Se llamará Derrota

La niña de Rajoy no se llamará Victoria, sus padres Rajoy y Esperanza Aguirre y sus padrinos Rouco Varela y Francisco Alcaraz tendrán que llamarla Derrota.

La política de crispación y confrontación permanente no ha tenido el resultado esperado por el P.P.. A pesar de haber crecido, sus resultados no ha posibilitado su victoria, mientras que el PSOE se sitúa, con esta victoria electoral, en una posición más cómoda para gobernar durante los próximos cuatro años.

Es evidente que después de estos resultados la política en la legislatura que empieza debería ser radicalmente diferente. La política de la crispación ha tocado techo y eso debería hacer reflexionar al P.P. y encaminar su actuación política a un quehacer más sosegado y dialogado que en la pasada legislatura. Aunque también cabría la posibilidad de que los dirigentes populares analicen el resultado electoral como una victoria de su estrategia de confrontación y se dediquen a profundizar en la misma en esta legislatura.

Eso, desde mi punto de vista, no solo sería un error, si no también una tragedia para la política española en general. El país no se puede permitir, ni se merece, cuatro años más de confrontación permanente.

Si pierde la crispación, también pierde la política. El bipartidismo se ha instalado en la política del país de una manera clara. Hoy la suma de los dos grandes partidos es la mayor de la historia de la política democrática en España, y eso no es bueno, sobre todo por la injusta ley electoral por la que se desarrollan las elecciones en España. Pero evidentemente esto es una batalla perdida, dado que a quien únicamente le interesa ha sufrido la mayor derrota de su historia: IU, y por tanto no está en situación de exigir ni siquiera de pedir nada.

La derrota de IU no tiene paliativos, es una catástrofe sin precedente de esta organización, y que no puede sustentarse solo bajo la excusa del bipartidismo El problema de la organización es fundamentalmente de índole interno. IU es el principal enemigo de IU. Mientras que no se aprenda a respetar las decisiones tomadas, mientras no se deje de pretender imponer los criterios de una parte de la dirección allí donde no se puede por el método democrático, la ciudadanía nos verá como una jaula de grillos. Y sobre todo mientras no dejemos de dar tumbos de un lado a otro en nuestro posicionamiento político.

La renuncia de Llamazares a presentarse a la reelección en la próxima Asamblea es lo mínimo que podría hacer, dado que es el máximo responsable de la catástrofe de IU. Pero si en la próxima Asamblea no se produce una verdadera renovación de personas y de ideas, la catástrofe puede convertirse en el acta de extinción de IU. Quienes prediquen renovación, pero la condicionen a la renovación de los demás, estarán contribuyendo a escribir esa acta de extinción. No se puede seguir apoyando normas que limitan los mandatos y después retorcer esas normas para mantenerse permanentemente en los cargos públicos o de dirección. Y esto vale para todas las familias o posiciones ideológicas dentro de IU.

Y si esto pasa en IU ¿Qué pasara en el P.P.?, ¿Rajoy se hará la autocrítica por perder por segunda vez unas elecciones?, ¿Habrá renovación tanto personal como ideológica o seguirá Rajoy con su guardia pretoriana manteniendo el modelo de confrontación permanente? y que decisión tomara hoy, tal como prometió, Ruiz Gallardón.

Solo en PSOE tiene motivos para felicitarse. Zapatero ha ganado por segunda vez consecutiva a Rajoy las elecciones legislativas, y esta vez con mejores resultados. Pero debería tener presente las palabras de Felipe González, tras su última victoria ante el P.P.. “He tomado nota”. Parece que no debió tomar la nota adecuada. Y esto es lo que debería tener en cuenta Zapatero. Yo creo que en esta ocasión la ciudadanía le ha dado una nueva oportunidad y del “No os fallare”, ha pasado a decir que “hará política para todos pero fundamentalmente para los que no tienen de todo”. Si es así y no se queda en medias tintas como en ocasiones en la pasada legislatura, aprovechará esta segunda oportunidad, si no, es posible que esta sea su último periodo en la Moncloa.

Cuando pasen unos días y los partidos hagan sus análisis, tendremos oportunidad de hacer nuevas e importantes valoraciones.

Salud, República y Socialismo.