Cuando las cosas vienen bien dadas, todo son elogios para la gestión pública, aunque se estén cometiendo evidentes aberraciones, pero si estas se empiezan a poner feas la culpa siempre es del superior contrario.

La sanidad madrileña está, desde que gobierna la Espe-rancia a la cola de la sanidad pública estatal. El gobierno se había comprometido en adelantar “la liquidación de la recaudación de impuestos en las comunidades que, en lugar de abonarse con dos años de retraso en esta ocasión se abonaría en tan sólo uno”. Eso al parecer ahora no va a suceder. Y como Espe-rancia no va a disponer de ese dinero adelantado, la conclusión a que llega la susodicha es que la sanidad madrileña se resentirá y se incrementaran las listas de espera y por tanto la culpa del deterioro de la sanidad madrileña la tiene, como no, Zapatero. Vaya capacidad de análisis que tiene la lideresa del P.P., como si los niveles de deterioro de la sanidad en Madrid fueses de hoy mismo.

Gallardon, desde su llegada al Ayuntamiento de Madrid ha quintuplicado su deuda que ha pasado de 1.167 millones de euros a los actuales a los 6.366 actuales lo que hace que los intereses de la deuda cuesten a los madrileños la friolera de 750.000 euros diarios. Eso es lo que asfixia Madrid, la deuda provocada por Gallardón por su megalomanía insensata, lo demás son cantos al sol.
Es cierto que es necesaria una reforma de la financiación de las haciendas locales, pero en esa situación están todos los municipios y no tienen la monstruosa deuda que tiene el Ayuntamiento de Madrid. Y ante esta situación, de la que el único responsables es Gallardón, que solución proponen; pues ni más ni menos que subir las tasas y los impuestos. De momento ya han empezado con las tarifas de los aparcamientos públicos que han incrementado en casi un7%, como ya incrementó la Espe-rancia, estivalmente y con alevosía los transportes públicos. Y ya han anunciado que el próximo año tendrán que subir los impuestos, como no, por culpa de Zapatero.
Estos dos personajes bajo la excusa de la crisis económica y echando la culpa al pregonero, han encontrado su justificación a las nuevas vueltas de tuercas y agresiones a los ciudadanos y ciudadanas de la comunidad de Madrid que tienen en mente aplicar. Y los madrileños continúan sin tomar nota.
Salud, República y Socialismo.