Una Europa con menos Europa

No se si saben Vds. que es hoy ha sido el día de Europa. Un día que en teoría estaba señalado para ensalzar  los beneficios de ser europeo y de pertenecer a la Unión Europea.

Pero se ve que ni a los más fervientes europeístas les ha importado algo ensalzar dichos beneficios. La Presidencia Española de la UE ha pasado por alto este día y ni siquiera han intentado comernos un poco el tarro a través de la prensa ni la TV estatal. ¿Será que no somos tan europeístas como se dice?

Pero claro viendo el panorama no es extraño que cada vez haya menos personas a las que le interese eso de ser europeo, sobre todo porque cada día que pasa  se diluyen más los beneficios de eso tan abstracto que es ser europeo. Y claro después de la dosis de euroescepticismo que han añadido los ciudadanos del Reino Unido, uno no puedo por menos que preguntarse  si vale para mucho esto de ser europeo.

Cuando uno percibe que lo que nos llega de Bruselas es, las más de las veces, normas de como apretar el cinturón a los de siempre, que es difícil que las políticas sociales avancen adecuadamente pero si las políticas económicas y que la crisis económica está sirviendo para mostrar la insolidaridad de unas naciones hacia otras y tratar de recortar derechos sociales y laborares de los trabajadores y que cuando se sale en ayuda de Grecia, lo es más por aquello de que no vaya a ser que la caída de Grecia  arrastre a los bancos nacionales que les ha prestado dinero y de paso se lleve también a algún gobierno que no tenga muy saneadas sus cuentas; que por aquello de la solidaridad entre países miembros de la UE.

Esta Europa de privilegios para sus políticos, sus cargos públicos y sus funcionarios es la que exige que la ayuda a Grecia esté condicionada a un duro ajuste que recaerá casi exclusivamente entre los trabajadores y jubilados, mientras los causantes de las crisis griega se van de rositas.

Esta Europa que se llenó la boca con meter en vereda a las instituciones financieras que fueron las responsables de la crisis económica, se olvidó de sus compromisos y ha sido necesario un nuevo aviso de los especuladores para que  de nuevo lo políticos europeos “tomen conciencia” de que el mercado y las instituciones financieras pueden llegar a poner en peligro la estabilidad de los gobiernos.

Esta es la Europa en la que nuestros dirigentes políticos pretenden que confiemos, una Europa que según el Comité de sabios dirigido por Felipe González manifiesta que hay que reformar  para dotarla de una contenido más social. Miedo me da en que puede acabar una nueva reforma de la UE, si no será solo un pretexto para dar una nueva vuelta de tuerca para hacerla más competitiva pero a costa de recortar los ya exangües derechos sociales y laborales de los trabajadores..

Y luego se extrañarán de que la ciudadanía europea de la espalda a las instituciones y políticos europeos.

Salud, República y Socialismo.