No habrá debate del estado de la nación

Los recortes no se dan solo en la economía, o la política social, ya han llegado a los derechos civiles. Mariano Rajoy, el P.P., ha decidido que este año no se va a celebrar el debate del estado de la nación.

La pueril excusa es que solo lleva 6 meses gobernando y que hay precedentes. Eso no es una razón que impida la celebración del debate del estado de la nación, solo es una mala justificación para hurtar un necesario debate sobre la actual situación económica y política del país.

Es cierto que ha habido otras ocasiones en las que por motivos electorales se ha pospuesto este debate, pero en ninguna de las anteriores ocasiones la situación económica y política del país era comparable a la actual situación. En estos momentos tenemos un gobierno que en pocos meses ha recortado gravemente los servicios sociales básicos, ha subido impuestos y se ha visto obligado a pedir un rescate exterior para la banca. Y sobre todo un gobierno que día si y día también se contradice con sus propias decisiones.

Son demasiadas las incógnitas y las actuaciones que son necesarias clarificar, que la excusa del espacio temporal de este gobierno es solo una justificación pueril para no tener que que dar cuentas de las contradictorias decisiones de este gobierno y y clarificar las intenciones de este gobierno sobre el futuro económico y social de los españoles.

Rajoy tiene alergia a los debates, gobierna prácticamente por decreto para evitar que la oposición tenga oportunidad de discutir y presentar alternativas a su política de recortes para salir de la crisis económica. Rajoy huye de los medios de comunicación porque no se siente seguro de sus propias convicciones y no acude al Parlamente mas que cuando es estrictamente obligatorio. Todo esto configura una forma de gobernar que nada tiene que ver con la participación política y el necesario debate político  que en un modelo democrático debe ser norma obligatoria.

Pero por desgracia esto es solo la punta del iceberg del modelo de derecho y libertades que desde el Partido Popular se pretende imponer. En este ámbito figura su intención de  monopolizar el control de la información pública  a través de los medios de comunicación públicos y el recorte de los derechos de manifestación y expresión para evitar en lo posible  la discrepancia y la contestación en la calle a las políticas del gobierno. La criminalización de la resistencia pasiva constituyen otro de los proyectos encaminados a recortar los derechos civiles de la ciudadanía.

En definitiva la no celebración del debate del estado de la nación es solo un ítem más en el proceso político del Partido Popular, encaminado a recortar  los derechos y libertades de la ciudadanía para de este modo limitar, por el miedo, la contestación y la protesta ante el objetivo central de la política del P.P.: aprovechar la crisis económica para imponer un cambio del modelo político, económico y social español.

Salud, República y Socialismo.