La presentación de la contrarreforma de la ley la Salud Reproductiva y Sexual (Ley de Protección de la Vida del Concebido), ha desatado las instintos más bajos de los sectores mas ultramontanos de la política, entre ellos los del senador del Partido Popular, Luís Peral.
Para este impresentable "el aborto es un verdadero drama para la mujer y una forma de violencia de género". Estos sectores del P.P., que representan a la minoría mas radicalizada de la derecha española y a los sectores más reaccionarios de la iglesia católica están eufóricos con la presentación de una contrarreforma que traslada los derechos de la mujer 30 años a atrás. Lleva razón en que abortar es un drama, porque no creo que ninguna mujer aborte como quien se ve de fiesta. Pero la solución que aportan, los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad, es peor que el problema que pretenden solucionar, porque para mitigar un drama no es necesario provocar una drama mayor.
Afirmar que el aborto es una forma de violencia de género, no es solo una barbaridad, sino además una mentira. Y justificarlo con que la decisión de abortar se toma a veces "con presiones de padres y empleadores", solo pone de manifiesto la necesidad de proteger a la mujer de esas presiones.
La decisión de abortar es un derecho exclusivo de la mujer que debe tomar en libertad. La actual ley de plazos no obliga a ninguna mujer a abortar, sino que es la mujer quien decide libremente abortar o dar continuidad a su embarazo. No hay violencia en esa decisión, la violencia es otra cosa.
- Violencia es obligar a una mujer a tener un hijo no deseado.
- Violencia es poner por encima de la vida de la mujer el derecho a la vida de un feto.
- Violencia es obligar a nacer a un ser con graves malformaciones, que harán de su vida un calvario y seguramente abandonado a su suerte por los poderes públicos, sobre todos si estos son el P.P.
- Violencia es imponer la retrógrada moral social de una minoría sobre una mayoría de la sociedad.
- Violencia es que ante algo que no general demanda social, porque está asumido por la mayoría de la ciudadanía, se imponga un recorte de derechos, para dar satisfacción al sector más reaccionario y minoritario de la iglesia católica.
Ya lo van a conseguir. Con esta contrarreforma no solo, la mujer retrocerá 30 años de avances sociales, sino que la sociedad española se situará entre los países más atrasados de la UE,en esta materia, junto con Irlanda, Malta y Polonia.
No van a impedir que se reduzca el numero de abortos, porque la mujer que tenga esa necesidad lo seleccionará de otra manera, pero eso sí, lo hará poniendo en riesgo su salud y su vida. Pero a ellos, a esos sectores ultraconservadores, les importa muy poco la salud y la vida de esas mujeres, porque ellos seguirán solucionando sus problemas como lo han hecho siempre, con una alta dosis de hipocresía y como dinero. Sus amantes, sus esposas, sus hijas, sus hermanas y hasta sus madres seguirán abortando. Porque de lo que se trata, en definitiva, es de agrandar la brecha de las diferencias sociales.
Salud, República y Socialismo.
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