Hoy celebramos un nuevo 8 de marzo marcado por el protagonismo de la crisis económica y financiera y su fuerte impacto en el desempleo, por la protesta y contestación social a las medidas laborales que recortan derechos y protección social a trabajadoras y trabajadores, precarizan las condiciones de trabajo, favorecen el desmantelamiento del Estado de bienestar y evidencian el fracaso de un modelo de crecimiento que ha producido desigualdad social y de género.
Un 8 de marzo en el que los recortes sociales y las contrarreformas sociales que el gobierno del Partido Popular está imponiendo desde su mayoría absoluta inciden claramente en los derechos de las mujeres. La reforma laboral va a incidir en el aumento de las desigualdades con medidas como la creación de un contrato temporal sin derecho a indemnización para empresas con plantillas por debajo de 50 personas, donde están ubicadas mayoritariamente las mujeres; la desaparición de la deducción por maternidad o la precarización aún más del contrato a tiempo parcial, que afecta mayoritariamente a la mujer.
Además de las desigualdades permanentes y no eliminadas como son la brecha salarial entre hombre y mujeres que supone que el salario medio masculino sea un 128% superior al femenino. Una tasa de paro femenino (40 por ciento) que duplica la masculina; segregación laboral por sectores (la ocupación de la mujer se concentra en el sector servicios mayoritariamente: 9 de cada 10 mujeres que trabajan lo hacen en este sector) y tipo de jornada y de contrato (el trabajo a tiempo parcial está feminizado) y las dificultades de conciliar la vida laboral y familiar.
La contrarreforma social va a afectar directamente a la mujer a través de la modificación de la ley del aborto, sin esperar siquiera que el Tribunal Constitucional se manifieste en torna a la constitucionalidad de la ley de plazos. La eliminación de la ley de plazos supondrá un grave atentado al derecho de la mujer a decidir sobre su propia sexualidad.
En resumen celebramos este 8 de marzo en una situación de profunda crisis económica que está provocando graves recortes sociales y laborales y en los que la mujer se va a llevar la peor parte. Y ante esta situación solo cabe la confrontación con los poderes públicos, con el Partido Popular. Una confrontación que ha de hacerse codo a codo con el hombre porque muchos de los problemas nos son comunes.
100 persistentes desigualdades de genero en la realidad sociolaboral de las mujeres.
Manifiesto de CC.OO. y UGT del 8 de marzo.
Salud, República y Socialismo.
3 comentarios:
Los datos objetivos son incontestables, aunque haya quien quiera mirar a otro lado. La discriminación a las mujeres es un hecho aquí y en cualquier parte. Y las medidas para paliarla no se toman. Las mujeres siguen cobrando menos, no tienen medios para conciliar vida familiar y laboral y no acceden a los puestos de responsabilidad por el simple hecho de ser mujeres.
Salud y República
Nada que celebrar y sí mucho que luchar.Saludos
La desigualdad con la crisis ha aumentado, por mucho que a algunos políticos se les llene la boca con la palabra "igualdad".
Un beso
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