Grecia ha sido llamada de nuevo a las urnas, después del fracaso para constituir un gobierno por parte de las fuerzas defensoras del plan de austeridad impuesto por la UE y de las fuerzas progresistas contrarias al plan de austeridad para llevarlo a cabo. Y sobre todo por la negativa de Syriza a integrarse en un gobierno de unidad nacional que llevara adelante el plan de austeridad.
Ahora los griegos tienen la oportunidad de rematar lo iniciado en las pasadas elecciones, donde los partidarios del plan de austeridad, el socialista PASOK y el conservador ND, recibieron un fuerte castigo electoral y en las que los partidos contrarios al plan de austeridad dijeron claro su rechazo al mismo. Estos obtuvieron una evidente mayoría que fue desdibujada por un ley electoral que prima al primer partido con un plus de 50 parlamentarios.
Las perspectivas electorales de Syriza son las de incrementar sus resultados electorales con lo que se abriría la posibilidad de la creación de un gobierno de izquierda contrario al plan de austeridad. Y ahora comienza la campaña para atemorizar al electorado griego. Los mensajes que se dirigen desde la UE intentan convencer a los griegos que la alternativa es la aceptación del plan de austeridad o la salida de Grecia del euro. Una lleva a la miseria de la ciudadanía griega, la otra a su dignidad.
También el FMI amenaza a los griegos con el chantaje de que sin aceptación del plan de austeridad no habrá ayudas para salir de la crisis. El problema es que la aceptación de las ayudas es sumir a la ciudadanía griega en la mas profunda de las miserias. Nos quieren hacer creer que el problema de la crisis es de los griegos que han vivido por encima de sus posibilidades y que han disfrutado de una condiciones sociales que no se merecían, mientras que los productivas alemanes y franceses se sacrificaban para que los griegos pudiera vivir bien.
La realidad es bien distinta. Es cierto que ha habido una clase dirigente griega, el conservador ND, que ha practicado una política de mentiras y de falseamiento de la realidad económica griega para mantenerse en e poder. Pero de esa situación se han beneficiado los bancos griegos y franceses que poseen una gran parte de la deuda soberana griega y los gobiernos francés y alemán que han exigido a los gobiernos griegos la compra de una ingente cantidad de armamento que los griegos no necesitaban y que ha beneficiado a la industria armamentística alemana y francesa. Eso es el origen de la crisis griega y no el que los griegos hayan vivido por encima de sus posibilidad.
Los griegos deben decidir y deben decidir sin condicionantes porque la salida de Grecia de la zona Euro no es una tragedia o al menos no es solo una tragedia griega. Será también una tragedia de los bancos griegos y de la propia UE que habrá perdido toda su credibilidad si no es capaz de ayudar a salir de la crisis a un país que representa solo el 3% del PIB de la UE. Grecia necesita sobre toda ayuda para crecer porque sino su economía, como viene sucediendo, cada día estará en mayor retroceso. Y porque el plan de austeridad solo llevará recortes sociales y económicos a los mas desfavorecidos de los griegos y por lo tanto más miseria y más desigualdad social. La caída de Grecia puede traer un efecto dominó sobre el resto de los países europeos con problemas, entre ellos España, y el fracaso total de proyecto europeo. Así que no está mal que los griegos puedan presentar un órdago a los dirigentes de la UE que solo ven, como salida de la crisis, la austeridad y los recortes sociales, laborales y económicos de los ciudadanos más desfavorecidos.
El 17 de junio los griegos decidirán de nuevo y lo deben hacer sin miedo por está en juego su dignidad y su futuro.
Salud, República y Socialismo.
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