Eso pretenden hacernos creer los fanáticos islamistas, pero lo cierto es que las evidencias demuestran todo lo contrarió. El islam margina y reprime a la mujer, persigue a los homosexuales y lesbianas y intenta imponer su retrograda moralidad al resto de la humanidad.
El pasado sábado una mujer marroquí recibió una paliza de su marido, también marroquí, por pretender salir a la calle sin el velo islámico. A consecuencia de la misma, el defensor de la libertad le rompió la nariz a su mujer.
Ya se que para algunos sectores es políticamente incorrecto hablar en estos términos, pero yo no me voy a callar ante lo que considero una injusticia, una expresión de la marginación de la mujer en nombre de una religión. Esta mujer no tenia elección, porque tenía que elegir entre ponerse el velo o que le rompieran la nariz. Ninguna de las opciones era su opción, pero un hombre decidió por ella y decidió darle un escarmiento rompiéndole la nariz.
Yo soy de los que opinan que salvo raras ocasiones la mujer en el islam no tiene libertad de elección. Unas veces por presión de la sociedad, otras veces por miedo a la violencia que se ejerce en el hogar y otras veces por la educación recibida. Cuando desde la infancia se adoctrina a una persona en una determinada religión, sea la que sea, esa persona carece de libertad de decisión porque está condicionada por una única visión de la vida.
En casos como este yo siempre recuerdo el cartel de las mujeres afganas que decía “Levantemos el velo de las mujeres afganas” y entonces pienso que algo está fallando para que en una sociedad libre permitamos estas situaciones.
Ninguna mujer, ninguna persona debe ser marginada o reprimida en el nombre de algún dios. Si rechazamos la injerencia de la iglesia católica en la vida de los demás, ¿por qué se acepta que el islam lo haga?
Salud, República y Socialismo
4 comentarios:
Islam e Islam. Quiero decir que de todo hay. Los radicales y extremistas, para nuestra civilización occidental, están fuera de lugar, me sumo. Sin embargo existe otro Islam, de otras miras, y de tolerancia explícita, más allá de los símbolos (velos, etc.) culturales. Si bien la radicalización ortodoxa (por igual en otras religiones)arraiga en los lugares más deprimidos, el Islam se relaja positivamente de forma bien apreciable en lugares más desarrollados.
No acusaría yo al Islam. Existen otras muchas religiones (léase católica/cristiana)tan represivas e intolerantes en sus principios, según se mire, como la aludida, bajo más que discutibles pretextos. Existen católicos-apostólicos-romanos que lo mismo violan niños o matan a una mujer bajo acusaciones discutibles.
Yo enfocaría el tema de distinta manera a pesar de los ciertos argumentos.
Salud y IIIRepública.
Que es islam no es "libertad" es una obviedad, y no creo que ningún demócrata en su sano juicio "acepte" que "el islam" se "injiera" en la vida de nadie. Lo que me ha llamado poderosamente la atención ha sido encontrarme este tipo de "argumentos" (por llamarlos de alguna manera) en un agregador de blogs de afiliados, simpatizantes y amigos de IU; me resultarían más apropiados en uno de PXC. Especialmente eso de que supuestamente "aceptemos" las injerencias del islam en la vida de nadie. Un hombre no necesita ser musulmán para pegar a su mujer cuando no le gusta la manera en la que ella sale de casa. Desgraciadamente es algo que está a la orden del día.
a mi como argumento me parece muy interesante, creo que no hay que callar determinados comportamientos que nos afectan a todos, tambièn a nosotros occidenales. El Islam no es libertad y no creo que haya dado ni un solo paso hacia la liberaciòn y respeto de la mujer. Creo que es lo que era la Iglesia hace quince anos. Aquì queda mucho por hacer.
Un saludo
Sara M.
Totalmente de acuerdo. Sólo que no le echaría la culpa a la religión, como dice José Alfonso, la culpa es del fanatismo que aparca en todas las religiones, siendo muy peligroso cuando ocurre en países donde se convierten en totalitarismo, y es el caso de muchos países con la religión islámica, el tema de las mujeres es salvaje e inaceptable.
Lo grave es el fanatismo religioso capaz de cualquier cosa, no sólo del Islam.
Salud y República
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