La imposición de una quita de 5.800 millones de euros a los ahorros de los chipriotas para salvar a los bancos de su país, me hace reflexionar sobre la consecuencia que se derivan de esta imposición.
Cualquier de las dos opciones, recortes sociales o corralito es un atentado contra la ciudadanía porque implica el pagar los excesos de las entidades bancarias con el dinero de los ciudadanos. Las consecuencias de los recortes sociales ya las conocemos por propia experiencia los españoles. La más grave de ellas es que quienes soportar la parte más grande de la crisis económica son los más desfavorecidos.
Pero la quita en los ahorros tiene la característica de que se repercute más sobre quienes mas tienen. En la propuesta del gobierno chipriota los ahorros de menos de 20.000 euros estaban exentos y se establecían dos tramos de quita de 20.000 a 100.000 euros y otro de más de 100.000 euros. Imponiendo una tasa en el primer tramo del 6,5% y del 9,9% en el segundo. Lo que implicaría una perdida de entre 1.300 y 6.500 euros en el primer caso y un mínimo de 10.000 euros en el segundo por impositor.
¿Cuanto nos está costando a los españoles de a pie los recortes sociales, los medicamentazos, los copagos, las tasas judiciales, los recortes salariales a los funcionarios y pensionistas, los despidos, las rebajas salariales unilaterales y las pactadas en las empresas, los recortes en educación y sanidad, etc.? Además de todas las lacras que acompañan, como el paro, los desahucios, la exclusión social, las generaciones de jóvenes perdidas, la perdida de derechos sociales y laborales, etc. Si en una país de poco mas de un millón de habitantes se pretendía obtener 5.800 millones de euros con la quita, ¿cuantos se podrían obtener en un país como el nuestro con más de 40 millones de habitantes? ¿hubiera sido suficiente para pagar el rescato bancario?
Ya se que cualquiera de las soluciones son inaceptables para los ciudadanos de a pie. Pero si yo me viera obligado a elegir, quizá me decantaría por la quita en los ahorros, aunque solo fuera porque de esta manera pagarían más lo que más tienen y porque nuestros gobernantes no tendrían la crisis como excusa para arrasar con nuestro escaso estado del bienestar. Porque puestos a atracar mejor es que atraquen a los poderosos y no a los más débiles. Pero en fin esto no es más que una reflexión sobre economía ficción.
Salud, República y Socialismo
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