El orgullo entre el festejo y le reivindicación

Ayer más de un millón de personas salieron en Madrid a festejar el día del orgullo gay y hoy la prensa anuncia la previsible favorable posición del Tribunal Constitucional al matrimonio homosexual.

Siete años de lucha por mantener un derecho que les equipara al resto de los ciudadanos. Un derecho conquistado mediante una de la mas lúcida modificaciones legislativas realizada por el PSOE. Un derecho que no va contra nadie ni perjudica a terceros. Solo a las retrogradas mentalidades de los dirigentes del Partido Popular, ya que muchos de sus propios militantes  se manifestaron y se manifiestan a favor de la modificación legislativa.

Y una situación que ha llegado a ser entendida hasta por la propia Real Academia Española, una institución que también es lenta y reacia a los cambios de la sociedad, porque va siempre a remolque de lo que ya es práctica habitual entre los ciudadanos.  Pero en esta ocasión ha sabido entender que el concepto “matrimonio” está asimilado por la sociedad no desde el punto de vista tradicional, sino desde el aspecto mas amplio y progresista del mismo.

El Partido Popular, a través de su recurso de inconstitucionalidad del matrimonio homosexual,  va contra la realidad social de España, porque el matrimonio homosexual es un hecho aceptado por la inmensa mayoría de la ciudadanía y no es una anécdota como pretendían, en un principio, hacernos creer. Los más de 20.000 matrimonios homosexuales desde la modificación legal del matrimonio civil lo evidencian. Es más, va contra la realidad histórica de las sociedades.  La sociedad española fue pionera en establecer la igualdad de derechos entre las personas, independientemente de su orientación sexual, con respecto al matrimonio civil; pero desde 2005 son ya 10 los países en los que se ha conseguido la igualdad de derechos ante el ejercicio del matrimonio y otros muchos los que se están planteando avanzar hacia la igualdad.

El próximo martes se inicia en el Tribunal Constitucional el debate del recurso de inconstitucionalidad presentado por el P.P. y todo hace ver que será rechazado. Poco importará las cambios de los miembros en el alto tribunal, porque independientemente de ello el T.C. seguirá siendo de orientación progresista. El P.P. solo conseguirá aplazar la realidad otro poco mas, pero al final ganará el derecho a la igualdad.

Nuevamente el P.P. hará el más absoluto ridículo ante su negación y persistencia en no retirar el recurso de inconstitucionalidad. Dentro de poco el Orgullo tendrá un nuevo motivo de fiesta y el P.P. se tendrá que debatir entre aceptar una realidad que forma parte de la cotidianidad española o hacer nuevamente el ridículo e ir en contra de esa realidad.

Salud, República y Socialismo.