Al final parió la burra. Hubo acuerdo de investidura entre Juns pel Si y la CUP. Salvan el proceso soberanista mediante un pacto de humillaciones , donde los unos humillan a los otros y los otros humillan a los unos.
Aunque al final a los otros, la CUP, solo les ha faltado poner la cama. Lo que ha quedado evidente es que mediante este pacto de investidura todo vale para conseguir un objetivo partidario, que no de la ciudadanía. Al final todos salen humillados, los unos y los otros. Porque el no acuerdo significaba la nueva convocatoria de las elecciones y eso parece que todos lo temían como a un nublao. Eran consciente que una nueva convocatoria de elecciones sería la puntilla al proceso soberanista porque ya, posiblemente, no tendrían ni la excusa de la mayoría parlamentaria.
La CUP se ha pasado estos tres meses humillando a Artur Mas y a Juns pel Si con el no a la investidura a Mas. Porque para tratar de convencer a la CUP, Artur Mas y Juns pel Si han ido cediendo a la CUP cuanto le han ido pidiendo excepto la cabeza de Mas. Cuando parecía que los antisistema estaban dispuesto a ceder, después de su asamblea, de nuevo su Consejo Político les dice que nones, que quieren la cabeza de Mas. Eso o nuevas elecciones. Y entran en pánico. Todos. Antes que poner en peligro el proceso soberanista rueda la cabeza de Mas. Pero a cambio de tomarse la revancha.
Porque eso es el contenido del acuerdo entre Juns pel Si y la CUP. Los primeros se toman la revancha de las humillaciones sufridas, sometiendo a la CUP a un acuerdo con unas condiciones que superan con creces las humillaciones llevadas a cabo con Artur Mas y Juns pel Si. Todo por la patria. El acuerdo ata de pies y manos a la CUP y a partir de ahora serán rehenes y manporreros del proceso soberanista.
Yo si fuera militante de la CUP estaría avergonzado de mis dirigentes. Unos dirigentes que han puesto de rodillas a la CUP frente a Juns pel Si. Porque, ¿que es si no que dos diputados se pasen a "la dinámica del grupo parlamentario de Junts pel Sí, de manera estable"? ¿que significa que dos diputados de la CUP votarán siempre lo que decida Juns pel Si y el resto se abstendrá? ¿que significa que la CUP tendrá que depurar su grupo parlamentario para garantizar los compromisos adquiridos? Y ¿Que significa, si no, que "Hay que reconocer errores en la beligerancia expresada hacia Junts pel Sí"?
Perder la dignidad de las organizaciones y sus militantes para no poner en peligro el proceso soberanista debería hacer sonrojar a los dirigentes que han aceptado ese acuerdo humillante. Sobre todo porque con él se olvidan de un tema tan importante como el de la corrupción. Del que Convergencia está hasta las trancas. Por cierto el investido nuevo Presidente de Cataluña no ha dedicado una sola palabra a ese tema. Parece que poco importa que la futura República catalana nazca manchada hasta los ojos de corrupción.
Además, mucho me temo, que este proceso no llegará muy lejos, pero de momento esta sirviendo para dar alas al Partido Popular y a Rajoy en su camino hacía la Moncloa. De paso servirá también para meter presión al PSOE y Pedro Sánchez y que con la excusa de la unidad patria se facilite el gobierno de "los ganadores".
Cuando se darán cuenta, PP y PSOE, que la única manera de desbloquear este despropósito es mediante una consulta pactada. Y posiblemente la más segura para mantener la "unidad patria".
Salud, República y Socialismo.
1 comentario:
De acuerdo con tu punto de vista sobre este vergonzoso acuerdo.
Toda la coherencia de la CUP, está por los suelos, pues al final consienten que el objetivo independencia prime sobre las cuestiones sociales.
¿Cómo no abandonaron la reunión cuando se les dijo que "la cabeza de un israelí vale más que 10 cabezas de palestinos"? Esto lo ha declarado Anna Gabriel en la entrevista que le han hecho en RAC1. Y además de tragar esta barbaridad, protegen a su autor al no revelar su nombre. ¡Ojalá se llegue a saber quién es esta persona que forma parte de nuestros gobernantes!
Saludos.
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