Josip Broz Tito

Hoy, 4 de mayo, se han cumplido 30 años de la muerte de Josip Broz Tito, el Mariscal Tito,  libertador de Yugoslavia del jugo del nazismo.

Tito nacido en ambiente rural comenzó rápidamente a moverse en los ambientes sindicales participando en manifestaciones y huelgas en defensa de los derechos de los trabajadores. A raíz de su participación en la I Guerra Mundial fue capturado por los rusos, aunque se escapó del campo de prisioneros y se alistó en el Ejercito Rojo.

Con ocasión de la guerra civil española organizó desde Paris el alistamiento para las Brigadas Internacionales. Ocupada Yugoslavia por los nazis, el 4 de julio, Tito realizó una llamada pública para la resistencia armada en contra de la ocupación nazi-fascista, como comandante supremo del Ejército Popular de Liberación y Separación Partisana de Yugoslavia, los partisanos fueron protagonistas de una gran campaña de guerrillas y comenzaron a liberar partes del territorio. Tito fue nombrado mariscal de Yugoslavia y el 4 de diciembre de 1943, mientras la mayoría del país estaba aún ocupado por el Eje, Tito proclamó un Gobierno democrático provisional.

A pesar de que inicialmente los aliados no apoyaron a las fuerzas partisanas combatieron en solitario al ejercito invasor nazi, aunque a partir de 1943 los aliados cambiaron de posición y ayudaron a las fuerzas de Tito. El 5 de abril de 1945 Tito firmó un acuerdo con la Unión Soviética permitiendo la "entrada temporal de tropas soviéticas en el territorio yugoslavo". Ayudado por el Ejército Rojo, los partisanos ganaron la guerra contra los ejércitos nazis en 1945.

Finalizada la II guerra mundial se estableció en Yugoslavia una república socialista, aunque las relaciones de Tito con la Unión Soviética nunca fueron  buenas, desmarcándose del estalinismo y propugnando la vía del socialismo autogestionario, siendo el Partido Comunista Yugoslavo expulsado de la Kominform (Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros) en 1948. Las diferencias con la Unión Soviética se siguieron manifestando con el rechazo de Tito de las invasiones soviéticas de Hungría (1956), Checoslovaquia (1968) y Afganistán (1979). En la década de 1960 Tito junto a líderes africanos y asiáticos constituyeron el movimiento de los países no alineados que sirvió durante mucho tiempo de contrapeso frente los países alineados con la OTAN o el Pacto de Varsovia.

A la muerte de Tito intereses políticos y económicos de determinados países europeos, las divisiones étnicas y problemas de fondo no solucionados durante la etapa de Tito sirvieron de detonante para la desintegración de la federación yugoslava y las sangrientas guerras de los Balcanes en la década de 1990.  El sueño de Tito se vino abajo inmediatamente después de su muerte. Hoy no queda casi nada de la Yugoslavia de Tito, quizá solo su mausoleo, abandonado durante mucho tiempo y que ahora el turismo  lo ha vuelto a descubrir.

Tito la persona que supo hacer frente y liberar Yugoslavia del yugo nazi, admirado por muchos de nosotros cuando éramos jóvenes por pretender construir un socialismo diferente, pero que no fue capaz de finalizar la construcción de un  país, lo que acabó con su sueño del socialismo autogestionario.

Salud, República y Socialismo.