Esta visto que esto de la igualdad de género no está asumido en el P.P., por mucho que sus dirigentes nos quieran demostrar lo contrario. Son muchos los espectáculos machistas que sus dirigentes, tanto hombres como mujeres, nos tienen acostumbrados a exhibir. Por poner un ejemplo Cañete.
Pero para que al mortal de los ciudadanos españoles no se nos olvide ese ramalazo machista de los populares, de vez den cuando viene alguno de sus dirigentes a recordárnoslo. En esta ocasión ha sido el concejal del distrito de Hortaleza, Ángel Donesteve, quien a dado la nota disonante. A este machista de pro no se le ocurre otra cosa que cesar a la responsable del Área de Servicios Jurídicos de Hortaleza y que desde hacía casi dos ejercía además como secretaria del distrito por la simple razón de que “ella prefiere conciliar su vida personal y familiar, pero yo necesito
el máximo rendimiento y el máximo número de horas de trabajo que se
puedan prestar”.
Se le olvida que a este machista que eso que "ella prefiere" es tan solo un derecho laboral que está obligado a respetar cualquier empresa o administración pública que se precie. No respetar este derecho es discriminar a una persona en función de su sexo que esta penado por el derecho laboral.
Al menos en esta ocasión su jefa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha sabido reaccionar casi bien. Y digo casi por su actuación tiene matices. Ha reaccionado bien porque, según dice, la actitud del concejal “Merece una total repulsa y me ofende como mujer y como alcaldesa, pero más como mujer” y en este sentido ha obligado al concejal a pedir disculpas y reponer a la funcionaria a su puesto de trabajo. Pero no es suficiente, porque actitudes como estas no merecen una regañina, sino la destitución fulminante de energúmenos que se piensan que se pueden saltar la legislación a la torera y de paso discriminar a una mujer. En estos casos la respuesta ha de ser contundente para que sirva de aviso a navegante. Solo se combate el machismo siendo extremadamente beligerantes con las actitudes machistas.
Pero como Ana Botella no se distingue precisamente por su verbo, termina metiendo la pata. Dice la alcaldesa, "Me resulta ofensivo que se dude que la capacidad de las mujeres para trabajar y ocuparnos a la vez del hogar". O sea que Ana Botella adjudica el derecho de conciliación de la vida laboral y familiar al ejercicio de las tareas del hogar. Labor que de sus palabras se desprende es competencia de la mujer. Pues no, la conciliación de la vida laboral y familiar no se refiere a eso precisamente. Se refiere al derecho que tienen hombres y mujeres a disponer de tiempo para tener un disfrute pleno de su familia. Tiempo para dedicar y gozar de sus hijos y tiempo para compartir con su pareja sea este del sexo que sea. Lo de quien limpia y cuida del hogar es un aspecto secundario. Porque una persona que limita su dedicación laboral para dedicarse a las tareas del hogar, no está conciliando su vida laboral con su vida familiar.
Así que Sra. Botella no solo se ha quedado Vd. a medias sino que tiene una visión distorsionada del significado de la conciliación de la vida laboral y familiar. Pero que le vamos a hacer, les va en los genes a estos populares.
Salud, República y Socialismo.
1 comentario:
Gracias, María.
Un saludo.
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