¿Pero hay partido?

11 de julio de 2011

Eufóricos están los dirigentes socialistas y los medios afines después del acto de proclamación de Rubalcaba como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. Todos concluyen que hay partido.

Si hay partido, es un partido entre desiguales y si es una carrera de velocidad, como gusta decir a Zapatero, Rubalcaba se ha caído en la salida y tiene que recuperar los muchos metros que le adelanta Rajoy. El problema es la casi imposible tarea de alcanzarle. 

Si se analiza el discurso de Rubalcaba parece como si estuviéramos ante dos PSOE’s. Uno el que gobierna, ha hecho el trabajo sucio a la derecha, ha cargado las consecuencias de la crisis económica sobre la espalda de los mas desfavorecidos y ha puestos el estado al servicio de los empresarios con sus reformas laborales. Otro que promete hacer casi lo contrario si gana las próximas elecciones generales. Pero desgraciadamente entre ambos hay un nexo común, Alfredo Pérez Rubalcaba hasta hoy Vicepresidente primero del gobierno transformado ahora en candidato del PSOE y corresponsable de todas las políticas económicas y sociales implantadas por el gobierno “socialista”.

¿Es creíble que lo que hasta ahora era negro, a partir del sábado sea blanco? ¿Es creíble que quien elimina el impuesto del patrimonio, se comprometa ahora con su recuperación para los mas ricos? ¿Es creíble que quien se ha negado a hacer nuestro sistema electoral mas proporcional, diga ahora que defenderá un sistemas más proporcional como el alemán? Dicho sea de paso la proporcionalidad del sistema electoral alemán es un engaño, porque en cuantas mas circunscripciones se divida un sistema electoral, menos proporcional es. Eso solo hace que se potencie más el bipartidismo. ¿Es creíble que ninguna medida de las tomadas haya podido siquiera reducir la sangría del desempleo y ahora nos diga que tiene la solución para crear empleo?. Sobre esto ya expresé mi opinión en la entrada Si lo sabe por qué no lo hace.

No es creíble el discurso de Rubalcaba porque si ahora promete lo contrario de lo que se hizo en los años que llevamos de crisis económica, solo puede significar dos cosas.  O que se tomaron medidas equivocadas y ahora se pretende corregir la equivocación o estamos tan solo ante la habitual palabrería electoral con la única intención de recuperar las expectativas de voto perdidas. Como Rubalcaba continua considerando correcta las decisiones tomadas por el gobierno durante la crisis, solo nos queda lo segundo: es palabrería electoral.

No nos pueden confundir con la justificación de que son momentos distintos. Que las medidas tomadas eran las necesarias para ese momento de la crisis económica, como afirma la directora de campaña Elena Valenciano. Ninguna de las medidas han servido  ni para reactivar la economía ni para frenar la sangría del desempleo. Para lo único que han servido es para hacer que el despido sea más barato y más fácil de ejecutar; y para que el déficit publico se reduzca a costa del sacrificio de los mas desfavorecidos.

Había distintos caminos para salir de la crisis económica, el PSOE y Rubalcaba eligieron el que permitía irse de rositas a los responsables de la crisis económica y cargar sus efectos sobre los bolsillos de los más desfavorecidos. El camino correcto está más a la izquierda.

Salud, República y Socialismo.