Los legisladores saudís han dado un gran paso hacia "la igualdad de derechos de sus mujeres". Ahora ya pueden alojarse solas en los hoteles sin tener que ir acompañadas de un hombre, sea este su padre, su marido, su hijo o su hermano o a quien correspondiera su custodia legal.
Porque la mujer saudí está siempre supeditada a la voluntad del hombre independientemente de su edad. Las mujeres en Arabia Saudí no tienen apenas derechos, no pueden conducir un coche, tienen que ser representadas por un hombre ante jueces u otras autoridades, necesitan permiso paterno o del marido para trabajar o viajar al extranjero y tienen prohibido encontrarse a solas con un hombre con el que no estén emparentadas. Y por supuesto no tienen derecho al voto.
Y todo ello en el nombre de Alá. La Ley Islámica (la sharía) implantada en ese estado convierte a la mujer en mero instrumento al servicio del hombre, dependiente de el y sin apenas derechos. Lo absurdo y escandaloso de esta situación es que en ocasiones la mujer es victima y culpable a la vez, como recientemente ocurrió a una mujer, que después de ser violada por siete hombres, fue condenada, por adulterio, a 6 meses de cárcel y 200 latigazos. Su culpa, estar con un hombre en un coche con anterioridad a la violación. Gracias a la presión internacional el rey saudí le concedió el indulto. Pero como todos sabemos un indulto solo implica la eliminación de la pena impuesta no la situación de culpabilidad.
Por eso el que a partir de ahora las mujeres saudís puedan alojarse en un hotel sin necesidad de ir acompañada de un hombre es un avance para ellas. Pero claro, como si fueran delincuentes, el encargado del hotel tiene la obligación de enviar los datos de la mujer, que desafía alojarse sin su custodio, a la comisaría de policía. Hay que tener controladas a las mujeres, son un peligro para la democracia islámica, y un mal ejemplo para las generaciones futuras.
Es patético e indignante ver este tipo de situación en pleno siglo XXI y más vergonzante aún que las democracias occidentales bendigan con su silencio y complicidad la situación de marginación que sufren las mujeres en los países islámicos.
Ver a Bush y a Condolenza Rice avalar a estos países, que tienen un absoluto desprecio hacia los derechos humanos de las mujeres es una vergüenza. Un país, Arabia Saudí, del que salen más del 40% de los terroristas suicidas que actúan en Irak. Pero claro cuando se hacen contratos millonarios de ventas de armas, a cambio se tiene que echar la vista hacia otro lado, ante la permanente marginación y violación de los derechos humanos de las mujeres saudís.
Esta hipócrita política de doble rasero es la que hace que USA sitúe a los países dentro o fuera del llamado “eje del mal”, no en función del respeto a las libertades democráticas y a los derechos humanos de las personas, sino en función de la connivencia política de esos países con los USA. Y son esos dirigentes yanquis los que, causalmente, toman como modelo a imitar los dirigentes de la derecha española. Un modelo que, evidentemente, no es para imitar sino para erradicar.
Salud, República y Socialismo.
Porque la mujer saudí está siempre supeditada a la voluntad del hombre independientemente de su edad. Las mujeres en Arabia Saudí no tienen apenas derechos, no pueden conducir un coche, tienen que ser representadas por un hombre ante jueces u otras autoridades, necesitan permiso paterno o del marido para trabajar o viajar al extranjero y tienen prohibido encontrarse a solas con un hombre con el que no estén emparentadas. Y por supuesto no tienen derecho al voto.
Y todo ello en el nombre de Alá. La Ley Islámica (la sharía) implantada en ese estado convierte a la mujer en mero instrumento al servicio del hombre, dependiente de el y sin apenas derechos. Lo absurdo y escandaloso de esta situación es que en ocasiones la mujer es victima y culpable a la vez, como recientemente ocurrió a una mujer, que después de ser violada por siete hombres, fue condenada, por adulterio, a 6 meses de cárcel y 200 latigazos. Su culpa, estar con un hombre en un coche con anterioridad a la violación. Gracias a la presión internacional el rey saudí le concedió el indulto. Pero como todos sabemos un indulto solo implica la eliminación de la pena impuesta no la situación de culpabilidad.
Por eso el que a partir de ahora las mujeres saudís puedan alojarse en un hotel sin necesidad de ir acompañada de un hombre es un avance para ellas. Pero claro, como si fueran delincuentes, el encargado del hotel tiene la obligación de enviar los datos de la mujer, que desafía alojarse sin su custodio, a la comisaría de policía. Hay que tener controladas a las mujeres, son un peligro para la democracia islámica, y un mal ejemplo para las generaciones futuras.
Es patético e indignante ver este tipo de situación en pleno siglo XXI y más vergonzante aún que las democracias occidentales bendigan con su silencio y complicidad la situación de marginación que sufren las mujeres en los países islámicos.
Ver a Bush y a Condolenza Rice avalar a estos países, que tienen un absoluto desprecio hacia los derechos humanos de las mujeres es una vergüenza. Un país, Arabia Saudí, del que salen más del 40% de los terroristas suicidas que actúan en Irak. Pero claro cuando se hacen contratos millonarios de ventas de armas, a cambio se tiene que echar la vista hacia otro lado, ante la permanente marginación y violación de los derechos humanos de las mujeres saudís.
Esta hipócrita política de doble rasero es la que hace que USA sitúe a los países dentro o fuera del llamado “eje del mal”, no en función del respeto a las libertades democráticas y a los derechos humanos de las personas, sino en función de la connivencia política de esos países con los USA. Y son esos dirigentes yanquis los que, causalmente, toman como modelo a imitar los dirigentes de la derecha española. Un modelo que, evidentemente, no es para imitar sino para erradicar.
Salud, República y Socialismo.
3 comentarios:
De vergüenza lo que pasa en Arabia Saudí con la mujer..y con todo lo demás.
Supongo que las habrá que se rebelen contra esta indignidad aunque sea a escondidas,todavía pasarán años y años para poder ver a una mujer libre y sin sometimientos al hombre por estos paises.
Vaya dura lucha que tendrá que afrontar la mujer allá si quiere conseguir algo.
Querido Antonio te recuerdo que quien más hace alarde de ser "hermano" del déspota saudí es tu querido Rey, cuyos besos, abrazos y tratamiento de hermano es repetitivo y abundante.
Al menos USA les saca petroleo y les vende armas. ¿Cuál es el motivo del amor que le profesa Juanca? Amor, sólo amor. Mucho más romántico pero menos productivo.
Con este tipejo ni agua, aunque sea por amor, que ya es tener mal gusto.
Salud y República
M. Eugenia creo que la situación de la mujer en Arabia Saudí es tan sumamente deprimente que no creo que haya muchas que se rebelen, porque las consecuencias pueden ser terribles para ellas. Si hay disidentes me imagino que estarán fuera de ese país.
Rafa ni lo uno ni lo otro justifica mirar hacia otro lado con la situción de falta de libertad y de atropello de los derechos humanos de las mujeres en Arabia Saudí.
Es verdar que la relación de del Borbon con el tirano saudi es vergonzante, pero afortudamente poco puede influir en la política de ese país; pero Bush y las jefaturas de gobiernos de los paises llmados democráticos si.
Salud, República y Socialismo.
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