La reforma de la reforma o como institucionalizar el empleo precario

Hace un año el gobierno aprobaba una reforma laboral en contra de la opinión de los sindicatos y de los millones de trabajadores que secundaron la huelga general de 29 de septiembre. Su justificación, sentar las bases para la creación de empleo y luchar contra la precariedad laboral.

Ninguna de sus previsiones se han cumplido, ni se ha creado empleo ni se ha reducido la temporalidad ni la precariedad de los contratos de trabajo. Primero dijeron que los efectos se verían no a corto sino a medio y largo plazo. Luego no dijeron nada porque era evidente el total fracaso de la reforma.

Y ante el evidente fracaso de su política no se les ocurre otra cosa (al PSOE) que reformar su reforma, porque según Valeriano Gómez, ministro de Trabajo, “es mejor un empleo temporal que un parado”. Ya puestos llegará el día en que justifiquen que es mejor trabajar por la comida que morir de hambre.

La reforma de la reforma laboral aprobada este fin de semana por el gobierno lo único que hace es institucionalizar el empleo precario y tirar la toalla en la lucha por el empleo de calidad. La eliminación del encadenamiento de contratos temporales, va a dejar en la indefensión total a cientos de miles de personas con contratos temporales sin causa, además de legalizar el fraude de ley, tan común en nuestro mercado de trabajo. No por legalizar el fraude en la contratación se va a crear más empleo, sino que solo servirá para empeorar aún más las condiciones de trabajo y serán los trabajadores y trabajadoras mas vulnerables los que soporten una vez más la crisis que no han provocado.

Por otro lado al ampliar la edad de contratación hasta los 30 años, de hecho permite contratar por esta modalidad hasta los 33 años, se condena así a los jóvenes a la temporalidad y bajos salarios e impidiendo en la práctica su acceso a contratos estables que le permitan planificar su vida dignamente.

No por precarizar más el mercado laboral se va a crear más empleo ni está justificado condenar a nuestros jóvenes a unas relaciones laborales tercermundistas. La creación de empleo es un objetivo necesario, pero no a costa de deteriorar su calidad a extremos de llevar nuestras relaciones laborales varios siglos atrás. Los gobiernos tienen que sentar las bases para la creación de empleo pero nunca a costa de degradarlos. Han sido muchos los años de luchas, muchas las huelgas, muchos los sacrificios y incluso muchos los represaliados, heridos y asesinados por defender una relaciones laborales mas justas y más humanas. Todo eso no puede quedar eliminado de una plumazo por un gobierno que no es capaz de defender los intereses de sus electores sino de los mercados especulativos.

Los trabajadores tenemos que hace pagar al PSOE su actitud entreguista hacia los mercados especulativos el BCE y el FMI y su traición al programa electoral con el que Zapatero fue elegido. Pero no nos debemos equivocar de objetivo. El objetivo no puede ser que con nuestra desidia, con nuestra abstención gane la derecha, porque con ello solo se conseguirá profundizar en las diferencia sociales  y propiciar que la salida a la crisis económica sea aún mas regresiva y lesiva para los intereses de los más desfavorecidos. La situación actual exige una alternativa más a la izquierda. Ningún voto desencantado puede servir para que por acción u omisión afiance el triunfo de la derecha.

Salud, República y Socialismo.