Un nuevo 14 de abril, una nueva conmemoración de la instauración de la II República española. Con cada nueva conmemoración se hace más evidente el deseo de un cambio del modelo de estado español.
La Constitución del 78 está agotada y solo un nuevo proceso constituyente puede dar solución a ese agotamiento. Un proceso constituyente que debe abrir sin complejos el debate del modelo de estado. Y en ese proceso no se puede ser equidistante entre los dos modelos de estado posibles, monarquía o República. Porque el debate no es baladí, una opción representa lo viejo, lo antidemocrático, la pervivencia de la sociedad desigual y el mantenimiento de los privilegios de los poderosos y la iglesia católica, la otra opción representa un mundo nuevo, un nuevo país, la democracia participativa la lucha contra las desigualdades sociales y la eliminación de los privilegios de los poderosos y la iglesia católica.
Yo e IU apostamos sin complejos por un proceso constituyente que tenga como objetivo un nuevo país y un nuevo modelo de estado, la República de mujeres y hombre libres e iguales. Libres e iguales ante la ley y ante los derechos democráticos. Porque me niego a seguir siendo un ciudadano de segunda por el hecho de no haber nacido en el seno de la familia Borbón.
No quiere un estado donde la figura de su jefatura sea inviolable ante la ley, donde sus ingresos no puedan ser fiscalizados y donde la opacidad sea la norma de su gestión. Y sobre todo no quiere una jefatura del estudia en la que su único mérito para acceder a la misma sea el haber nacido en el seno de una determinada familia, la familia Borbón. Una familia que no se ha caracterizado, a lo largo de la historia precisamente por la buena gestión ni por su buena conducta ética y moral.
Reivindico el derecho a equivocarme y también a poder rectificar. Porque a un jefe de estado corrupto elegido democráticamente se le puede destituir, a un monarca no. Ya tenemos bastante experiencia en nuestra historia patria. Las monarquías son instituciones obsoletas y no vale el argumento, el único, de que las monarquías dan estabilidad institucional. Lo que da verdadera estabilidad institucional es la posibilidad de elegir y poder de revocación de los elegidos.
Porque la República no significa exclusivamente un cambio en el modelo de estado. Desde el espíritu republicano significa mayor democracia, justicia social, igualdad efectiva ante la ley, estado laico, separación efectiva iglesia-estado y derechos civiles plenos para toda la ciudadanía. Por eso no se puede ser equidistante entre monarquía y República porque una representa la sociedad de los privilegios y la otra representa la sociedad de la igualdad efectiva de todos los ciudadanos. Por eso yo me reclamo republicano y por eso aspiro a que más pronto que la III República Española sea una realidad.
Salud, República y Socialismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario