Toda la clase política se escandaliza y no es para menos porque la pensión que el BBV ha concedido a José Ignacio Goirigolzarri, su ya ex Consejero Delegado, es de vergüenza; pero ante ese vergonzoso hecho solo queda un teórico escándalo.
A sus señorías también se les debería caer la cara de vergüenza, porque ellos tiene en sus manos que cosas como están no sucedan y si suceden los responsables tengan que hacer una aportación a las arcas públicas en consonancia con sus elevadísimas remuneraciones. Ya casi nadie se acuerda de las reacciones en caliente después del inicio de la crisis financiera; había que limitar los bonus de los altos directivos de las entidades financieras, había que controlar y supervisar mucho más las entidades financieras y había que poner coto a los paraísos fiscales.
A pasado un año del inicio de la crisis y con el tiempo la calentura inicial también se ha pasado, la clase política y los dirigentes de los principales países no hacen sino poner largar a unas medidas que con el calor de la crisis se comprometieron a cumplimentar. Buena prueba de ello es que la pasada cumbre del G20 no ha hecho mas que declaraciones testimoniales y aplazar la toma de medidas concretas.
Pero cuando pasamos al terreno de lo concreto, al plano nacional, vemos que todo se queda, también, en palabras. Porque ¿que impide que se tomen medidas para controlar las altísimas remuneraciones de los altos directivos de nuestras grandes empresa? Solo voluntad política. Para el P.P., en boca de su portavoz de Economía, Cristóbal Montoro, es "especialmente llamativo que en tiempos de crisis el BBVA haya reservado 52,5 millones para la pensión vitalicia de Goirigolzarri”. Ni siquiera vergonzante, solo llamativo, y es normal cuanto tienen al propio expresidente de Gobierno, Aznar, cobrando sueldos millonarios en Consejos de Administración. Y ¿que dice el PSOE? pues en palabras del ministro de Fomento, José Blanco, "indemnizaciones de este tipo deberían tener una fiscalidad mayor ". Sorprendente, verdad. Y mientras el Banco de España recomendando contención salarial para los trabajadores.
Cuanta hipocresía. ¿Como puede hacer José Blanco esas declaraciones cuando se han negado a tocar los impuestos directos de los que más ganan? Si son sinceras sus palabras tienen la oportunidad de proponer en el debate de los presupuestos del estado una reforma fiscal en ese sentido. Pero seguro que no se atreverán, el calentón se pasará y todo quedará en nada. Del P.P. mejor no perder el tiempo porque ya sabemos su receta, rebajar los impuestos y brear a los más desfavorecidos.
Como dice Celestino Corbacho, Ministro de Trabajo, que luego no vengan a dar lecciones los que propician esas pensiones de vergüenza y piden despido libre y congelaciones salariales para los trabajadores. ¡Ojo que nadie me diga que defiendo a Corbacho!
Salud, República y Socialismo.