El templo de Edfú, dedicado al dios halcón Horus, fue comenzado el año 237 a. C. por Ptolomeo III. En el año 212 a.C. se habían concluido las obras de la parte interior por Ptolomeo IV, y se decoró en el 142 a.C. por Ptolomeo VIII quien también terminó la primera sala hipóstila. Las obras en su totalidad no concluyeron hasta el 57 a.C con la colocación de las puertas.
Es el templo mejor conservado de Egipto y el más importante después del de Karnak. Mide 137 metros de longitud por 79 de ancho y 36 de altura, y representa la típica construcción de los templos con el pilono, el patio, 2 salas hipóstilas, una cámara de ofrendas, la sala central y el santuario. Es característica la iluminación del templo, con habitaciones cada vez más pequeñas que impedían el paso de la luz gradualmente hasta llegar al oscuro santuario, que recibe la iluminación sólo desde el eje. Entre las columnas y en el techo existen pequeñas aberturas que permitían el paso de la luz a determinadas habitaciones.
La sala hipóstila exterior, con doce columnas, da paso a la biblioteca, una pequeña habitación al este; otra habitación al oeste estaba dedicada a consagrar a los sacerdotes; la entrada al pronaos se abría a un largo patio rodeado por tres lados de columnas y al sur por un alto pilono. La parte más sagrada era el altar con una estatua; el santuario estaba rodeado de setenta habitaciones y almacenes, una sala con ocho pilares, dos pequeñas salas y dos escaleras. La capilla albergaba la barca sagrada. Ocho capillas más, en un corredor que llevaba fuera del santuario estaban dedicadas probablemente a los dioses principales: Isis, Osiris, Min, Jonsu, Ra, y otros tres más.
Delante del santuario hay una antesala, y al este una sala de sacrificios, dando paso a la plaza de la pureza donde se revestía a las estatuas y se recibían los amuletos; al oeste, otra antesala estaba dedicada a Min; la siguiente habitación en dirección a la salida era la de las ofrendas y seguía la sala hipóstila interior con dos grandes columnas; dos salas adjuntas servían como paso interior hacia el templo, y para almacenar los tesoros; las cámaras adyacentes, en el oeste, eran para las abluciones y los aceites sagrados, y la cámara sagrada del Nilo donde se purificaba el agua del nilómetro exterior. Una sala hipóstila de 18 columnas se añadió al sur, así como unas puertas, en 57 a. C. quedando el templo concluido.
El templo de Edfu cayó en desuso como edificio religioso después del edicto de Teodosio I que prohibió el culto no cristiano dentro del Imperio romano en 391 d. C. Igual que en otros lugares, muchos de los relieves tallados del templo fueron arrasados por los cristianos que llegaron a dominar Egipto. Se cree que el techo ennegrecido del vestíbulo hipóstilo, todavía visible, es resultado de los incendios provocados para destruir imágenes religiosas que en ese momento fueron consideradas paganas.
Durante siglos, el templo quedó enterrado hasta una altura de doce metros, bajo la arena del desierto y las capas de lodo depositadas por el río Nilo. Los habitantes del lugar construyeron casas en el terreno del templo. Sólo quedaron visibles en 1798, las partes más altas de los pilonos del templo, cuando fue documentado por una expedición francesa.
Auguste Mariette fue el primer occidental que llegó a Edfu, en 1860. Entonces el templo se utilizaba como vivienda y había establos y almacenes de productos agrícolas. Se habían hecho paredes de adobes y algunas zonas estaban recubiertas de arena. Los trabajos de conservación que se hicieron permitieron recuperar el templo.
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