27 de febrero de 2011
Ahora, de cara a las elecciones autonómicas y municipales. el P.P. pretende presentarse como el adalid de la luchar contra la corrupción.
Tiene gracias que después de haberse abstenido en la reforma del Código Penal que endurecía los delitos de corrupción, ahora nos vienen a decir que la respuesta ante la corrupción ha de ser contundente y que hay que reformar el Código Penal para endurecer y ampliar los tipos relativos a la corrupción.
En la propuesta programática que pretende llevar a las elecciones autonómicas y municipales nos vienen a decir que: "La lucha contra la corrupción se convierte en uno de los objetivos principales del PP, ya que la legitimidad del sistema democrático no debe quedar nunca en entredicho por actitudes permisivas, indolentes o exculpatorias ante la gravedad de determinados comportamientos".
Permisivos, indolentes y exculpatorios, ese es el bagaje que el P.P. puede aportar a la lucha contra la corrupción en las instituciones públicas. Y no es una historia que quede lejos, todo lo contrario. La historia del P.P. está llena de casos de corrupción o presunta corrupción en los que han sido permisivos, indolentes y exculpatorios. El caso Gurtel, los trajes de Camp, las imputaciones de Fabra, el caso Palma Arena y un largo etc. que evidencian lo contrario de lo que pretenden corregir.
Rajoy y el P.P. han sido permisivos, indolentes y exculpatorios de los casos mas sangrantes de la corrupción institucional. El último, la ratificación de Camp como candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana a pesar de estar imputado en un delito de cohecho impropio y sospechoso de financiación ilegal del P.P. valenciano, por no hablar de la permanente protección de Presidente de la Diputación de Alicante Carlos Fabra. Con ese bagaje, como pueden pretender que se les crea en su hipócrita cruzada contra la corrupción.
El P.P. solo es contundente contra la corrupción cuando los acusados son sus oponentes políticos, lo que demuestra que para ellos la corrupción solo es un arma electoral mas. El problema es que parece que la ciudadanía española está vacunada contra esa lacra que es la corrupción política. De lo contrario no sería entendible que con las evidencia de corrupción política en las comunidades de Madrid y Valencia las opciones de victoria electoral continúen intactas.
La derecha es insensible frente a la corrupción, lo entienden como algo inherente a la política, por eso el P.P. utiliza demagógicamente la lucha contra la corrupción como arma electoral; saben que no les va a incidir electoralmente. Y mientras, la izquierda se queda en casa desencantada, en lugar de hacer que en las instituciones la izquierda crezca por la izquierda.
Salud, República y Socialismo.
5 comentarios:
No tienen vergüenza pero aún es peor que la ciudadanía que les vota, que es muy numerosa, es insensible a los casos de corrupción. Bien porque piensa que las que afectan a los populares es falsa y provocada por la prensa, escasa por cierto, de izquierdas. Bien porque ellos piensan que la corrupción también afecta al PSOE y en ese caso prefieren la de los suyos.
En todo caso, la hipocresía del PP es verdaderamente vomitiva.
Un beso nocturno
seguramente se refieren a la corrupción de los demás, las suya no cuenta.
Un beso.
No tienen el mínimo de vergüenza, juegan a lo que les puede dar votos y punto. Aún me acuerdo cuando se pusieron las manos a la cabeza por el trasvase que quería hacer la Generalitat cuando ellos anteriormente estaban erre que erre con el PHN... es lo mismo de siempre.
Un saludo
Hola,
tengo muchísima curiosisdad de ver la situación en el que Camps sea presidente de la Generalitat y declarado culpable de corrupción.
¿ cuál es el límite de la prostitución del sistema democrático?
Un saludo.
Es lo que hay, no dan más de sí. Tramposos, sectarios y mentirosos. La que nos viene encima.
Salud y República
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