domingo, 29 de marzo de 2009

La Comunera

He leído en estos días una hermosa novela histórica, "La Comunera" de Toti Martínez de Lezea. La historia de María Pacheco, esposa de Juan de Padilla.


La historia de María Pacheco es una de esas historias de mujeres sobresalientes y avanzadas a su época, una mujer de esas que de vez en cuando sobresalen por si solas en la historia, en un mundo que ha estado y sigue dominado por los hombres.


Fue María Pacheco una mujer ilustrada y como ella misma dijo en su testamento “A quienes me llaman ignorante respondo que pocos hay entre ellos capaces de superar mis conocimientos. ¿Qué saben ellos? ¿Acaso no leí las obras de Platón y de Aristóteles, de Pico de la Mirándola, del maestros Erasmo y de Tomás Moro, humanistas, hombre de sentido y sentimiento? Las entendí y las hice mías, porque mío es también derecho de creer en un mundo mas justo, en la igualdad, en la libertad del ser humano; mío es también el gobierno del pueblo y para el pueblo.”


Una mujer rebelde que se rebela contra su padre por convenir su matrimonio, a los 15 años, con Juan de Padilla, del que no estaba enamorada pero termina enamorándose locamente de él.


Cuando se inicia la revuelta comunera participa activamente en los debates que llevaron a Toledo a unirse a la revuelta castellana y la influencia que ejerce sobre Juan de Padilla hace que sea elegido jefe de las tropas comuneras toledanas que se enfrentarán a las tropas imperiales de Carlos I. Y es ella la que ejerce una gran influencia en el gobierno de Toledo mientras Juan de Padilla combate las tropas imperiales.


La rebelión comunera inicialmente propiciada por la nobleza castellana, por la perdida de privilegios frente a la nobleza alemana que pasa a ocupar los principales centros de poder, se transformó en la rebelión de los hijos del pueblo como afirma María Pacheco: “Fueron nobles e hidalgos, sí, los jefes del movimiento, pero sólo en su principio. Interesados en causas menos dignas, intentaron mantener sus privilegios, deseando ocupar los puestos de los flamencos, pero los dos mil de Segovia, los cuatro mil de Tordesillas, los seis mil de Villalar no eran nobles ni hidalgos, sino hijos del pueblo. Tenderos, pellejeros, boticarios, campesinos, clérigos, escribanos, curtidores, tejedores, hombres y mujeres, levantaron el pendón de la justicia que equipara a todos los seres humanos. Pocos nobles e hidalgos se mantuvieron firmes hasta el final y muchos de los exceptuados en el perdón del hijo de la reina ya habían mudado de casaca cuando el triunfo se convirtió en derrota, cuando más falta hacía. Ahora pagan su traición siendo a su vez traicionados...”


Una vez ajusticiado Juan de Padilla, es María Pacheco quien se pone al frente de los rebeldes toledanos, resistiendo la presión de las tropas imperiales durante más de seis meses, nombrando ella misma a los capitanes que defendería la ciudad. Cuando la situación en Toledo se hace insostenible abandona la ciudad disfrazada de aldeana no sin antes haber liberado a todos sus esclavos. María subsiste con muchas dificultades, estableciéndose en Portugal donde su rey Juan III se niega a las peticiones de expulsión de Carlos I. Hasta su muerte en marzo de 1531 vive pobremente bajo la protección de Diego de Sosa, arzobispo de Braga, y luego por el obispo de Oporto Pedro de Acosta.


El odio de Carlos I hacia María hace que le exceptúe en el perdón general del 1 de octubre de 1522 y la condena a muerte en rebeldía en 1524. Ese odio real se extiende después de su muerte al negarle el monarca su deseo de ser enterrada junto a su marido Juan de Padilla. Fue todo un ejemplo para la mujeres de su época y actuales por su rebeldía ante la injusticia y la lucha por una mayor justicia social para los mas desfavorecidos. Una lectura interesante en este marzo mujer que acaba.



Salud, República y Socialismo.

8 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Oiga, lo de clon lo tendremos que mirar. Tengo tres personajes, uno es esta mujer, para escoger y escribir en Zarabanda este mes, y mira por donde va usted y lo saca. Es usted mi fotocopia (y no al revés, que yo soy mayor).
La Pacheco una heroína como un castillo.

Salud y República

Antonio Rodriguez dijo...

Pues nada me paga Vd. derechos de copyright y envia mi entrada con su nombre a Zarabanda.
Salud, República y Socialismo

Martine dijo...

Detrás de todo gran Hombre hay una gran Mujer, aquí podríamos decir que no estaba detras... sino delante...
Hermoso Homenaje a María Padilla, Antonio...
Un beso.

Martine dijo...

Esta púñetera manía "Gabacha" de poner el apellido del marido, María PACHECO, rectifico.

Antonio Rodriguez dijo...

Selma....
No tadas las grandes mujeres estan detras de un hombre, muchas van por delante.
No sabia eso de que las "Gabachas" os poniais el apellido del marido.
Salud, República y Socialismo

Butzer dijo...

Desde luego si algo nos ha demostrado la historia es que las mujeres que sobresalen en ella, lo hacen por muchísimos más méritos que los hombres.

Antonio Rodriguez dijo...

Sobre todoporque han tenido que luchar y vencer mayores dificultades.
Salud, República y Socialismo

fritus dijo...

Una mujer muy valiente para su epoca y para cualquier epoca...una luchadora por la libertad en una Europa que no sabía que era eso, que estaba pasando del feudalismo al absolutismo. Y su marido también era otro grande, cuentan que uno de sus lugartenientes ( no recuerdo si era Bravo o Maldonado) pidió que le cortaran la cabeza antes a él "para no ver la muerte del mejor caballero castellano".

Un abarzo.

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