viernes, 5 de diciembre de 2008

Después de 30 años de Constitución: reforma

Hace treinta años nos movíamos entre la ruptura y la reforma. La ruptura con el régimen dictatorial que propugnaba la izquierda y la reforma de ese régimen que propugnaban los sectores más reaccionarios de la sociedad.


Cuando casi año y medio atrás se produjeron las primeras elecciones democráticas la izquierda no supo o no pudo ser capaz de traducir las grandes movilizaciones sociales realizadas desde la muerte del dictador en una victoria electoral. El resultado fue el que fue y se configuró una mayoría de centro derecha en las Cortes Generales que condicionó la elaboración del texto constitucional. Y en ese proceso la izquierda, en aras de la convivencia y la reconciliación, tuvo que dejarse algunas plumas en el intento de conseguir una constitución más progresista. No hubo República ni recuperación de la dignidad para los vencidos republicanos, pero tampoco hubo el reconocimiento de un estado católico apostólico y romano como apostaba la iglesia y la parte más carca de la derecha y ultraderecha española; pero hubo divorcio, el derecho al voto a los 18 años y la configuración autonómica del estado; lo que motivo que una parte de la entonces Alianza Popular de Manuel Fraga se obtuviera o votara en contra del texto constitucional.


Quizá no se podía esperar más. Quizá las movilizaciones obreras sociales y estudiantiles no fueron lo suficientemente intensas que debieron de ser o quizá los lideres de aquellas movilizaciones les dio miedo incrementar un poco más la presión no fuera que se produjera un proceso involutivo que echara al traste todo lo avanzado. El resultado del debate constitucional estaba ya mediatizado por las procesos movilizadores previos a las elecciones de 1977 y también por la presión ejercida desde la calle durante el proceso de debate constitucional. Lo cierto es que no hubo reforma, los deseos de los herederos del régimen franquista no se cumplieron, y aunque no hubo la ruptura deseaba por amplios sectores de la sociedad española del momento, si se rompió con la herencia del pasado.


Vista desde la distancia de estos treinta años, la Constitución Española de 1978, ha sido un instrumento valido, durante ese tiempo, que ha permitido asentar un estado democrático, capaz de aguantar un golpe de estado y unas cuantas intentonas frustradas más, a pesar de que algunos consideremos que aqueja de determinadas insuficiencias. Ahora se hace necesaria una nueva transición, un nuevo consenso, que permita avanzar en calidad democrática, hacer del Senado una verdadera cámara autonómica, cerrar definitivamente el estado de las autonomías, concretando definitivamente cuales son las competencias exclusivas del gobierno central y cuales de las autonomías, avanzando hacia un estado federal.


Y aunque no sean temas exclusivamente constitucionales, es necesaria una ley electoral proporcional y más justa, cerrar definitivamente un acuerdo para la financiación de las autonomías y los ayuntamientos y sobre todo para cerrar definitivamente las heridas de la guerra civil y la dictadura con un verdadero impulso a la Memoria Histórica. Y algunos tendremos que ver esperar nuestro deseo de alcanzar una España Republicana.


Estos treinta años de Constitución Española deberían hacer reflexionar a nuestros políticos sobre la necesidad de ese nuevo consenso para avanzar en la calidad democrática de nuestra Constitución. Sería un buen regalo por estos 30 años.


Salud, República y Socialismo.

6 comentarios:

PARA LA LIBERTAD dijo...

SUSCRIBO PUNTO POR PUNTO TU POST, PERO SI CREO QUE AUN SIN PRISAS EL DEBATE SOBRE LA FORMA DE ESTADO DEBERIA ARRANCAR NO TARDANDO MUCHO.

EN EL DIA DE LA CONSTITUCION ¡¡¡VIVA LA III REPUBLICA ESPAÑOLA!!!

Anónimo dijo...

Hola, ¿hacer reflexionar a nuestros políticos? creo que es pedir demasiado, hay que modificar la ley electoral para evitar que se perpetuen en el poder también. Saludos.

RGAlmazán dijo...

Pues sí, seguramente nos quedamos cortos, pero también es verdad que no se podía ir mucho más allá por mor de las fuerzas reaccionarias. Sin embargo, no debemos esperar más para empezar a cuestionar la forma de Estado. Y es posible que todavía no haya llegado el momento, pero no se puede invisibilizar más la posibilidad de la República, aunque seamos minoria --que no estoy seguro si se hace un debáte libre y democrático primero.
Como ves, los partidos principales no están por la labor de las reformas que tú y yo creemos necesarias. Sólo hablan de la sucesión del trono y de la reforma del Senado (ésto último sí es importante, pero no lo único, ni lo más).
Tenemos una constitución descafeinada y si miramos a los que pueden cambiarla, nos encontramos que están todos muy contentos y que les importa poco que se cumpla o no, y menos que se cambie.

Salud y República

Antonio Rodriguez dijo...

PARA LA LIBERTAD
El debate sobre la III República ya está abierto, pero el problema es que quienes tienen posibilidad de llevarlo adelante no están por la labor.
Desencanto
Buena propuesta pero ¿crees que quienes mas se benefician de la actual ley electoral van a propiciar su modificación?
Rafael
Coincido contigo, solo nos queda, a los que tenemos convicciones republicanas, llevar el debate allá donde podamos dentro de nuestras limitadas posibilidades y resaltar cada metedura de pata de la monarquía para que su apoyo sea cada vez menor.
Salud, República y Socialismo

Paco Piniella dijo...

30 años y un día, he escrito yo... al final no me he resistido a escribir del tema, la sintonia muy parecida a la tuya.
Salud y República,

Antonio Rodriguez dijo...

Paco
Bienvenido a este blog. Es cierto en lo sustancial coincidimos en nuestras entradas.
Salud, República y Socialismo

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