Ahora que se acercan nuevos comicios y que el PP ha recibido un primer aviso en las elecciones autonómicas de Andalucía, Mariano Rajoy quiere cambiar el chip y nos habla de "los seres humanos normales", de esos de los que no se ha preocupado en estos tres años.
Dice Rajoy que "detrás de demagogos y populistas de todo signo, hay millones de
Españoles que miran al PP, gente honrada que trabaja, se preocupa de su
país, siente a España, la quiere y quiere que crezca. Quiere las cosas
que quieren las personas, los seres humanos normales".
Pero quien son, para el PP, esos "seres humanos normales"? Porque o en el PP han cambiado la definición de los "seres humanos normales" o ahora pretende hacer creer a los que de verdad son "seres humanos normales" que tienen alguna preocupación por sus intereses, cuando llevan tres años sin preocuparse lo mas mínimo de sus intereses. Los "seres humanos normales" si miran al PP no es para agradecer nada, sino para recriminarles que han usado su voto para perjudicarles.
La primera obligación de los gobernantes es buscar el bienestar social y económico de los más desfavorecidos o al menos, aunque sea de una manera egoísta, del bienestar de los que componen el cuerpo social de sus votantes. A todas luces no es a esas personas a las que Rajoy y el P.P. han estado beneficiando durante el trineo negro de su actual legislatura. No hay casi 11 millones de poderosos (votantes del P.P. en las pasadas EEGG) en este país. Pero el P.P. y Rajoy han estado legislando, no para el cuerpo social de sus votantes, sino para los poderosos que le pagan las campañas electorales y los sobresueldos de sus dirigentes.
Los seres humanos normales son las personas que se levantan todos los días para ir a trabajar y vivir de sus salarios, los parados que intentan día a día conseguir un empleo sin lograrlo, los pensionistas que intentan sobrevivir con su cada día mas recortada pensión, los estudiantes que no saben si podrán terminar sus estudios porque no saben si tendrán recursos económicos para ello, los jóvenes que se ven en la obligación de emigrar porque sus gobernantes no le ofrecen una posibilidad de futuro, los dependientes que ven peligrar su salud por la fata de recursos para sus tratamientos y en definitiva todos lo/as ciudadanos/as que tienen la obligación de ganarse día a día su subsistencia.
Por eso sorprende y ofende que ahora nos venga Rajoy a reivindicar a los que el llama "seres humanos normales". Porque para Rajoy los "seres humanos normales" han sido otros. Han sido los empresarios a los que les ha dado poderes absolutos sobres los trabajadores, los defraudadores de las grandes empresas porque ha hecho la vista gorda ante sus delitos fiscales, los bancos y las entidades financieras a las que ha rescatado con dinero público que difícilmente va a ser recuperado, las grandes fortunas a las que les ha permitido seguir gestionando sus patrimonios a través de las SICAV para pagar ridículos impuestos, a los especuladores que viven de las ganancias de sus inversiones y también pagan por ello ridículos impuestos. A todos ellos son a los que durante estos tres años ha considerado Rajoy y el PP "seres humanos normales"y a ellos ha protegido y favorecido con su leyes y decretos.
Pero ahora llegan tiempo de elecciones, las que importan, las que le pueden quitar el poder onmímodo del que han disfrutado hasta ahora. Ahora tienen que convencer, a los verdaderos "seres humanos normales", de que lo blanco es negro y lo negro es blanco, porque en juego están todos los poderes del estado y ellos, el PP, tiempo mucho que perder en esta ocasión. Por eso vienen los cantos de sirena, para que los seres humanos normales se confundan y de nuevo se estrellen contra los arrecifes de las austeridad y los recortes y no puedan llegar a la playa de la justicia social, la redistribución de riqueza y la solidaridad.
De nosotros, de los "seres humanos normales", depende de que una vez mas nos engañen o no con sus mentiras y los partidos políticos progresistas tienen la obligación de ser didácticos y desmontar todas esas mentiras para que el PP no pueda usar de nuevo el engaño para ganar una elecciones generales autonómicas o municipales. Los seres humanos normales somos mayoría y no debemos usar nuestro voto para que de nuevo nos pisoteen.
Salud, República y Socialismo.
1 comentario:
No creo que sea cosa de la vejez, María. Yo siempre he pensado lo mismo en este asunto. Y prefiero ser un raro que un cómplice de las actitudes corruptas de los políticos.
Un saludo.
Publicar un comentario