viernes, 28 de marzo de 2008

Marcelino Camacho, una persona honesta y coherente

Ayer se le ofreció, por parte de la Unión Sindical de Madrid, un nuevo homenaje a un luchador de toda la vida: Marcelino Camacho, ex secretario general de la Confederación Sindical de CC.OO. El primero se lo dio la Confederación Sindical de CC.OO. el pasado 26 de noviembre de 2007. Con ocasión del primer homenaje escribí un artículo sobre Marcelino, que después por diversas causas no llegué a publicar. Este es su contenido con algunas matizaciones posteriores:

"Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar". Con esta frase pronunciada por Marcelino en su primer homenaje se puede resumir la existencia de Marcelino Camacho, toda una vida comprometida con la libertad política y sindical de este país.

Marcelino es una de las pocas personas que puede presumir de una honestidad y coherencia al margen de cualquier sospecha. Actitudes que le llevaron desde pasar muchos años en la cárcel hasta enfrentarse con la opinión mayoritaria de CC.OO. por no renunciar a lo que el creía el recto camino del sindicato del que fue uno de los más importantes artífices de su fundación.

Una vez recuperadas las libertades democráticas en España y fundado el sindicato de CC.OO., Marcelino fue elegido diputado en las listas del P.C.E., siendo una de los más arduos defensores de la consecución de una ley progresista que regulase los derechos y obligaciones de los trabajadores y trabajadoras en sus relaciones con el mundo empresarial. Marcelino encabezó la oposición, en el Parlamento, a un Estatuto de los Trabajadores que no cumplía las expectativas y necesidades de los trabajadores. Y en la calle y en los centros de trabajo CC.OO. luchó para que esa norma recogiera el máximo de derechos sociales. Su coherencia le llevó a renunciar a su acta de diputado una vez aprobada la citada norma, para poder así mantener su independencia sindical, frente a partidos y organizaciones empresariales, que él siempre había defendido, sin renunciar al derecho de su militancia en el P.C.E.

Su honestidad ha quedado plenamente demostrada con una vida altamente austera que ha hecho que siga viviendo en su pequeña casa del barrio de Carabanchel de Madrid, la misma en la que ha vivido siempre.

Su trayectoria sindical ha sido siempre la misma. Una historia de compromiso social y fuertes convicciones que en tiempos de la dictadura franquista le llevó reiteradas veces a la cárcel y después cuando el sindicato de CC.OO. era ya una realidad a mantener posiciones sindicales sino dogmáticas, si inflexibles en las concesiones ideológicas. El periodo de Marcelino como secretario general de CC.OO. se caracterizó por la defensa de las actitudes más ideologizadas del sindicalismo de CC.OO.

Quizás el defecto de Marcelino fue no darse cuenta de que el sindicato debía irse adaptando, poco a poco, a la nueva realidad social del país y que el sindicato tenía la obligación de modernizarse y adaptar su organización y sus métodos de lucha a los nuevos retos sociales y sindicales. Su sentido de la coherencia le llevó, una vez que fue elegido Presidente de CC.OO., a no saber ser el Presidente de todos los afiliados y mantenerse por encima de los conflictos internos. Su toma de posición en la lucha interna le llevo a ser despojado de la presidencia de CC.OO. Una vez más su coherencia le jugaba una mala pasada.

Pero a pesar de ello Marcelino Camacho se ha ganado a pulso el homenaje que desde todos los ámbitos de la vida política, social y sindical le ofrecieron el pasado 21 de noviembre, así como todos los que hasta ayer se le han venido realizando. Porque sobre todo la trayectoria de Marcelino Camacho ha sido y seguirá siendo la de una persona honesta, coherente, comprometido y de firmes convicciones políticas y sociales. Ese será el recuerdo que me quedará para siempre de Marcelino.

Salud, República y Socialismo.

7 comentarios:

CONCHA dijo...

Tu dices "quizá el defecto de Marcelino fue no darse cuenta de que el Sindicato debía irse adaptando a la nueva realidad social del pais" y yo pienso ¡¡¡ojala el Sindicato NUNCA se hubiera transformado tanto como para alejarse de la "coherencia" de Marcelino!!! porque amigo Antonio ¿no es una pena ver tan poco compromiso y tan poca honestidad? EFECTIVAMENTE un placer que Marcelino haya recibido los homenajes por unanimidad y todavía vivo en en su misma casa de Carabanchel (por lo menos no habrá nínguna voz que diga que es como todos y que se enriquece como todos) Vivan las CC.OO. de Marcelino ..... y de otros

Antonio Rodriguez dijo...

Concha
Adaptarse a la nueva realidad social no significa perder la coherencia.
Eso es lo que le ha pasado a muchos que por acercase a esa realidad social se han dedicado a hacer exclusivamente posibilismo.
Un beso.
Salud, República y Socialismo

Martine dijo...

