Si alguien en este país tuviera alguna duda de la implicación de los dirigentes del P.P. en la mayor trama de corrupción política de la historia democrática de España, las declaraciones de Bárcenas ante el juez Ruz han debido de despejar todas esas dudas.
El caso Bárcenas ha tenido hoy un punto de inflexión y además un punto de no retorno. Las evidencias aportadas son tan claras que solo los que han sido puestos en la picota pueden negar la evidencia. La aceptación de Bárcenas de que los papeles de la contabilidad B del P:P. son suyos, la aceptación de algunos de los beneficiarios de los sobres de haberlos recibido, la confirmación por parte de los peritos calígrafos de que la contabilidad B se ha eleborado a lo largo de un espacio temporal de 18 o 20 años y no producto de un calentón momentaneo y la confirmacion de que muchos de los datos contenidos en la contabilidad B coinciden con los datos de la contabilidad oficial, solo pueden confirmar que los pagos recibidos por los otros presuntos perceptores de los sobres son también ciertos.
Tanto el P.P. como Mariano Rajoy y muchos de sus dirigentes están implicados en la mayor trama de financiación ilegal de un partido y de enriquecimiento personal de sus dirigentes. El problema con ser grave lo es mas porque Mariano Rajoy es el presidente del Gobierno español y el P.P. el partido gobernante.Y es mucha la sombra de sospecha que recaen tanto sobre Rajoy como sobre el P.P. y esto no se puede solucionar de otra manera que con la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.
No se puede zanjar el tema con alusiones a la marcha de la economía y a la hipotética salida de la crisis y no se puede zanjar el tema con la frase de Rajoy de que "hay que hablar de las cosas importantes y no de las cosas que no son las mejores" o decir que "Un presidente del Gobierno no puede estar saliendo cada día al paso de insinuaciones y rumores". Porque lo sucedido hoy en la Audiencia Nacional ni son insinuaciones ni son rumores, son acusaciones formales y documentadas de la implicación del Presidente del Gobierno en una trama de financiación ilegal de su partido y enriquecimiento personal de sus dirigentes, entre ellos Mariano Rajoy.
Rajoy debe dimitir de inmediato y convocar elecciones anticipadas por la grave responsabilidad política de Rajoy y el P.P. en el caso Bárcenas. No vale, como propone el PSOE, con un cambio en la presidencia del Gobierno, porque no es un problema que se circunscriba exclusivamente a Mariano Rajoy, si no que estamos ante una trama de corrupción política organizado desde el Partido Popular y porque el Partido Popular está deslegitimado para seguir gobernando, primero por su implicación en la trama de corrupción, segundo porque toda su acción de gobierno se ha basado en una monumental mentira y tercero porque es necesario un cambio de rumbo económico que ponga su objetivo en salvar a las personas y no a las instituciones financieras.
No se deben priorizar las necesidades partidarias frente a las necesidades de la ciudadanía. Y la ciudadanía está reclamando un ejercicio de intransigencia frente a la corrupción política y un cambio en la política económica y social.
Salud, República y Socialismo.