Si, pero no.

Hubiera sido demasiado hermoso que de una vez por todas y sin peros, Benedicto XVI hubiera afirmado la utilidad del preservativo en la lucha contra el SIDA.

Pero no, vuelve a reafirmar que “el uso del preservativo no es la verdadera manera para combatir el sida”. Entonces como ya ha afirmado en otras ocasiones la manera de eficaz de combatir el sida es mantener la sexualidad dentro del matrimonio y con el exclusivo fin de la maternidad. Y si se mantiene la abstinencia mejor, ya no hay peligro de contagio

Solo se permite una licencia, en el caso de la prostitución. "Cuando una prostituta utiliza un preservativo, éste puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad" O sea, se trata ahora de criminalizar a las que solo con las victimas del multimillonario negocio. Son las prostitutas las responsables de evitar la propagación del sida. Los millones de infectados son todos unos promiscuos que practican sexo fueran del matrimonio. En lugar de reconocer la sexualidad como un hecho inherente a las personas y defender –o al menos no demonizar-  los medios que tienen probada eficacia, se elige el camino que condena a millones de personas al sufrimiento y a una muerte segura en los países subdesarrollados.

En sus últimas declaraciones el papa viene a reclamar un humanización de la sexualidad. ¿es que hay algo mas humano que las relaciones sexuales entre dos personas que se quieren? Somos los humanos los únicos animales que mantenemos relaciones sexuales sin el exclusivo fin de la procreación. ¿no será esto una relación más humana que la que mantienen el resto de los animales? Pero si así fuese reconocido por la iglesia no tendría cabida en sentimiento de pecado que es el fin primordial de la iglesia católica o lo que es lo mismo, el control de las mentes de las personas mediante el miedo al pecado. Sin el sentimiento de pecado se acabaría con uno de los mayores poderes de la iglesia católica.

No es extraño que con esas actitudes las personas den la espalda cada día más a una iglesia que está separada de los problemas reales de las personas. No es un problema del “laicismo agresivo” como señala Benedicto XVI al referirse a la situación en España –dictadura laicista que atenta contra la Iglesia- sino de la actitud de la iglesia frentes a esos problemas, la justificación de los delincuentes sexuales y económicos dentro de la iglesia, la riqueza de la iglesia frente a la miseria de millones de seres humanos, etc.

El laicismo no pretende inmiscuirse en la religiosidad de las personas, solo defiende la separación iglesia-estado y que las confesiones queden dentro del ámbito exclusivo que les corresponden, el privado. Pero evidentemente la iglesia católica le viene mejor un sistema político donde se confunda y mezcle la política con la religión, donde puedan mantener los poderosos privilegios que mantuvieron en la época del nacionalcatolicismo.

Salud, República y Socialismo.