domingo, 27 de enero de 2008

Continúan las rebajas electorales

Según se acercan las elecciones generales las promesas electorales de los partidos continúan saliendo de sus respectivos laboratorios electorales. El P.P. sigue erre con erre con las rebajas de impuestos, debe ser para estar en consonancia con las rebajas comerciales del momento.

A las ya anunciadas anteriormente, modificación del mínimo exento y la rebaja fiscal de 1.000 a las mujeres trabajadores, en estos días ha anunciado otro paquete de medidas. La reducción del número de tramos del IRPF con una disminución de los tipos impositivos, el incremento de las deducciones familiares y la reducción del impuesto de sociedades.

Pero que implican todas estas medidas:

La modificación del mínimo exento implica elevar el actual mínimo exento establecido en 9.000 € hasta los 16.000 €. Con esto el P.P. estima que el 40% de los contribuyentes dejaran de pagar el impuesto de IRPF.

La rebaja fiscal de 1.000 € a las mujeres trabajadoras, independientemente de sus ingresos, beneficiaría a más de 3 millones de mujeres. (Ver entradas Comienzan las promesas electorales. Rajoy ofrece 1.000 euros, ¿Quién da más?y A vueltas con los 1.000 € de Rajoy ).

La reducción de los tramos del IRPF implica pasar de los actuales cuatro tramos a 3 y reducir el tipo impositivo de 43% al 40% y el de 24% a 20%. Según El País con esta propuesta un trabajador con unos ingresos de 22.000 € se ahorraría 850 € (3,87%), mientras que para una pareja con unos ingresos de 45.000 € el ahorro sería de 3.000 € (13,63%), lo que ya singnifica que es una medida regresiva ya que el ahorro es proporcionalmente mayor cuanto mayor sea el nivel de ingresos.

El incremento de las deducciones familiares, según el P.P. beneficiaría a 7,1 millones de familias con hijo.

Y por último la reducción del impuesto de sociedades implica pasar el tipo general del 30% al 25% y el de las pequeñas y medianas empresas del 25% al 20%. Pudiendo, la rebaja, ser mayor en el caso de empresas que apliquen medidas de conciliación de la vida laboral y familiar, de ahorro energético, inversiones en Investigación y Desarrollo y en formación.

A nadie se le escapa que el conjunto de todas estas medias suponen una importante reducción de los ingresos de la Hacienda Pública, pero el P.P. insiste que con estas medidas se reactivará la economía y que en el segundo año de su aplicación los ingresos fiscales crecerán un 10%. No se si estas medidas contribuirán a reactivar la economía, pero lo que es seguro es que impedirán aplicar numerosas medidas sociales. ¿Como van a poder cumplir, por ejemplo, su promesa de incrementar en 250 € las pensiones más bajas sin hay menos ingresos fiscales?

El problema de la rebaja de los impuestos directos (IRPF, sociedades,..), los que gravan los salarios y los beneficios de las empresas; es el de siempre: la falta de ingresos se compensa con el incremento de los impuestos indirectos, los que gravan el consumo y las tasas, etc. Nos quieren hacer la ilusión de que tenemos mayor poder adquisitivo por tener menos descuentos en el salario, pero luego nos lo quitan con creces, cuando usamos el transporte público, pagamos la tasa de basura, pagamos el IBI, o consumimos. Y para muestra un botón, Salamanca. Su gobierno municipal, del Partido Popular, tiene en pie de guerra a la mayoría de la ciudadanía, por la abusiva subida de los impuestos municipales, bajo la excusa de que tiene menos inversiones estatales.

A mi me parece que todos esta batería de medidas fiscales, solo pretende ir sumando voluntades (40% de contribuyentes que pagan menos IRPF, 7,1 millones de familias con hijo, 3 millones de mujeres que recibirían 1.000 €, todos los empresarios que pagarían menos impuestos, etc.), con el objetivo de crear opinión favorable al voto del Partido Popular. Pero se olvidan que bajar los impuestos no es una política progresista y mucho menos de izquierda. Sin impuestos no se puede redistribuir la riqueza generada, con lo impuestos se pueden eliminar desigualdades sociales, si estos son bien redistribuidos. Una política impositiva justa es solidaria con los que menos poseen, porque bien redistribuida puede eliminar discriminaciones y crear bienestar social.

No deseo una sociedad como la yanki donde el bienestar social es sinónimo de poder adquisitivo, si se tiene poder adquisitivo se tiene sanidad, enseñanza, un sistema de pensiones, etc…; sino no se tiene el destino es la marginación.

Por eso en lugar de ilusorias rebajas fiscales, lo que es necesario es una política económica que genere riqueza, que posibilite salarios dignos, empleo estable y de calidad para todos, etc. Lo demás es marear la perdiz con promesas vanas que solo conducen a crear mayores diferencias sociales.

Salud, República y Socialismo

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