domingo, 3 de enero de 2010

Miguel Hernandez, poeta del pueblo

En desagravio por el ultraje realizado por un mezclador de palabras que con dinero público y apoyado por una corporación reaccionaria ha pretendido ultrajar la memoria del poeta del pueblo: Miguel Hernández.




Vientos del pueblo me llevan

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

Salud, República y Socialismo.

9 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Sólo decir que has elegido unos de sus más bellos poemas y de mayor compromiso

Saludos

juan merino dijo...

Genial JARCHA la primera vez que lo escuche era en Terrassa me encanto, salud y republica

Carmela dijo...

Hermoso video!!!!!
Óptimo!!!!!
Bellísimo homenaje!!
Gentes de la hierba mala quieren seguir poniendo yugos ....
Pero Miguel sigue vigente en todos los confines de la tierra.
Sus poemas trasponen fronteras y generaciones... enalteciendo y engrandeciendo su imagen , su vida y su obra!!!

Anónimo dijo...

Hola. He llegado al blog por casualidad al leer de refilón más o menos "ya no los aguanto" te referías a los curas con mitra y sotana.
Al ver a Miguel Hernández he ojeado aquí y en el blog de Felipe y no he visto "El cura verdugo de Ocaña". Dura. Muy dura, pero quizás fue el mejor homenaje que a su tiempo (y no, tropecientos años después), tuvo la gente que murió.

Se me pone la piel de gallina al pensarlo. Pero esa poesía creo que fue escrita para dejar testimonio en la historia y para que se les pusiera la piel de gallina a ellos, a los curas de sotana que con crucifijo en mano y fanatismo en el corazón, veían en los discrepantes vencidos, enfermos y hambrientos, un peligro. Seguramente el peligro de sus propias conciencias.

Palmeral dijo...

Os adjunto una interesante página sobre el Centenario de Miguel:
http://mhernandez-palmeral.blogspot.com/

Antonio Rodriguez dijo...

Felipe
Ya sabes que la poesía no es mi fuerte, pero la de Miguel Hernández me llena de satisfacción.
Juan
Jarcha hizo una buena interpretación de este poema, aunque luego en otras ocasiones no estuvieran tan acertados.
Carmela
Miguel Hernández seguirá vigente mientras existan discriminaciones sociales en este mundo.
Anónimo
No entendía el sentido de tu comentario, pero he buscado la historia de “El cura verdugo de Ocaña” y del poema de Miguel Hernandez y ahora ya si lo entiendo.
Palmeral
En entrado en tu blog y me ha parecido una interesante iniciativa sobre el centenario de Miguel.
Anónimo
Yo también lo creo porque habla de las personas como seres con dignidad.
Salud, República y Socialismo.

El Pinto dijo...

Hasta el final, con la cabeza alta. Alguien da más.
Tomen nota lameculos de la vida
Saludos solidarios y salud

juan merino dijo...

te refiere al anuncio que le hicieron al señor Suarez en las primeras elecciones

Erne Randa dijo...

Gracias... desde este lado del Atlántico!
Con Vtro. permiso (el que descuento ,) lo coloco en mi blog, para difundirlo entre mis sufridos compatriotas de Argentina.

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