Yo no soy nacionalista aunque respeto profundamente a quienes los son y respeto hasta su derecho a independizarse aunque no lo comparta. Creo que en un momento en el se se están rompiendo fronteras, es como ponerle puertas al campo.
Artur Mas tenía y tiene un grave problema en Cataluña y como hacen los dictadores cuando el problema es de difícil solución se recurre al enemigo externo. Ante el creciente malestar de los catalanes por la política de recortes del gobierno catalán, Artur Mas hecha mano del enemigo externo y culpa al estado español de ser el origen de los problemas de Cataluña. La solución, la independencia de Cataluña ante el argumento de que España roba a Cataluña. Con esto no quiero decir que los gobiernos del estado haya sido ecuánimes en sus políticas con respecto al estado de las autonomías.
Cuando desde la derecha se utiliza la palabra “españolizar” es para echarse a temblar porque ya tenemos la experiencia pasada de los que significó la españolización de todos los que vivíamos en este país llamado España. Significó uniformidad, pensamiento único, persecución de la diferencia y de los diferentes y sobre todo la imposición del código de valores de unos pocos al resto de la ciudadanía. Va a significar la imposición de unos criterios educativos que responden excesivamente a la ideología política de un partido en concreto, el Partido Popular y el ministro de Educación en lugar de preocuparse de mejorar la calidad de le enseñanza pública, se empeña exclusivamente en adoctrinar a los que no piensan como manda el gobierno central. De igual manera que antaño se hicieron campaña de evangelización, poco importaba si los negritos o los chinitos sabían leer y escribir porque lo importante era que supieran rezar, ahora se pretende españolizar porque lo importante no es la calidad de la educación pública, sino imponer unos valores concretos.
Yo no creo que la solución a los problemas de los catalanes sea la independencia. En una Cataluña independiente, los trabajadores catalanes seguirían teniendo, al menos, los mismo problemas que tienen en estos momentos. Los únicos que se beneficiarían de la secesión serían los dirigentes de los partidos políticos de la burguesía catalana que verían colmados sus ansias de mayor poder político. A mi lo mismo me da que me explote un empresario madrileño que uno catalán o que me oprima un político andaluz u uno gallego. Porque el problema no está en quien me oprima o me explote sino en la propia explotación u opresión. Por eso soy de izquierdas y no nacionalista porque lucho contra la explotación y la opresión venga de quien venga.
A mi me hubiera gustado que esos cientos de miles de catalanes que se manifestaron en la Diada lo hicieran también cuando los sindicatos y las organizaciones sociales les llaman para luchar contra la política de recorte de CIU, pero no es así. Si así fuera, entonces podríamos estar hablando de cambiar el modelo de sociedad que nos empobrece y nos quita los derechos sociales y laborales que tanto esfuerzo nos ha costado conquistar y no solo de la cuestión nacionalista, que es el objetivo de la burguesía catalana y de todas las burguesías del estado español.
Soy consciente de que la responsabilidad de la actual situación de nuestra configuración territorial la tienen los grandes partidos estatales, P.P. y PSOE, y los partidos de las derechas nacionalistas que han gobernado desde la transición. Los grandes partidos estatales han utilizado el estado de las autonomías como moneda de cambio para sus intereses políticos. Se han estado utilizando las trasferencias competenciales y los cambios en el modelo de financiación autonómico como moneda de cambio para que, tanto CIU como PNV, apoyaran sus propuestas en el Parlamento español cuando lo primeros no tenían mayorías suficientes para aprobarlas. Y mientras la situación económica nos era favorable el sistema a funcionado, pero desde el momento en que el dinero no puede fluir tan fácilmente por la crisis económica, tanto PVN como CIU, rompen la baraja para dar una vuelta de tuerca mas en sus ansias de poder político.
El problema es que se necesita un paso adelante en nuestro modelo territorial. Hay que pasar del modelo de estado autonómico al modelo de estado federal. Donde todos nos sintamos cómodos con una reglas de juego iguales para todos y sin que nadie puede utilizar las deficiencias del modelo para sacar rédito político. Un modelo federal donde la solidaridad entre los pueblos y nacionalidades del estado sea la seña de identidad. Y si es necesario cambiar la Constitución, pues se cambia.
El camino es la vía del republicanismo federalista, que solucionaría, desde mi opinión, una parte del problema pero que tampoco solucionaría el problema que como trabajadores, pensionistas, jóvenes o dependientes tenemos los ciudadanos de a pie. Para eso hace falta cambiar también el modelo social y político. Pero esa es otra historia y por eso no soy nacionalista y si de izquierdas.
Salud, República y Socialismo.
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