En el marco del debate del estado de la nación, Rajoy presentó sus dos propuestas estrella como conclusión del debate, la tarifa plana para la contratación y el avance de la reforma fiscal. En ambos casos el contenido de las mismas no es mas que humo.
Decía Mariano Rajoy, de su propuesta, que "se trata del impulso a la creación de empleo más importante de nuestra historia" y para ello se rebajaría las cuotas empresariales de las seguridad social, por contingencias comunes a 100 euros por cada contratación indefinida que se realice. Según sus propias palabras, la rebaja afectará durante los dos primeros años a las contrataciones
indefinidas de aquellas empresas que no hayan hecho despidos
individuales o colectivos de forma improcedente en los seis meses
anteriores a la contratación.
Pero como dice el refrán, "de lo dicho al hecho, un trecho". Primero, porque la tarifa plana de 100 euro se convertirá como mínimo en 205, ya que no contempla el resto de las contingencias que no son comunes (desempleo, formación profesional y Fogasa) y segundo, porque lo de crear empleo neto, nada de nada. De las condiciones para acogerse a la tarifa plana, ya no queda ni su sombra, en la letra pequeña del decreto.
Primer trampa. La empresas podrán acogerse a la tarifa plana si convierten un empleo temporal en empleo fijo, luego no hay incremento neto de empleo en este caso. Segunda trampa. Para medir si una empresa incrementa su plantilla, la Seguridad Social
tendrá en cuenta el número de trabajadores de la empresa durante los 30
días anteriores al nuevo contrato. Una empresa despide a un trabajador y 31 días después puede contratarlo de nuevo ahorrándose cotizaciones a la Seguridad Social. En este caso tampoco hay crecimiento neto de empleo. Tercera trampa. La empresa tiene que mantener el nivel de empleo adquirido, al menos durante tres años. Pero para medir el nivel de empleo no se tendrán en cuenta los despidos individuales por causas
objetivas (económicas, organizativas, técnicas). En este caso ya no es necesario mantener el nivel de empleo para beneficiar se de la tarifa plana. Y cuarta trampa. El decreto establece que cada 12 meses se comprobara si el nivel de empleo fijo y temporal permanece estable, pero no dice nada si el empleo temporal varía. En este caso puede decrecer el empleo temporal y seguir acogiéndose, la empresa, a la tarifa plana. Es decir que toda la promesa del P.P. se quedará en una rebaja de cuotas a los empresarios, sin contrapartida alguna de creación neta de empleo.
El problema grave de todo esto, es que se trata de un reducción de la tarifa, no de una deducción de la tarifa. Si fuera una deducción de tarifa, lo que dejarían de pagar los empresarios lo cubriría el estado a través de los presupuestos generales, pero al ser una rebaja de tarifas, los ingresos de la Seguridad Social se verán mermados en gran medida. El gobierno se verá obligado al recurrir con mayor frecuencia al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para pagar las pensiones y la vida del fondo de acortará de manera importante. O se justificará de nuevo, con al excusa de la falta de ingresos, otra reforma de las pensiones que solo significará una reducción de sus cuantías. Según CC.OO. cada contrato significará una perdida de ingresos a la Seguridad Social de 7.359 euros al año. Esto no hará mas que incrementar el déficit de la Seguridad Social que el propio gobierno fija en un 1,1% del PIB (unos 12.000 millones de euros) para 2014.
Con respecto a la segunda promesa de Rajoy, la de eliminar el pago del IRPF a los trabajadores con ingresos inferiores a 12.000 euros anuales y que afectaría a 1,500.000 contribuyentes, también tiene trampa. Primero, porque actualmente todos los contribuyentes que tienen ingresos inferiores a 11.162 euros no pagan IRPF, por tanto solo se beneficiarán los que cobren 848 euros más. Y segundo, esto hace que el numero de constituyentes exentos, según el sindicato de inspectores de Hacienda GESTHA, solo alcance a los 400.000 y que la desgravación total represente solamente 19 millones de euros, una media de 40 euros por contribuyente.
El problema de los impuestos es que a través de ellos se pagan los servicios públicos. Unos servicios públicos que hemos visto como se recortaban con la escusa de ajustar los gastos a los ingresos. Luego si se recortan los ingresos, estamos fomentando la excusa para, que de nuevo, se recorten los servicios públicos básicos. No nos debemos llevar por los falsos cantos de sirena de la rebaja de los impuestos (tener unos pocos euros mas en el bolsillo), porque luego se desvirtúa el principal objetivo de los impuestos, el de la redistribución de la riqueza. No sea que, como ya se esta empezando a ver, la reforma fiscal del P.P., sea tan solo un maquillaje de rebaja en los impuestos directos, el IRPF, y un incremento de los impuestos indirectos, los que gravan el consumo. Con esto nos podemos encontrar con unos pocos euros mas en los bolsillos, pero que no serán suficientes para pagar el incremento de los impuestos al consumo. De nuevo los poderosos serían los que salieran beneficiados de ese espejismo de reforma fiscal.
Lo dicho, las promesas de Rajoy son tan solo humo y propuestas trampa.
Salud, República y Socialismo.
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