Siempre he apoyado las campañas de AI por su defensa de los derechos humanos y las libertades, pero hace uno días encontré algo que no me ha gustado: su posicionamiento contra la prohibición del burka.
Lo encontré en Facebook y me llevé una agradable sorpresa cuando vi que no solo era yo el que estaba contra la opinión de AI sino que la mayoría de los comentarios que se realizaban, y eran muchos, estaban en línea con lo que yo pensaba. Por cierto hoy ha desaparecido esa información de Facebook. No obstante se puede acceder a la campaña de AI desde la web de AI España.
Me sorprende los argumento que AI emplea para proponer el rechazo a la prohibición del burka. “Cualquier prohibición general violará los derechos a la libertad de expresión y de religión de las mujeres que decidan llevar el velo en público como expresión de su identidad o de sus creencias”. Parece que no se quieren enterar que el burka en su origen no es una expresión de religiosidad sino que es una imposición de un genero hacia el otro. Dicen los estudiosos del Corán que en ningún sitio se habla de la utilización del burka. Y ahora con la excusa de la religión se utiliza como medio de represión de la mujer.
Pero en todo caso lo que deben proteger las sociedades democráticas no es ese falso derecho a la libertad de elección de las mujeres que llevan el burka, sino el derecho a la dignidad de todas la mujeres y una mujer dentro de un burka es una mujer que está metida en una cárcel andante y que no es libre de elegir porque está presionada por los condicionantes de la educación castrante que le han inculcado desde que nació o de la presión de su entorno social más cercano cuando se haya fuera de su país.
Cuando se pone como excusa que la prohibición del burka llevaría a las mujeres que lo usan a permanecer en su casa e impedirles conseguir un trabajo, alguien se pregunta si una mujer con burka tiene posibilidad de encontrar trabajo en un país occidental. Ese creo que no es el problema, que es más importante impedir que las mujeres sean reducidas a un bulto sin derechos, marginadas por el entorno social que dice que ella es libre y reducidas exclusivamente a su rol sexual y reproductivo. Ya nos hemos olvidado cuando la izquierda decíamos con orgullo: “levantemos el velo de las mujeres afganas” o es que hay que evitar el uso del burka solo en Afganistán y en los países democráticos, por el hecho de serlos, pueden ser marginadas amparándose en ese falso sentido de la libertad de expresión.
Tampoco es argumento comparar el burka con el vestido de las monjas. En este caso si que existe una elección voluntaria y ese vestido, con su velo, no es sino un uniforme de trabajo más, como el de las fuerzas armadas, los bomberos o la policía.
Otra cosa es la utilización electoralista que se pueda estar haciendo desde ciertos sectores de la derecha con respecto a la prohibición del burka en los espacios públicos institucionales, pero eso no tiene nada que ver con la defensa de la dignidad de las mujeres, una mujer sin rostro, una mujer dentro de una pequeña cárcel de tela es una mujer marginada, una mujer a la que se le niega el derecho mas elemental: el tener una identidad y por tanto depende para todo de su padre, marido o hermano. Nunca es mayor de edad.
Por eso no entiendo esa campaña de AI.
Salud, República y Socialismo.