Después de las elecciones casi todos los partidos andan
haciendo propuestas de gobierno, prioridades, líneas rojas. Todos menos Rajoy
que no sabemos que es lo que piensa de todo esto. Bueno si piensa una cosa,
que quiere seguir malgobernando este país.
Rajoy se piensa que esto de ser presidente del gobierno es
un cargo vitalicio, como lo eran algunos puestos de las cortes franquistas. Por
eso recibe a los candidatos de otros partidos, para hablar de la constitución
de las futuras cortes y del nuevo gobierno, en la Moncloa. Como él ya se siente
presidente los recibe como si recibiera a los líderes de la oposición, para
conocer su opinión sobre la composición de su nuevo gobierno.
Él ya les ha dicho, sobre todo a PSOE y Ciudadanos, que el
presidente será él. Que para eso tiene más diputados que los otros y que
además coinciden en lo esencial, la unidad de España y en la recuperación
económica en abstracto. Pero se olvida de dos cosas, que son muchas más las cosas en las que
no coinciden y que el sistema electoral español no es presidencialista y
gobierna quien tiene más apoyos, no quien consigue más diputados.
El problema de Rajoy es que no se entera o mejor que no
quiere enterarse. Porque quien tiene menos posibilidades de conseguir apoyos es
él. Él sigue pensando que el tiempo todo lo cura y que dejando pasar el tiempo
la presidencia del Gobierno de España le caerá como fruta madura y no tiene que
preocuparse mas que de seguir leyendo el Marca y fumar puros. Pero la cosa no
va así. Si hay algo claro de las elecciones del pasado 20D es que la ciudadanía
quiere un cambio de rumbo a la política económica y social que el PP y Rajoy
impusieron en los funestos cuatro años pasados. A los españolas ya no nos vale
esa milonga de la unidad patria y la recuperación económica en abstracto. La
ciudadanía quiere sobre todo que se rescate a las personas.
No quiere enterarse, Rajoy, que Albert Rivera le ha dicho
que no apoyará un nuevo gobierno del Rajoy y que a lo sumo se obtendrán en la
votación, que Pedro Sánchez le dirá no y no a su investidura y que Pablo
Iglesias más de lo mismo. Por lo tanto la cuentas no le salen, porque los
nacionalistas catalanes y vascos tampoco están por la labor de que Rajoy y el
PP repitan en el gobierno de España. Tampoco quiere enterarse de que frente a
sus propuestas de unidad de la patria y recuperación en abstracto de la
economía hay otras propuestas. Unas propuestas que pretenden derogar su
nefasta gestión de estos negros cuatro últimos años. Y ante eso calla, porque
sabe que esas propuestas son incompatibles con el modelo de gobierno que
pretende hacer si es elegido de nuevo presidente. Por tanto no puede haber un
acuerdo de investidura solo para mantener la unidad patria y terminar la
recuperación económica en abstracto. Porque hay una gran parte, posiblemente
mayoritaria, del nuevo parlamento que quiere ajustar cuentas a las políticas de
recortes que impusieron Rajoy y el PP. No se entera que ya nada puede seguir siendo lo mismo.
Y aquí viene lo último de lo que Rajoy no quiere enterarse.
Si es posible un mayoría parlamentaria progresista frente a las políticas de
recortes del PP, se tiene que explorar la posibilidad de que esa mayoría pueda
formar un gobierno de progreso. Y unos y otros se tendrán que dejar plumas en
el camino porque lo que está en juego es salvar a la gente de la política de
recortes del Rajoy y el PP, construir un estado más justo e igualitario,
favoreciendo a los más desprotegidos. Sería imperdonable que por conservar
purezas ideológicas o por luchas intestinas de partidos no se pudiera llevar a
cabo una salida progresista a la crisis económica. Eso no se lo perdonarían los
electores a quien ponga piedras en el camino de un gobierno de progreso.
Miremos al pasado y eso fue lo que le paso a Izquierda Unida cuando dejó
gobernar a la derecha en muchos ayuntamientos, donde pudo haber gobernado la
izquierda, solo por pureza ideológica y programática. Si hay gobiernos de progreso en
ayuntamientos y comunidades autónomas, ¿por qué no puede haber un gobierno de
progreso en el estado español? PSOE y Podemos tienen en esto una gran
responsabilidad.
Rajoy solo piensa de todo esto que quiere seguir siendo
presidente del gobierno y por eso solo se dedica a hacer juegos malabares con
su exigía mayoría y reclamar “el derecho” a que la minoría mayoritaria sea
investida si o si. Le importa un bledo que la investidura la impone quien
consigue el apoyo de la mayoría del congreso de los diputados y
Salud, República y Socialismo.
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