Tras el subidón de autoestima, la resaca

Se acabaron los festejos. El subidón de autoestima, pronosticado por Rajoy, ha servido para que muchos españoles y españoles se olvidaran por unos días de la realidad social de un país que no marcha bien. Durante unos días se ha  vivido un espejismo que ha ocultado la crisis económica y ha hecho soñar con un país mejor.

Y ahora volvemos a la triste realidad, porque al final se ha tratado simplemente  de un evento deportivo. Un evento deportivo en el que unos profesionales de elite, altamente pagados, han ganado a  otros profesionales de elite, también altamente pagados. Unos profesionales que ni son unos héroes ni tampoco, en ocasiones, ejemplo de nada. Y no son ejemplo porque mientras todos los trabajadores cumplimos con nuestra obligaciones fiscales, ellos buscan las vueltas para pagar lo menos posible y si pueden, como ya lo hicieron en la anterior Eurocopa y en el mundial de Suráfrica, hacerlo en otro país. Ejemplo en todo caso, son los jugadores de la selección italiana que han decidido ceder sus primas a los damnificados por los terremotos.

La roja ha ganado a los franceses, a los italianos, a los portugueses y han demostrado que son mejores que los ingleses y los alemanes. Han ganado en el terreno deportivo y cientos de miles de ciudadanos se han lanzado a la calle para celebrar esos triunfos. Eso es bueno para la salud mental de las personas. Pero eso no cambia nada la situación, porque el partido más importante  lo vamos perdiendo y los vamos perdiendo porque no ponemos el mismo énfasis en defender nuestros derechos que en defender y celebrar el triunfo de unos profesionales de elite muy bien remunerados.

En el partido con los grandes de Europa estamos perdiendo en productividad y nos intentan convencer que es un problema de costes salariales. Pero no es cierto. ¿Como se puede ser más productivo con salarios mas altos? Será porque son más productivos por otras razones. Estamos perdiendo en salarios porque los nuestros están a  la cola de la UE y encima los quieren reducir aún más y estamos perdiendo en bienestar social porque también estamos a la cola de la UE en inversión en bienestar social.

Pero nuestros gobernantes, el Partido Popular, pretenden hacernos  creer que el subidón de autoestima es la solución a nuestros problemas. Eso es el «Panem et circenses» de los emperadores romanos, pero en este caso sin “pamen” y el “circenses” ya se ha acabado. Mientras no nos convenzamos de que tenemos que emplear, al menos, las mismas energías en defender nuestros derechos, que las que muchos ciudadanos emplean en  defender y celebrar los triunfos de su equipo; seguiremos perdiendo el verdadero e importante partido de nuestras vidas.

Por eso me indigna, lo diré una y otra vez, que los mismos ciudadanos que ayer salieron a vitorear a la roja, mañana se queden en casa cuando se trate de defender sus derechos.

Salud, República y Socialismo.