23 de mayo de 2011
La jornada electoral de ayer confirmó los datos más negativos que avanzaban las encuestas. El P.P. vence en las elecciones municipales y autonómicas y el PSOE sufre la mas grave derrota de la democracia. La diferencia entre ambos es de 10 puntos.
Pero el resultado no es una gran victoria del P.P. sino una muy severa derrota del PSOE. El P.P. tan solo sube 1,5 puntos porcentuales y 557.956 votos mientras el PSOE pierde 7,52 puntos porcentuales y 1.484.778 votos. Y lo grave es que la sangría de votos del PSOE no es recogida por la izquierda del PSOE, ya que IU solo ha crecido 0,8 puntos porcentuales y 207.089 votos. Es el tremendo castigo recibido por el PSOE lo que ha engrandecido la victoria del P.P.
Esta es la realidad los datos, pero en el análisis se vuelve a caer en los mismos errores. Se vuelve a echar la culpa al mensajero. Según Zapatero la culpa de estos resultados la tiene la crisis económica. Y no es cierto, la crisis económica es la causa pero no la responsable de los malos resultados electorales del PSOE. La responsabilidad de los resultados hay que atribuírselos a la mala gestión que Zapatero y el PSOE han hecho de la crisis económica. Zapatero y el PSOE se empeñaron en que solo había una salida en la crisis y que para salir de ella la única forma era la del ajuste duro dirigido a las economías más desfavorecidas. Es decir hacer las políticas que le correspondía hacer a la derecha.
Zapatero se empeñó en hacer pagar las consecuencias de la crisis a los que nada tenían que ver con la gestión de la misma. Zapatero se olvidó de sus promesas electorales y de sus compromisos al comienzo de la crisis. Zapatero olvidó su “No os fallare” y olvidó su promesa de que “la salida a al crisis será social o no será” y se olvido de los parados, de los jubilados, de los funcionarios, del conjunto de los trabajadores a los que sometió a profundos recortes sociales, laborales y salariales. Y ahora los sufridores de la crisis se han olvidado de Zapatero, pero creo que se han equivocado, porque se han olvidado de las políticas económicas y sociales que el P.P. lleva adelante cuando gobierna. Estas no son otras que recortes del gasto público que implican nuevos recortes sociales y recorte de los derechos laborales de los trabajadores. Es decir las mismas políticas aplicadas por el PSOE pero con mucha más crudeza. Es salir de los malo para meternos en lo peor.
Zapatero sigue sin aprender la lección, porque ante el tremendo rechazo de su gestión, expresado en las urnas, insiste en seguir profundizando en las reformas que le exigen desde los mercados especulativos. No ha oído la voz de las urnas, no ha entendido que la derrota del PSOE es la derrota de la política desarrollada para salir de la crisis, no entiende, o no quiere entender, que ha traicionado a sus electores haciendo la política contraria con la que ganó las últimas elecciones generales y no entiende que él y el PSOE son los responsables únicos de la victoria electoral de P.P. al hacer la política que le correspondería hacer al P.P.
Ahora cambiarán de líder, pero nada cambiará en el panorama político, porque el problema no es de personas sino de políticas. No importa que sea Rubalcaba o Chacón. Ambos son tan responsables como Zapatero de las políticas aplicadas y mientras que no se reconozcan los errores cometidos y se cambien las políticas económicas para salir de la crisis, no acabará el debacle electoral del PSOE. No acabará el debacle electoral de la izquierda. Ahora los errores de Zapatero y el PSOE los pagaremos todos los ciudadanos.
Gracias Zapatero por situarnos al borde del abismo y darnos el empujón decisivo. Gracias por tus esfuerzos por llevar a la izquierda al mayor descredito de su historia. Gracias por tráenos al P.P. bajo alfombra roja y pétalos de rosa y gracias por obligarnos a una gran travesía del desierto que no sabemos cuanto durará.
Salud, República y Socialismo.