"Porque sobre todo la trayectoria de Marcelino Camacho ha sido y seguirá siendo la de una persona honesta, coherente, comprometida y de firmes convicciones políticas y sociales".

De poca gente se podría decir lo mismo en un homenaje... y no se porque, me viene la imagen de una persona muy alta, hablo de estatura... Sabes a quién me refiero ¿Verdad Antonio?

Un beso.

Antonio Rodriguez dijo...

Selma
Yo creo que esas personas se pueden contar con los dedos de una mano. De Marcelino siempre recordaré una asamlea en la que participó conmigo o yo participé con él, hace casi 3o años; en las primeras elecciones sindicales libres en mi empresa. Y la entrevista que le hice, en su piso de siempre, hace cinco años.
Y en él solo habían cambiado los años, sus convicciones y su coherencia permanecían inalterables.
Me imagino que te referirás a Fidel, y me parece que como siempre a determinadas personas se las juzga solo por sus errores, que los ha cometido, pero se le niegan los muchicimos aciertos que tuvo a lo largo de su trayectoria política.
Un beso.
Salud, República y Socialismo.

Angel Adanero dijo...

Selma, Antonio, ¿Fidel o Fidalgo? Que no se si no pillo la cosa o me habéis despistado ambos dos.
Por edad la figura de Marcelino me queda algo lejos, aunque tampoco tanto. Conozco su trayectoria y su hacer y creo que es de esos personajes que han sido (y son) imprescindibles.
Como afiliado a Comisiones Obreras creo que puedo decir que los modelos sindicales actuales fallan en algunos puntos. Los sindicatos se han mediatizado mucho, a veces me da la impresión que ponen más atención a las grandes empresas que a las que contamos con pocos trabajadores. Supongo que es más fácil salir en las noticias por defender a 500 trabajadores que a 5. Eso lo vivo en carne propia. De una plantilla de trece trabajadores, prácticamente el 50% somos afiliados a Comisiones. No hablo ya de que les votemos, sino de pertenecer al sindicato. Pues bien, la preocupación e interés que puedan mostrar por nuestros problemas es casi nula. Pero cuando en grandes empresas de aquí surge el más mínimo problema son los primeros en montar una rueda de prensa. No me parece una forma justa de entender el sindicalismo. Parece como si su interés fuera más bien la imagen que dan que la defensa de los trabajadores. Tampoco quiero generalizar con esto, tal vez sea un caso puntual y no la forma general de actuar.

Un saludo.

Martine dijo...

Antonio, Adanero, me refería a Fidalgo sín duda alguna, y a sus amistades peligrosas veanse FAES...

Un beso.

Antonio Rodriguez dijo...

Adanero y Selma
Pues me he confundido, me puse a pensar en un político alto, y resulta que lo tenía más cerca. Yo creo que Fidalgo es honesto y coherente, a pesar de que yo no esté de acuerdo con el en algunas cosas, lo que pasa es que es coherente con el modelo de sociedad que defiende. Cuando alguien se pone a teorizar que la lucha de clases ya no existe, pues mal van la cosas. Las clases sociales no serán iguales que al principio del siglo pasado, pero la confrontación de intereses entre empresarios y trabajadores sigue siendo igual entonces y ahora, con todos los matices que queramos introducir, pero existen. Y entones en función de eso se desarrolla una u otra política sindical. No se trata, desde mi punto de vista, de gestionar mejor el actual modelo de sociedad, sino de transformarlo; y eso un sindicato que se denomina socio-político tiene la obligación de impulsarlo.
Para mi el problema es que el sindicalismo actual esta completamente desideologizado, hemos pasado, en CC.OO., de tener que estar permanentemente explicando que no se era la correa de transmisión del PCE, por el hecho de que sus dirigentes éramos miembros de ese partido; a una generación de dirigentes ajenos a cualquier militancia política. Fidalgo no ha sido nunca del PCE ni de ningún partido, lo mismo que la inmensa mayoría de los dirigentes actuales de CC.OO. y eso marca mucho el modelo de acción sindical.
Y con respecto a la atención del sindicato a las pequeñas empresa, Adanero, no es un problema de que el sindicato se dedique exclusivamente a las grandes empresas. El problema es que las grandes empresas cuentan con una organización y unos medios sindicales (delegados, horas sindicales, estructura sindical propia, etc.) que posibilita en primer lugar una acción sindical más autónoma y sobre todo más organizada y directa; y por el contrario las pequeñas empresa dependéis de los medios de que disponga el sindicato provincial y suelen ser bastantes exiguos, aunque tienes razón en que siempre se podría hacer más de lo que se hace, porque al fin y al cabo tan afiliados sois los unos como los otros.
En fin estas cosas solo se cambian de una manera, desde dentro, trabajando para que los que nos dirigen el sindicato sean coherentes con el pensamiento de los que representan y haciendo que nuestras ideas prosperen con la participación y el debate interno.
Un abrazo para los dos.

Salud, República y Socialismo.

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