La grave crisis que hoy padece el PSOE no viene de ahora, se inicia en el momento en que una parte del los barones socialistas ponen a un tapado para que haga la política que ellos decidan.
Hace dos años una parte de los barones del PSOE a cuyo frente parecía estar Susana Diaz consideraron que era peligroso permitir que Eduardo Madina accediera a la secretaria General del PSOE. Para impedir que Madina consiguiera su objetivo se buscaron a un tapado, Pedro Sánchez, y consiguieron descabalgarle. Aunque Pedro Sánchez entró como elefante en cacharrería disolviendo federaciones que no eran de su agrado, como la de Madrid, llegó un momento en que quiso volar solo y ese fue su pecado.
Tras la elecciones del 20D se tuvo que tragar la imposición de los mismos barones que le habían encumbrado para no pactar con Podemos un gobierno de progreso. Entonces si cuadraban lo números para hacer posible ese gobierno. Pero Pedro Sánchez se tuvo que tragar el sapo de negociar con Ciudadanos un acuerdo que era un trágala para Podemos. PSOE y C's pretendieron hacer con Podemos lo mismo que recientemente PP y C's pretendieron hacer con el PSOE que se tragaran un acuerdo sin comerlo ni beberlo. Se perdió una gran oportunidad por la intransigencia de unos y la soberbia de otros.
Lo irónico del caso es que esos mismos que le pusieron la linea roja de no negociar con Podemos a Pedro Sánchez son los que accedieron al gobierno de sus comunidades gracias a los votos y acuerdos con Podemos, Asturias, Extremadura, Castilla la Mancha, Valencia. Parece que en la política socialista lo que vale para los barones autonómicos no vale para su Secretario General.
Yo no se si Pedro Sánchez se comprometió con Felipe González a permitir, mediante la abstención en segunda vuelta, el gobierno del Partido Popular y Mariano Rajoy. En todo caso las decisiones políticas son cambiantes en virtud a la evolución de las cosas. Por otro lado parece que el último Comité Federal del PSOE ningún barón o baronesa se atrevió a proponer la abstención en segunda vuelta para permitir la investidura de Mariano Rajoy. De ese Comité Federal salió el "NO es NO" en que se ha atrincherado Pedro Sánchez. Y creo que lleva razón porque no se puede permitir que vuelva a gobernar un partido corrupto y responsable de la miseria de millones de españoles. De lo contrario se sería cómplice de la corrupción y del austericidio practicado por el PP y Mariano Rajoy. Si Mariano Rajoy quiere seguir desgobernando este país que lo haga con la complicidad de la derecha con su corrupción y su austericidio.
Esa posición de Pedro Sánchez es lo que ha colmado el vaso de la paciencia de quienes le encumbraron a la Secretaria General del PSOE. Son ellos los responsables, junto con los errores de Pedro Sánchez, de la situación de ruptura fratricida en que se encuentra hoy el PSOE. Eso no puede ser alegría para ningún demócrata. Porque sea cual sea la salida que se le de a este conflicto el daño ya está hecho y las repercusiones electorales y sociales van a ser tremendamente negativas para el PSOE y la izquierda de este país. Lo que pierda el PSOE no lo va a ganar la izquierda, seguramente se irá a la abstención y con ello el PP y la derecha se pondrán la botas electoralmente.
Pedro Sánchez no ha sido un hábil político. El se dejó seducir por la Secretaria General que le pusieron en bandeja y los que le pusieron pretendieron marcarle el camino, pero de una manera hipócrita, obligándole hacer lo que ellos querían, pero no permitiendo hacer lo que ellos hacían. Al final Saturno Diaz devora a su hijo Sánchez. El problema es que esta tragedia no va a tocar de lleno a todos. La primera consecuencia es que el PP y Mariano Rajoy lo van a tener mas fácil para seguir puteándonos.
Salud, República y Socialismo.