No es una broma, es una realidad. Le ha sucedido a un profesor de Geografía de secundaria en un instituto de un ciudad de Cádiz.
El profesor comentó durante una clase sobre los distintos climas de España, que el frío propio de la localidad de Trévelez (Granada) favorecía la curación del jamón. En ese momento un alumno de religión musulmana le dijo que estaba ofendiendo a su religión por referirse a los cerdos. El profesor le contestó que solo era un ejemplo y que no tomaba en consideración la religión de sus alumnos a la hora de dar sus clases.
Pero ahí no acaba el asunto, la familia del muchacho presentó denuncia ante la policía y ahora el profesor está acusado de haber cometido un delito de maltrato de obra con motivaciones xenófobas. El Artículo 525 del Código Penal contempla penas de multa para quienes ofendan “los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa”.
Llevamos años tratando de sacar los crucifijos de las escuelas y conseguir una verdadera educación laica y ahora nos va a tocar luchar también contra el fundamentalismo islámico para evitar que una nueva religión se inmiscuya en el modelo educativo laico.
Estaría bueno que por contentar al fundamentalismo islámico los alumnos españoles no puedan conocer los lugares donde se producen los buenos vinos o jamones españoles. La intransigencia de los fundamentalista no tiene limites obligan en sus países a aceptar sus normas religiosas a toda la ciudadanía sean o no islámicos y en los países de acogida pretenden imponer esas mismas normas en contra de la aconfesionalidad del estado español.
La aconfesionalidad del estado debe ser efectiva en todos los ámbitos y a toda la ciudadanía, independientemente de sus convicciones religiosas y todas las religiones, no solo la católica, deben quedar fueran del ámbito de la escuela. Lo lamentable es que la policía no entienda estos conceptos y haya admitido la denuncia de estos fundamentalistas. Esperemos que la justicia ponga las cosas en su sitio, rechace las acusaciones y haga pagar las costas del juicio a los fundamentalistas, al menos se pondrán de nuevo las cosas en su sitio.
Salud, Republica y Socialismo.
3 comentarios:
Tienes razón, si no fuera porque es una historia real pensaría que era un chiste...
Ahora nos toca también sopotar el fundamentalismo de otras religiones.
Un horror!
Un beso
Ya, pero es que el profesor le dijo al muchacho que "si no te gusta te vas a tu país", y creo que esa es la historia. Por lo demás, sin contar este "pequeño" detalle, es una barbaridad
Carmen
Al margen de otras consideraciones lo importante es que la escuela tiene que ser laica, sin injercia de ninguna religión.
dominbenito
Según El País lo que dijo el profesor fue: "Lo que tú comas o coma este otro, a mí no me importa nada. La religión que tú profeses, profese este o aquel otro, todavía me importa menos. Aquí sois 30 alumnos y tú te debes adecuar a los 29 restantes y no los 29 restantes a ti" lo de "si no te gusta te vas a tu país" lo dice la madre del alumno. Es la palabra de uno frente a la de la otra.
De todas formas la denuncia es por ofender “los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa” y no por racismo que sería lo lógico de ser cierto lo que dice la madre.
Salud, República y Socialismo
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