El asunto de las tarjetas negras de Caja Madrid ha puesto en evidencia formas distintas de como se ha de atacar el tema de la corrupción. Una de ellas, la de CCOO, asumiendo toda la responsabilidad y expulsando a los corruptos y otra, la del PP, mirando hacia otro lado.
Hoy se han hecho públicas las conclusiones de la comisión de investigación de CCOO. Lo primero que ha hecho Ignacio Fernández Toxo ha sido pedir disculpas a la afiliación y la ciudadanía por el daño causado por los consejeros de CCOO en Caja Madrid. "Nos sentimos avergonzados y pedimos disculpas a los afiliados y la ciudadanía, porque más allá de que han fallado las personas, somos conscientes de que han fallado los controles internos del sindicato" ha sido lo manifestado por Toxo.
Y las conclusiones de la comisión de investigación han sido claras "Consideramos de la máxima gravedad los hechos investigados, y las personas que presuntamente los han llevado a cabo y así lo corrobore los expedientes disciplinarios abiertos, serán merecedores de la máxima sanción, la expulsión de CCOO".
Pero además el indio del proceso fue también distinto. CCOO suspendió de militancia a los implicados en las tarjetas negras y ha seguido el expediente contra todos, los que estaban de alta en CCOO, los que ya no pertenecían al sindicato y contra los que se dieron de baja voluntariamente. Porque como dijo Toxo, de esta manera se corta la posibilidad de que los corruptos vuelvan al sindicato.
Por su parte en el Partido Popular no ha habido ni autocrítica ni disculpas y en muchos casos ha habido hasta justificación de las corruptelas, "eran parte del salario". Y para evitar acciones contra los corruptos se aceptan bajas provisionales o temporales. Porque parece ser que si el corrupto ya no está en el partido ya no exige problema de corrupción. Es la táctica del PP se da de baja al corrupto y ya la corrupción no va con ellos. Ellos no tienen ninguna responsabilidad porque el corrupto ya está fuera. Pero es mentira, porque siempre existe la responsabilidad de la organización aunque sea solo moral por no haber puesto o haber fallado los controles anticorrupción.
Parece ser que los Matas, los Bárcenas o los Rato, solo se convirtieron en corruptos cuando dejaron el PP. Los partidos o los sindicatos siempre tienen una responsabilidad para con la sociedad, por acción o por omisión, por haber cometido corrupción directamente o haber permitido que sus miembros lo cometieran. Por tanto deben responden ante la sociedad por esos actos.
Y en no asumir responsabilidad alguna, también está la diferencia. Mientras unos miran para otro lado, CCOO se cuestiona el déficit de control habido en este asunto y propone cambios para mejorarlo. Un próximo Consejo Confederal extraordinario debatirá y aprobará las medidas concretas. Entre ellas cuestionarse la pertenencia de miembros de CCOO en los consejos de administración.
Corruptos puede haber en todas las organizaciones, el problema está en como las organizaciones reaccionan frente a sus corruptos. Denunciar la corrupción de los contrarios y luego mirar hacia otro lado frente a las corrupciones propias es simplemente hipocresía y ser complaciente con la corrupción en general. La respuesta que las organizaciones dan a sus propios corruptos es lo que diferencia a unas organizaciones de otras en la lucha contra la corrupción. Hay que ser intransigente con todas las corrupciones, las propias y a las ajenas. Sino se está descalificado para erigirse en adalid de la lucha contra la corrupción. Por eso el PP está descalificado, no tiene credibilidad en su apuesta contra la corrupción, porque solo ve la corrupción ajena mientras que la suya la justifica o mira hacia otro lado.
Salud, República y Socialismo.
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