Aunque no sea vinculante, el Gobierno ha recibido un varapalo ante el proyecto de ley de reforma del aborto, a su paso por el Consejo General de Poder Judicial.
Más que nada por la utilización que más tarde se hará por parte del P.P. por el hecho de no tener un informe del CGPJ sobre dicho proyecto de ley. Aunque realmente, haciendo una lectura de los apoyos obtenidos por los dos informes presentados, lo que ha quedado claro es que el proyecto no es anticonstitucional (el informe que apoyaba la inconstitucionalidad del proyecto fue rechazado por la mayoría de CGPJ), mientras que el informa que daba apoyo al proyecto no ha salido aprobado por el empate producido en su votación gracias a la abstención del magistrado apoyado por CIU y por el voto de calidad de su presidente Carlos Vivar.
Y ahí es donde yo quiero centrar mi análisis. No es la primera vez que manifiesto mi rechazo ante la figura del Presidente del CGPJ, no por lo que el representa, cada cual es libre de tener el pensamiento que quiera tener, sino por la forma y con el apoyo con el que accedió a dicha presidencia. Carlos Dívar fue designado presidente a propuesta exclusiva del Presidente de Gobierno, Zapatero, por aquello del talante, pero el talante se le está volviendo en su contra, dado que en esta persona están primando más sus convicciones religiosas y morales que la interpretación de nuestro ordenamiento jurídico a la hora de posicionarse en los diversos asuntos que pasan por el CGPJ.
Y esto se veía venir porque Carlos Dívar es una persona conservadora, de un sentimiento religioso ultra ortodoxo, que se evidenció cuando al ser propuesto presidente del CGPJ, su primera acción fue rendirle pleitesía al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Rouco Varela, y evidentemente a la hora de manifestarse en torno a un tema con tanta carga moral como la del aborto, lo ha hecho haciendo prevalecer su moral religiosa frente al ordenamiento jurídico español.
Así que Sr. Zapatero su talante se le ha vuelto en contra, porque las personas difícilmente se desdicen de su pensamiento moral y religioso en las valoraciones sobre aspectos que tienen una enorme carga de moralidad, y esta no será la última vez que su protegido le vuelve la espalda, sino que cada vez que se le ponga en un dilema parecido en el Sr. Vivar primarán su criterios morales y religiosos frente al ordenamiento jurídico español. En política hay que tener talante, pero también muchas dosis de pragmatismo.
Salud, República y Socialismo.
8 comentarios:
Hola Antonio
Ese mismo tema lo traté hace unos días.
Te envío el enlace por si no lo has visto
Un saludo
http://elcuadernodeunizquierdista.blogspot.com/2009/07/divar.html
Casos como este demustran la mentira de la venda de la justicia,los hombres sometidos a la fe sea de la religion que sean nunca seran justos porque la fe no se discute,un saludo,y a Zapatero ya le vale,de todos es sabido que gusto a todos no se les puede dar,un saludo.
Tanto encaja de bolillos para contentar a todos se acaba convirtiendo en riesgo e inestabilidad permanente.
Menos talante y un poco de firmeza en la defensa de las las ideas.Como diría Ángel González hay que aprender a perder para no sentirse derrotado ¡¡¡ Un abrazo
¿Qué pensaba D. Talante cuando le nombró? Lo mismo creyo que le había domesticado. No bay nada que hacer, si hay alguien con lo que no se puede hablar pues cambian la razón por la fe, es con los creyentes. Por encima de todo lo terrenal está su fe, y naturalmente, impondrá su fe a su profesión siempre. Pero que Zapatero no se sorprenda todos lo habíamos denunciado y visto.
Salud y República
Felipe...
He leido tu entrada y estoy totalmente de acuerdo contigo.
Severino...
Lo de la justicia ciega, mientras la sigan impartiendo persona, será una falacia.
Ines...
El error es que no se puede contentar a todo el mundo y sobre todo proponer a personas que sabes positivamente que van a ir en contra de tus intereses.
Rafa...
Y es que la fe si que es ciega no como la justicia.
Salud, República y Socialismo
Me encienden de una manera brutal. Me enciende ZP porque es lo peor que le puede pasar a un político: actuar con miedo y debilidad. Lo hace continuamente. Este es un ejemplo más, pero de gran impacto. ¿Qué le pasaba por su cabeza cuando apoya a Carlos Dívar, amigo y seguidor de Rouco Varela, persona conocida en toda la carrera judicial por sus planteamientos ultraconservadores... ¿Qué pensaba el presidente Zapatero? Que por arte de magia le iba a seducir y Carlos Dívar apoyaría sus proyectos?
Es demasiado penoso el tema. El título de tu entrada es perfecto.
Bueno Antonio, no quiero cabrearme mucho más de lo que ya me cabrea la debilidad del susodicho.
Un beso
"En política hay que tener talante, pero también muchas dosis de pragmatismo" y no pasarse de inocente, por no decir otra cosa..
un beso, Antonio.
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