jueves, 28 de julio de 2011

La honra por encima de la vida

28 de julio de 2011

Es tristemente cierto que en determinadas “culturas” las mujeres están situadas muchos escalones por debajo de los hombre. Pero a veces esta desigualdad adquiere tintes verdaderamente dramáticos.

Hace unos días un paquistaní, Arif Mubashir, asesinó a sus 6 hijas delante del resto de los miembros de su familia. El grave crimen cometido, la sospecha de que dos de ellas, Sameena, de 14 años, y Razia, de 16, tenían relaciones sentimentales con chicos del barrio. El crimen de las otras cuatro saberlo y no haberlas denunciado ante el salvaje padre.

mujerPaquistani El salvaje ni lo siente ni se arrepiente, dice que lo volvería a hacer, porque lo que estaba en juego era su honor y eso es mucho más importante que la vida de 6 personas, sobre todo si esas personas son del genero femenino. La honra de este y otros muchos salvajes se fundamenta en la consideración, como simples mercancías a las mujeres, a las que se vende o se mercadea con ella para obtener buenas dotes matrimoniales. Estos salvajes tienen que preservar que la mercancía no se devalúe , no se contamine, con relaciones que en cualquier país civilizado son consideradas como algo habitual entre adolescentes.

Esto es solo un frio y salvaje crimen. Uno más de los muchos que se comenten en Paquistán todos los años (697 en 2009) y que la inmensa mayoría de las veces quedan impunes porque unas legislaciones permisibles y justificativas de estos crímenes de honor hacen que los culpables reciban castigos meramente simbólicos. Y también ante la mirada impasible de la comunidad internacional que considera estos crímenes como “problemas caseros” y no se presiona a los gobiernos de esos países para que erradiquen esas prácticas salvajes.

En demasiadas ocasiones se es permisible o se mira hacia otro lado ante estos y otros atroces crimines que se amparan bajo la excusa de rancias tradiciones “culturales” o determinadas practicas religiosas.  Es una error hacer la vista gorda hacia estos barbaros actos, bajo la hipócrita  actitud del respeto a la diversidad cultural o religiosa.

Salud, República y Socialismo.

7 comentarios:

Ciberculturalia dijo...

Terrible noticia que me deja totalmente impactada. Qué bestialidad! Qué salvajada!
Y como tu dices, ante la mirada impasible de la comunidad internacional que decide no inmiscuirse en lo que equivocadamente considera "problemas internos".
Es un terrorismo a gran escala el terrorismo machista.
De verdad que me ha dejado noqueada la noticia que no había leído.
Un beso

desencanto dijo...

Está es la realidad de tantas y tantas mujeres en el mundo. Un escalofrio recorre mi cuerpo.

mariajesusparadela dijo...

Y a consentir llaman respeto.
Contra eso, tolerancia cero.

Merche dijo...

La ley del embudo que diría mi abuela.
Gracias por refrescarnos la memoria y removernos la conciencia.

Saludo.

RGAlmazán dijo...

¡¡A vivir que son dos días!! Aunque sea a costa de seis asesinatos.
Una vergüenza más, avalada por la religión.
A este tipo habría que... Lo dejo, no quiero dejarme llevar por mis instintos.

Salud y República

Euphorbia dijo...

¿Y a este individuo se le llamaba padre? Qué barbaridad. Creo que sí debería intervenirse en estos actos salvajes, creo que permitirlos es rebajar nuestra condición humana.

Lakacerola dijo...

En mi cabeza no cabe cómo un padre puede llegar a cometer semejante atrocidad.
Un abrazo.

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