en su Art 15 dice taxativamente que las autoridades “retirarán (no dice, “procurarán”, o “intentarán”) esas placas, símbolos, medallas u honores". Por tanto él, que se jacta tanto del deber de cumplir la ley, lo que debería hacer es no poner piedras en el camino y hacer cumplir la ley, en este caso la ley de la Memoria Histórica

Pero es que la posición de Rivera y Ciudadanos no es producto de calentón verbal alguno o un desliz pasajero. Días después en el programa La Sexta Noche un ciudadano le hizo la siguiente pregunta: "Yo soy nieto de don Paulino Gómez Ruiz, labrador, ¿qué va a hacer usted para que mi bisabuelo salga de la fosa común?" la contestación del líder de Ciudadanos fue clarificadora: "Lo que voy a hacer es que usted pueda reivindicar eso como ciudadano español" ¡Faltaría mas! Que ahora venga el bueno de Albert a decirnos que es lo que podemos reivindicar o no. Lo que viene a significar que, si, si, usted reivindique que yo haré lo que me de la gana. O sea dejar las cosas como están.

Todo esto indica que o Albert Rivera desconoce la ley o que piensa igual que el PP. Porque no se traba de reabrir debates ni heridas, que, quiera él o no, siguen estando abiertas, al menos las de una parte. Se trata de algo tan simple como devolver la dignidad de todas las personas que lucharon y fueron asesinadas defendiendo la libertad y la legalidad republicana. Porque los otros nunca perdieron la dignidad. Porque, lo quiera o no Albert Rivera, no se cerrarán las heridas hasta que todos, vencedores y vencidos, tengan igualdad de trato y sobre todo mientras siga habiendo republicanos asesinados y enterrados en las cunetas.

Albert Rivera, la gran esperanza blanca de la derecha española, está demostrando día a día que las diferencias entre su partido y el Partido Popular se hacen cada vez más estrechas. La marca blanca del Partido Popular no solo quiere disputar el centro político, si no que pretende adentrarse en la tenebroso senda de la derecha española más rancia, la que representa el Partido Popular.

Salud, República y Socialismo.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails