miércoles, 14 de octubre de 2009

El chivo se convirtió en carnero y le cortaron los cuernos

Hay que ver como están las cosas en el patio pepero. Querían un chivo expiatorio pero el chivo no estaba por la labor aunque al final se impuso al opinión del pastor.

Y es que a estas horas todavía no se sabe porque tenía que dimitir Ricardo Costa, lo decía Fabra, ese prohombre pepero imputado en siete delitos, "Costa no ha hecho nada para ser merecedor de otra actuación que no sea el análisis del Comité Nacional de Derechos y Garantías del partido". Aunque la Cospedal sea la única que ha hecho alguna acusación concreta en torno a las actuaciones de Costa, para la Secretaria General del P.P. todo se debe a las "compañías poco edificantes" del ya ex secretario general del P.P. valenciano. Aunque hablando de malas compañías habría que preguntarse por las del Presidente Camps y su amiguito del alma, el Bigotes, al que  le llegó a manifestar: “te quiero muchísimo”.

Camps-Costa-Rajoy Toda este melodrama pepero no es sino la historia de la pelea interna en el P.P. por el control del partido. Cuando desde la dirección nacional del P.P. se le exige a P.P. valenciano que tome medidas por el caso Gürtel, a Camps solo se le ocurre buscar un chivo expiatorio que page el pato de las implicaciones del P.P. valenciano en la trama Gúrtel y señala a Ricardo Costa por su relación con los implicados en la trama, pero lo que no esperaba Camps es que el chivo expiatorio se resistiera a pagar el pato de todos los pecadores peperos. Y en el órdago de ambos, Costas debió amenazar con soltarse la lengua y dejar con el culo al aire a más de un pepero valenciano, entre ellos a su presidente, por eso la solución de compromiso con que se saldo la reunión del martes  y trece. Pero esa solución, cese temporal mientras durase la comisión de investigación interna, ponía en una situación muy difícil a Mariano Rajoy que se veía obligado a un golpe de fuerza ante la actitud del clan de los valencianos. Rajoy no podía dejar que se le impusiera una solución que iba en contra de las decisiones tomadas por él, ya que quedaría en evidencia su liderazgo y su autoridad moral dentro del partido.

Ahora hay un ganador en esta batalla interna, Rajoy; pero es una victoria pírrica porque ha despertado los odios apaciguados en el último congreso. En Valencia los partidarios de Zaplana ya están afilando los cuchillos para ajustar cuentas con los partidarios de Camps. El caso Gurtel va a ser la excusa para reiniciar antiguas rencillas entre las distintas facciones del P.P. valenciano y seguro que la contienda no se quedará allí, porque el objetivo final no es Camps sino Rajoy.

Salud, República y Socialismo.

4 comentarios:

Ciberculturalia dijo...

El patio popular está que arde. Ayer en casi escenas simultáneas, salía el inclito Costa diciendo poco más o menos que él se quedaba y la Cospedal diciendo lo contrario.
Al final, cayó su cabeza. Costa ya advirtió que se iría matando.
Esto, si no fuera por lo dramático que es ver tanta indecencia acumulada en políticos, estos por cierto del tres al cuarto, sería incluso divertido observarlo.

Un beso

severino el sordo dijo...

Lo que realmente da miedo es que estando el patio como esta las encuestas digan lo que dicen,asi dara lo mismo quien sea el capitan de los chorizos ,un saludo.

RGAlmazán dijo...

No creo que Rajoy sea el ganador de la crisis. Ha impuesto su tesis porque tiene poder para ello, pero la ha cerrado en falso. Es un seudo-ganador puesto que no la ha ganado con la autoridad moral que debiera sino con la fuerza de su cargo.
Lo tiene mal, son muchos más y poderosos sus enemigos dentro del partido.

Salud y Republica

Antonio Rodriguez dijo...

Carmen
Y lo decepcionante es que en lugar de tratar de ejemplarizar la política lo único que pretenden es hechar balones fuera y erigirse en victimas de un complot.
Severino
Lo cierto es que el votante del P.P. parece tener unas grandes tragaderas sobre los temas de corrupción que le incumben, pero yo tengo todavía algunas esperanzas de que esto no ha hecho más que empezar y que las cosas en el P.P. solo pueden ir a peor en los próximos tiempos y esto seguramente dañará la credibilidad de Rajoy y su partido.
Rafa
Estamos de acuerdo porque las victoria pírricas no son victorias y cada día que pasa su autoridad moral y liderazgo en el P.P. es menor. Veremos si no hay una rebelión interna a no mucho tardar.
Salud, República y Socialismo

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