A estas alturas de los debates una cosa a quedado claro: las tres derechas van a entrar a saco con las rebajas y ofertas fiscales, pero en realidad sus alegrías fiscales las vamos a pagar los de siempre, la mayoría social.
Las derechas siguen erre con erre tratando de convencernos de lo bueno es que los ciudadanos tengamos unos euros de mas en nuestros bolsillos con el argumento de que ese dinero va a hacer incrementar el consumo y por tanto relanzar la economía. Pero no nos dicen la letra pequeña, porque esa letra pequeña lo que cuenta es que ese argumento tiene una doble mentira. La primera es que los beneficiados de esas rebajas serán las grandes empresa y los poderosos a los demás solo nos quedaran las migajas. La segunda es que el coste de esa rebaja la vamos a pagar la mayoría social vía recortes sociales.
El estado del bienestar se mantiene de los impuestos y si los impuestos no son suficientes la consecuencia son los recortes sociales. Eso es lo que ha ocurrido durante la crisis económica con la políticas de austeridad y es lo que sucedería ahora si se empeñan a reducir los ingresos del estado (16.000 millones de euros propone el Partido Popular). España está 5,6 puntos porcentuales por debajo de la media europea en cuanto a recaudación fiscal y 8 puntos se nos referimo solo a la Europa del euro. Por lo tanto lo que España necesita no es reducir mas la imposición fiscal, sino incrementarla para poder tener mejores servicios sociales.
Su objetivo es bien claro deteriorar, vía recortes sociales, los servicios públicos para que los servicios privados pueden ser rentables o más rentable. Si los servicios públicos (sanidad, educación, dependencia, pensiones, justicia, los transportes, etc. ) fueran de mayor calidad los servicio privados que los sustituyen no tendrían sentido y no serían rentables. Por eso es necesario deteriorar previamente los servicios públicos para que se incremente lo beneficios de las empresas privadas.
¿Y quienes están doblemente interesados en que esto sea así? Pues los ricos, los poderosos y las grandes empresas de los sectores financiero, sanitario, educativo, dependencia, ... Primero porque esa reforma fiscal solo les beneficia a ellos. Porque bajar el tipo máximo impositivo del IRPF al 40% solo beneficia a lo ricos y a los poderosos y bajar el impuesto de sociedades del 35 al 20 % solo beneficia a las grandes empresa, Y no digamos ya a quien beneficia eliminar el impuesto de sucesiones y el de patrimonio. Y en segundo lugar porque los ricos y los poderosos no utilizan los servicios públicos y por lo tanto no tienen interés alguno en que se gaste dinero en sostenerlos. Cuando menos se gaste, menos impuestos tendrán que pagar ellos.
Por eso no podemos caer en la trampa que nos tienden. Porque con el canto de sirena de unos pocos euros en nuestros bolsillos lo que pretende es cargarse todo lo que puedan el estado del bienestar y traspasar rentas del trabajo a los beneficios empresariales. La reforma fiscal que necesitamos la mayoría social es una reforma progresista y progresiva. Un reforma que incremente los ingresos por la la vía de hacer pagar más impuestos a los que más ingresos tienen y a las empresas que más beneficios consiguen. Ingresar mas y mejor para tener mejor estado del bienestar.
El próximo domingo podemos elegir entre opciones que hagan pòsible la mejora del estado del bienestar o que por el contrario lo deterioren. Nosotros decidimos como debe ser nuestro futuro, que no nos lo impongan con falsos cantos de sirena.
El 28A hay que llenar las urnas de votos progresistas y de izquierdas. Ningún voto de izquierda y progresista se puede quedar en casa. Los trabajadores somos la mayoría social, no nos dejemos engañar.
Salud, República y Socialismo.