La indignación sigue viva y creciente

Pretendían callar la indignación y no lo han conseguido. La respuesta dada por la ciudadanía a la conmemoración del primer aniversario del 15M ha superado las previsiones y los apologetas de la violencia y la algarada han quedado con el culo al aire.

Madrid ha sido una marea humana con numerosas marchas multitudinarias que han terminado llenando una Puerta del Sol que se ha quedado pequeña para acoger la marea humana que llegaba desde todas las calles adyacentes. Calles que han quedado llenas lo mismo que la Puerta del Sol.

La derecha política y mediática pretende deslegitimar la gran movilización de la indignación alegando unas cifras de participación que ellos consideran una nimiedad, un mínimo porcentaje de ciudadanos en comparación con los millones de votos del P.P. y usurpando el patrimonio de esa mayoría silenciosa que no se ha manifestado.

El primer error es presuponer que esa mayoría silenciosa significa un apoyo a la situación política, económica y social actual, tal como pretenden sugerir los dirigentes del P.P.; además de calificar de algaradas las manifestaciones de protesta y de violentos la actitud de los manifestantes. El segundo error es pretender desde el P.P. que su mayoría absoluta representa a la mayoría absoluta de la ciudadanía cuando solo representa al 30% de los ciudadanos con derecha a voto. Este último es una de las banderas de la indignación, la necesidad de un cambio en el  modelo electoral que haga de nuestro sistema electoral un modelo más representativo y más participativo.

El P.P. critica y censura hoy lo que el año pasado pretendía manipular porque le venía bien electoralmente. El ahora desaparecido Pons alababa la esencia del movimiento del 15M  y planteaba que era necesario escucharles y tener en cuneta sus reivindicaciones.

Hoy el primer día de la conmemoración del primer aniversario del 15M se ha dado un ejemplo de respuesta a la salida a la crisis que nos quieren imponer la derecha política española y europea y un ejemplo de civismo y de responsabilidad. Lo que yo he vivido hoy en Madrid ha sido una respuesta cívica  e indignada a la indigna situación a la que los poderes políticos y económicos  nos quieren llevar. Y ha sido también la evidencia de que los únicos a los que les gusta la algarada y la violencia son a esos políticos como la presidenta de la Comunidad de Madrid que para justificar  sus posiciones políticas, solo piden mano dura contra quienes exigimos nuestro derecho a manifestar y expresar nuestra indignación  y rechazo a un modelo político que solo pretende solucionar los problemas económicos actuales cargando la crisis sobre la espalda de los más desfavorecidos.

Son las 12 de la noche y la Puerta del Sol se desborda con un indignado grito mudo. Ya se ha sobrepasado en dos horas los limites impuestos por el P.P. para la protesta. La demostración de civismo continua. ¿Pedirá Esperanza Aguirre la dimisión de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes,  por no desalojar a los indignados de la Puerta del Sol?

Salud, República y Socialismo