Urdangarín deja Telefónica (temporalmente)

Como si fuera un trabajador sujeto a convenio colectivo, Iñaki Urdangarín ha solicitado a Telefónica Internacional una excedencia temporal de su puesto como Consejero Delegado en EE.UU.

Dice este trabajador por cuenta ajena que ha tomado esta decisión "ante la posibilidad de que el procedimiento judicial abierto en el que está en curso pudiera tener alguna incidencia negativa para el grupo". Pobrecito, ahora va resultar  que el imputado en el delito de sustraer, junto con su exsocio Diego Torres, 5,8 millones de euros a través del Instituto Noos, siente escrúpulos de perjudicar a  la empresa que le da de comer solo por ser yerno del Borbón.

Resulta extraño estos sobrevenidos escrúpulos de alguien que llega a un puesto de Consejero Delegado de una Empresa como Telefónica sin tener la mas remota idea del negocio de las comunicaciones. Solo se puede concebir este y otros nombramiento como una obediencia a la monarquía o pago de favores políticos  por parte de la cúpula directiva de la multinacional de las telecomunicaciones española. Aspecto este denunciado en su día por la Sección Sindical de Telefónica de CC.OO.

Renunciar a un salario de 1.500.000 de Euros al año mas otros 1.200.000 Euros al año de retribución en especie no es ninguna tontería. Mas parece una petición de excedencia obligada que voluntaria. Porque quién ha tenido la desvergüenza de llevarse 5,8 millones de instituciones públicas poco le debe importar la incidencia negativa que pueda tener para un tercero su mas que probable condena por los delitos de los que se le acusa.

Urdangarín no puede evadirse de la acción de la justicia con en su día intentó hacer Roldán o el Dioni o intentaría hacer cualquier otro delincuente de guante blanco. Para su desgracia su privilegiada situación de miembro de la casa real es en este caso más un inconveniente que un privilegio y tendrá que apechugar estoicamente con lo que, esperemos, le caiga encima por su indigno comportamiento.

El circulo se cierra inexorablemente y cada día que pasa las pruebas contra él son más numerosas y contundentes, por lo que mucho me temo que esa excedencia temporal se convertirá en definitiva.

Seguramente pronto le veremos lamentarse de que tampoco él puede llegar a fin de mes. Pobrecito.

Salud, República y Socialismo.