A partir de las doce de la noche el Borbón padre dejará de ser rey de España y su hijo Felipe heredará la corona y la inviolabilidad de la que gozaba su padre, como otros heredan el cortijo de su padre. Pero eso no les da derecho a ostentar una responsabilidad institucional, como al Borbón hijo.
Todos los monárquicos le alaban lo profesional que es y lo bien preparado que está. Pero no parece que eso no le sirva para empezar de manera diferente. Cuando a alguien tienen que protegerle 7.000 policías y tiene que desfilar en coche cerrado y por supuesto blindado, no da mucho la imagen de proximidad, de complicidad con la ciudadanía.
Cuando se prohíben la exhibición de banderas y otros signos republicanos, cuando se prohíben concentraciones republicanas, en el día de la proclamación real, ante un falso e hipotético peligro de altercado público, no se esta dando un ejemplo de convivencia y de respeto democrático ante el que piensa diferente y lo quiere expresar de manera pacífica en la calle.
Cuando se amenaza con identificar todo aquel ciudadano que huela mínimamente a republicano, se esta conculcando el derecho a la libre circulación y la libertad de expresión de los ciudadanos y se están empleando actitudes mas propias de un régimen autoritario que de una democracia parlamentaria. En definitiva se está utilizando la legislación para meter miedo en el cuerpo a la ciudadanía y evitar que expresen su rechazo a una forma de estado en la que no creen.
Cuando se va a acudir a la proclamación real con el uniforme de Capitán General de las fuerzas armadas, en lugar de ir con traje civil, se está dando una imagen autoritaria de lo que representa la jefatura del estado. Porque debería recordar el heredero que el será Capitán General de las fuerzas armadas porque será el jefe del estado español y no al contrario, es decir que será jefe del estado porque será Capitán General.
Por estás y otras razones no empezará bien su reinado, porque a pesar de toda su "profesionalidad y magnifica preparación", no ha sabido sustraerse de los vicios pasados e influir en que la jornada de la proclamación sea una jornada de libertad de expresión, tan derecho constitucional como el suyo a ser rey, aunque a algunos no nos guste. Tampoco ha sabido estar a la altura de las circunstancias ante el padecimiento de los españoles ante la política de recortes del Partido Popular. Jamás se le ha escuchado un reproche a esas políticas a pesar de lo que ha supuesto para millones de españoles. Parece que no va con él la desigualdad social, los recortes en los servicios públicos, la actitud del BCE o el FMI, por poner unos pocos de ejemplos. Ha actuado como cualquier otro privilegiado de la sociedad. De un jefe del estado se debería esperar mas.
Mañana será proclamado rey, pero yo seguiré sin reconocerle como no reconocí al que hoy ha abdicado, porque todo será legal pero en ambos casos se carece de legitimidad, de la legitimidad que da el ser elegido por sufragio universal. Será rey pero empezará mal, como cuando se burlaba de una ciudadana que le pedía que promoviese un referéndum sobre la forma de estado y el concluyó el tema con un irónico "Desde luego, ya has conseguido un minuto de gloria".
Hoy mas que otros días,
Salud, República y Socialismo.
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