Abandonando a Fasolt la condesa Freia se viene a ver amanecer al Parque Regional de Sureste en Rivas.
Por detrás de la primera línea del asfalto respira el agua en la convicción de una mañana luminosa y limpia.
Edvard Grieg - Peer Gynt Suite nº 1 Op.46. - Morgenstimmung
Slovak Philharmonic Orchestra - Dir. Libor Pešek. Sonata, 1992
La respuesta a los comentarios, si los hubiere, serán a cargo de la Condesa.
Gracias por tu colaboración Freia.
10 comentarios:
Has acertado de pleno, Peer Gynt es mi favorita.
Gracias
Preciosa Foto la elegida y la música acompaña perfectamente, una delicia escuchar y mirar...
Gracias y un abrazo Freia y Antonio.
Oiga Condesita, qué sensibilidad, somos almas gemelas, confieso que me ha pisado la foto que había elegido, pero ha sido más rápida. Besos.
Pues que bien expresado, amigo Rafa tendremos que darnos prisa, si no queremos quedarnos sin opciones. Un abrazo
Estupenda estampa, meine Gräfin. Propuesta de título (con su permiso): El augurio de un amanecer.
Besos generales y particulares
Romenauer
Creo que es la primera vez que coincidimos, de modo que la entrada en casa de Antonio me ha servido, además de por puro placer al hacerla, para encontrar gente que merece la pena y no conocía.
Gracias por tus palabras. Para mí La mañana (la palabra alemana Morgenstimmung significa atmósfera o impresión de mañana, lo que es mucho más sugerente) de Peer Gynt tiene un valor sentimental especialísimo. Los críticos suelen tildarla de blandita, lo que me reafirma más en mi debilidad por ella.
Un saludo y espero que a partir de ahora volveremos a coincidir.
Selma
Lo cierto es que la música es de Grieg y la imagen de Antonio. Me he limitado a hacerlas coincidir en una sinestesia que ni siquiera me pertenece, pero gracias por tus palabras.
Un abrazo también a ti.
Rafa
Buenos días Rafael. Si no recuerdo mal, Antonio dijo que se podían repetir las imágenes porque sería interesante ver las diferentes sensaciones que la misma fotografía había creado en nosotros. Yo apuesto porque dé su propia impresión sobre el amanecer en Rivas, al fin y al cabo, usted es lugareño.
Un abrazo muy fuerte. No beso sus pies porque con la nevada que está cayendo los tendrá Vd. helados...
SaiZa
Hola SaiZa. Repito para ti las palabras que dirigí a Romenauer. Es un placer conocerte. Un motivo más de agradecimiento a Antonio.
Animáos con la foto. Será curioso comparar luego sensaciones.
Mega
Meine liebe Zaubererin. Me parece una idea fantástica para el título. Siempre me ha parecido realmente difícil saber poner un título adecuado.
Lo de elegir la música para la estampa, vino por sí misma desde la primera vez que vi la imagen. El texto también. Parece mentira que en una ciudad tan grande como Rivas pueda respirar el río tan cerca... y tan ignorado por mucha gente. Son imágenes recuperadas gracias a Antonio.
Un besazo MegaMaga.
Hola a todas/os
Me estáis acongojando por la cantidad cosas que extraéis a una foto y que conste que esta ni siquiera tiene un poquito de Photoshop.
Es que yo de esto de las sinestesias ando un poquito verde pero me alegro que mis fotos sirvan al menos para hacer nuevos amigos/as.
Y ya sabes Rafa te han echado un guante. Espero que dejes bien alto el pabellón de Rivas.
Un abrazo a todas/as
Salud, República y Socialismo
Antonio, gracias por cederme el espacio de tu blog. Ha sido un placer colaborar contigo.
Todas las veces que he visto esa foto me ha sugerido cosas distintas. Ahora al verla según suena la música, me sugiere un despertar en el campo. De esos en los días en los que uno no tiene nada que hacer y con toda la pereza del mundo va prolongando el desperece hasta que no da más de si. Acurrucado entre las sábanas y viendo como el sol entra poco a poco por la ventana.
Enhorabuena Freia y Antonio.
Por cierto condesita, usted písele al kabileño todo lo que quiera (y con saña) que algún provecho sacaremos los demás.
Un saludo.
Jajaja señor conde. Lo de la pereza en Vd. es endémico, pero me ha gustado su imagen...
Dado que estoy en casa ajena seré comedida con Vd. y hasta cortés, pero le hago saber que yo nunca piso, menos con saña y mucho menos a mi querido Rafael. Hasta ahí podíamos llegar.
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