domingo, 9 de enero de 2011

En el nombre de dios

No hay religión buena, todas son represoras y las tres principales monoteístas se llevan la palma. Y todas tienen un denominador común: la marginación de la mujer. 

La iglesia católica se ha pasado media existencia quemando herejes y llamando a las cruzadas, los islamistas pasando a cuchillo a los infieles y llamando a la guerra santa y los judíos utraortodoxos segregan a sus mujeres.

segregacion2Esa situación  se daba de manera legal, aunque ahora se ha transformado en segregación voluntaria. En Israel existen unas cien líneas de autobuses de exclusivo uso para los ultraortodosxos, en la que estos imponían que los hombres se sentaban en la parte de delante y las mujeres en la parte de a trás, hasta que se chocaron de frente con una mujer valiente,  Naomi Ragen, que decidió que ella tenía el derecho a sentarse donde de diera la gana. Para esta mujer los ultraortodoxos "Son talibanes. Atemorizan a la mujer en nombre de la religión".

El tema como era lógico llegó a los tribunales y recientemente el Tribunal Supremo de Israel le ha dado en parte la razón. El Supremo no ilegaliza los autobuses públicos en los que las mujeres se sientan en la parte trasera, mientras que los hombres lo hacen delante. Pero sí obliga a los conductores y autoridades a respetar a aquellas mujeres que decidan sentarse donde les plazca en los vehículos. Y ordena, además, instalar carteles en los que quede claro que la segregación por sexos no es obligatoria.

Evidentemente eso no soluciona el problema pero es un primer paso y ha dado la justificación para que colectivos feministas pasen a la acción y realizarán inspecciones sorpresa a las líneas de autobuses segregadas. Eso sí, sentadas en los asientos delanteros. El problema en Israel es que la influencia de los ultraortodoxos crece día a día. Hoy son el 11% de la población y las características del sistema electoral israelí hace que muchas veces sean imprescindibles para gobernar y lo que es más peligroso su tasa de natalidad (una media de 7 hijos) es mucho más elevada que la del resto de la población con lo que cada día su influencia política es mayor. Ya intentan que sus libros sagrados  sean la referencia para la legislación, al igual que hacen los islámicos allá donde son mayoría. La evolución demográfica puede hacer que la situación política interna sea insostenible y no digamos en los referente al conflicto israelí-palestino.

Pero volviendo al tema religioso es curioso ver como las tres religiones mantienen ese nexo común: la marginación de la mujer. Las tres consideran a la mujer como un ser subsidiario dependiente del hombre, con sus matices, unos de forma mas descarnada que otros, justificándose en un proteccionismo que no es sino una forma de alejarlas de los centros de decisión.  Un proteccionismo que ninguna mujer ha pedido y muchas de ellas odian y se rebelan contra el. Solo la rebeldía, como el caso de Naomi Ragen, puede allanar el camino hacia la igualdad, como se rebelaron las mujeres españolas en los últimos tiempos del franquismos. Luchando contra unas leyes que las discriminaba y las hacía dependientes de sus padres, maridos o hermanos; de unas leyes que nos las hacía mayores de edad hasta los 26 años si eran solteras, porque según la filosofía franquista su destino era el matrimonio y la procreación. 

Salud, República y Socialismo.

5 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Valiente Naomi Ragen.

Te voy a citar a Marx ahora que todos reniegan de él:"la religión es el opio del pueblo"

¡Que clarividencia la del filósofo comunista!

severino el sordo dijo...

De las religiones libranos señor,valiente Naomi porque no sera facil luchar contra el fanatismo y menos con los judios talibanes,saludos.

Ciberculturalia dijo...

Ninguna religión, pero estas tres que tu señalas aún son más dañinas. Valiente Naomi Ragen. Además de dañinas para la sociedad en su conjunto, aún lo son más para las mujeres.
Un beso

desencanto dijo...

Religión, religiones,hay que andar con ojo. Curioso como las mujeres asumimos, hoy en día, la marginación y el desprecio que estas religiones destilan.
Saludos.

Ana dijo...

Estoy contigo, todas las religiones son malas, la libertad de conciencia es lo único que vale, pero nos nos dejan en paz,Dios escribe con renglones torcidos y sus seguidores le siguen el rollo o se lo inventan.

un abrazo

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