De verso suelto a trasnochado cavernícola

Que equivocado tenía Ruiz Gallardón, actual ministro de Justicia, a una parte de la ciudadanía cuando se asumía que era un verso suelto del Partido Popular, la cara amable de la derecha española. Hoy, conseguido su objetivo de ser ministro, nos muestra su verdadera cara, la de un trasnochado cavernícola. 

Si con la ley de tasas ya se vio que de verso suelto nada de nada, al imponer que la justicia no fuera igual para todos, que hubiera una justicia para pobres y otra para ricos. Que los ricos pudieran litigar hasta el final y que los pobres, a veces, no puedan siquiera llegar al primer escalón. Es ahora con la tramitación de la reforma de la ley del aborto cuando se le ve su verdadera cara, la de un reaccionario, la de un trasnochado cavernícola de la política.

No solo es que con la reforma, el derecho de la mujer a decidir sobre la libre maternidad se convierta en una opción para ricos, porque las esposas, las hijas y las queridas de los ricos, de los poderosos, podrán seguir decidiendo libremente aquí o en el, extranjero;  mientras que las mujeres sin medios económicos no tendrán esa opción. Además, es que las situaría en una posición de inseguridad jurídica que no existía desde antes de la primera ley de supuestos.

Gallardón pretende, bajo el eufemismo del derecho del no nacido, aprobar una ley mucho más restrictiva que la primera ley de supuestos, al eliminar la posibilidad del aborto por malformación del feto. Hay que ser bárbaro y retrogrado para obligar a una mujer a tener un hijo con deformaciones y a la vez echar a la papelera la ley de la dependencia.

Con esto se está pagando a la iglesia católica los servicios prestados que, durante los gobiernos de Zapatero, esta hizo al Partido Popular convocando manifestaciones en contra de la política social de gobierno Zapatero. Con ello se esta evidenciado la dependencia del actual gobierno para con la iglesia católica. Ellos no necesitan escraches públicos, no tienen que manifestarse delante del domicilio de Gallardón para que sean atendidas su peticiones. Solo tiene que salir el portavoz de la iglesia católica en rueda de prensa para decirle al gobierno  lo que tiene que hacer.

La reforma de Gallardón va a quitar a la mujer su derecho a decidir, ya que será un comité ético de los hospitales quienes seguramente  tendrán la última palabra en el aborto. Los nombramientos de ese comité ético puede ser hechos por motivaciones ideológicas. La libertad de la mujer a decidir en las primeras 14 semanas, será cosa del pasado. A partir de la aprobación de la contrarreforma miles de mujeres pasaran a la clandestinidad y pasaran a ser perseguidas por el delito de querer decidir. Y todo eso en aras de la retrograda moral católica que el papa Francisco le habrá encomendado en su reunión a puerta cerrada a Rajoy y de las ordenes de la conferencia episcopal española que ahora pasa factura de los anteriores apoyos.

Ya lo decía el padre de Gallardón: “Alberto, ese si que es de derechas”. Cuanta razón tenía.

Salud, República y Socialismo.