martes, 14 de septiembre de 2010

La lideresa que quiere ser dama de hierro

Nunca ha ocultado Esperanza Aguirre su admiración por Margaret Tacher, la dama de hierro del Reino Unido, como tampoco ha ocultado su animadversión hacia los sindicatos, ella prefiere las relaciones laborales de la época feudal con derecho de pernada incluido.

Ahora en su particular cruzada contra los sindicatos pretende eliminar derechos que han sido conseguidos en la negociación colectiva y otros que se encuentran protegidos por las leyes laborales. Y para ello no duda en mentir de manera descarada. Pretendiendo confundir a la ciudadania mezcla liberados sindicales con delegados de comités y juntas de personal. Los primeros son fruto de los acuerdos alcanzados por negociación colectiva y que tienen rango de ley, los segundos corresponden a la representación de los trabajadores de la administración publica en Madrid y cuyo número viene determinado por la cantidad de trabajadores de cada centro de trabajo. Y miente  cuando afirma que existen más de 2.000 liberado sindicales. Su cifra no supera los 500 en toda la Comunidad de Madrid.

Justifica, la aspirante a dama de hierro, su pretensión de reducir el número de liberados por el gasto que suponen al tener que contratar personal que les sustituya. Nueva mentira, ningún liberado es sustituido por otro trabajador, no conozco ninguna empresa que lo haga y menos lo hace una administración que no cubre ni las bajas por vacaciones, embarazos o larga enfermedad de sus trabajadores. Por lo que no se trata de ahorrar sino de eliminar derechos de los trabajadores y de los sindicatos que se han conseguido con gran esfuerzo de todos los trabajadores. Los liberados y representantes de los trabajadores no son un privilegio  sindical, son recursos para la defensa de los intereses de los trabajadores. Otra cuestión es que esos recursos sean mal empleados por quienes son los gestores de esos recursos, pero en todo caso es la administración y las direcciones de las empresas las que tienen la obligación y la potestad de  controlar el buen o mal uso de esos derechos :así como de sancionar a aquellos trabajadores que hacen un mal uso o utilizan en beneficio propio esos recursos. 

Si no lo hacen, las empresas son complices de esos abusos. El utilizar la acusación de que las horas sindicales se duplican solo evidencia, en el caso de que fuera cierto, que la administración es consentidora de esa realidad, porque las empresas tienen la obligación de controlar el uso de las horas sindicales y sancionar a aquellos trabajadores que consumen mayor número de horas que las que les corresponde. Tambíen es cierto que en ocasiones los sindicatos deberían ser más escrupulosos en el control de la utilización de los recursos sindicales. 

Poco se queja la Esperanza de los vergonzosos privilegios que se autoasignan los políticos, esos salarios, esos coche s oficiales, los miles de cargos de confianza que existen en la Comunidad de Madrid, las pensiones vitalicias, etc. Eso si genera un alto coste a las arcas de la Comunidad, los liberados sindicales y los representantes de los trabajadores no, porque no son sustituidos por otros  trabajadores.

Aunque el problema real es la cruzada que el P.P. y la Esperanza
están intentando llevar contra los sindicatos; aliados con los medios de comunicación afines y  esos tertulianos de poca monta, que se creen por encima del bien y el mal pero que la mayoría de las veces no saben ni de lo que hablan.  Ellos saben que los sindicatos juegan un papel muy importante en la defensa de los derechos de los trabajadores, la mayor parte de las conquistas sociales que se han conseguido en este país se han producido por la presión sindical y ellos saben que los sindicatos son un gran contrapeso hacia las políticas liberales de los gobiernos de derechas y de los de izquierdas que practican políticas de derecha. Por eso es necesria su neutralización. Los sindicatos tiene sus defectos, son mejorables; pero si no existieran habría que inventarlos porque son un factor de progreso para los trabajadores. Sin los sindicatos las condiciones laborales y salariales tendrían que ser negociadas directamente con cada trabajador y ese es el objetivo del P.P., llevar la negociación de las condiciones de trabajo al ámbito de la empresa. De esa manera millones de trabajadores quedarían sin posibilidad de mejorar sus condiciones laborales porque no tendrían capacidad de negociación con su patrón. Ese es el objetivo último del P.P., poner a cada trabajador frente a las patas de los caballos de su patrón, saben perfectamente que de esta forma estarían en franca debilidad. Y para ello necesita eliminar los derechos conseguidos en negociación colectiva por los sindicatos y después quitarles su influencia entre los trabajadores.

Los sindicatos tienen un reto importante en este momento contrarrestar las politicas consevadores de un gobierno que se dice de izquierdas y rearmarse frente a aquellos que quieren su debilitación. Su mejor baza es demostrar que los derechos sindicales no son un privilegio sino una conquista de todos los trabajadores y que son usados para mejorar las condiciones sociolaborales de parados y activos.

Salud, República y Socialismo.

4 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Esta tía pretende pasarse la Ley Organica de libertad sindical y de los órganos de representación por la entrepierna.

Utiliza un discurso demagogo y antisindical,al mismo tiempo que criminaliza a los "liberados sindicales" que son producto de la Ley de representación sindical y de los acuerdos en Administración-Sindicatos.

Puede que el tiro le salga por la culata a esta sinvergüenza de tomo y lomo.

Saludos

RGAlmazán dijo...

Aquí no hay otra que hacerla frente. Acordémonos de la huelga del Metro, bastante reciente. Al final, se la tuvo que tragar, la señora lideresa.
Hay que hacerle lo mismo, aquí no valen contemplaciones. Los sindicatos se juegan mucho y no pueden estar constantemente en el alambre.
Los sindicatos pueden merecer críticas y hay que hacérselas, pero eso no quiere decir que se les quiten derechos. Esta tía es una desalmada.

Salud y República

Marcos dijo...

Muy buen análisis, Antonio. Estoy contigo cien por cien. La ojeriza que se les tiene a los sindicatos desde la derecha demuestra quiénes están defendiendo en este momento las políticas izquierdistas como salida de una crisis a la que llegamos por la puerta de la derecha.
Saludos progresistas de Madrid.

Ana dijo...

Esta al final se lo traga todo, pero tranquilos que le quedan dos telediarios.

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